Lo que no se mide no se puede mejorar. Los KPI financieros permiten medir, a partir del análisis de datos económicos, si una empresa está alcanzando sus objetivos o se aparta de ellos.
Los KPI financieros son indicadores a través de los cuales el departamento financiero de la empresa puede evaluar la buena marcha de la compañía. Analizarlos permite comprobar si se están consiguiendo los objetivos previamente fijados por la dirección de la empresa o si se están produciendo desviaciones. En este último caso, el departamento financiero podrá instar que se tomen las medidas y decisiones oportunas para corregir la marcha y enderezar el rumbo de la compañía.
Como en cualquier otra área de la empresa, los KPI financieros deben ser definidos según criterios SMART. Es decir, deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y deben apoyarse en un marco temporal.
Serán principalmente los estados contables de la empresa, como el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, o el estado de flujos de efectivo, los que proporcionen los datos y las métricas a partir de los cuales se elaboren los KPIs.
Ejemplos de KPI financieros
Aunque existen numerosos KPIs financieros, los siguientes son los de uso más frecuente en los departamentos de finanzas. Están agrupados en función de a qué aspecto de la gestión financiera presten atención.
KPI de flujo de caja
El flujo de caja o cash flow hace referencia a la capacidad de la empresa de disponer dinero en efectivo para hacer frente a los pagos. En este ámbito, las empresas han de estar atentas a:
- Flujo de caja operativo. Este indicador calcula el efectivo generado por las operaciones comerciales de la empresa. Es el resultado de sumar el BAII (beneficio antes de intereses e impuestos) más la amortización, menos los impuestos. Si el dato es negativo, la empresa podría tener que recurrir a financiación externa.
- Flujo de caja disponible sin deuda o flujo de caja libre. Este KPI permite conocer qué efectivo genera la empresa tras descontar los costes operativos e inversiones, efectivo que queda “libre” para retribuir a sus proveedores de financiación (tanto pago de intereses como de dividendos). Se calcula restando al flujo de caja operativo el gasto de capital (CAPEX).
- Flujo de caja neto o apalancado. Este KPI financiero refleja qué cantidad de efectivo tiene la empresa tras cumplir con sus obligaciones financieras (pago de deudas). Se mide restando al EBITDA el cambio en el capital circulante, los gastos de capital y el pago de deudas.
KPI de liquidez
Entre los KPI financieros son de gran interés los indicadores que permiten medir la liquidez, esto es, la facilidad de la empresa para convertir sus activos en efectivo. Se presta atención a:
- Capital circulante. Con este indicador las empresas pueden conocer qué capital tienen disponible para invertir. Se calcula restando a los activos las deudas.
- Ratio de liquidez inmediata o test ácido. Este KPI muestra en qué medida una empresa puede afrontar las deudas a corto plazo con la parte más líquida de sus activos. Se calcula como resultado de la suma de efectivo, valores negociables y cuentas por cobrar, dividido por las deudas actuales.
- Volumen de cuentas por pagar. Este indicador permite conocer cuánto tarda la empresa en pagar a sus proveedores. Es conveniente comparar su resultado a lo largo del tiempo. Si la ratio disminuye puede indicar la aparición de problemas de liquidez para afrontar el pago de las obligaciones con los proveedores; si la ratio aumenta implica una mayor rapidez en el pago a los proveedores.
KPI de gestión
Otras métricas que suelen ser objeto de análisis por los departamentos financieros para evaluar la gestión empresarial son las siguientes:
- Rentabilidad de la inversión (ROI, o return on investment). Se trata de uno de los KPI clave de cualquier compañía, pues permite conocer el beneficio obtenido por una inversión en relación al coste de dicha inversión. Es decir, ROI es igual al valor actual de la inversión menos el coste de la inversión, dividido entre el coste de la inversión.
- Rentabilidad financiera (ROE o return on equity). Este indicador determina cómo de eficiente es la empresa a la hora de utilizar su capital social. Se calcula con la fórmula ROE = beneficio neto / capital social medio.
- Rentabilidad de los activos (ROA o return on assets). Gracias a este KPI la empresa puede medir la rentabilidad que le sacan a sus activos: fábricas, máquinas, equipos, vehículos, etc. Es el resultado de dividir el beneficio neto entre el total de activos.
- Rentabilidad sobre el capital empleado (ROCE o return on capital employed). Esta métrica mide la relación entre el resultado de explotación (EBIT) y el capital empleado (es decir, la suma del patrimonio neto y la deuda financiera).
KPIs de rentabilidad financiera
Otros indicadores permiten medir la rentabilidad de la empresa:
- Margen bruto o margen bruto de utilidad. Es uno de los indicadores más relevantes para conocer si una actividad es rentable o no. La fórmula para calcularlo es restar a los ingresos procedentes de las ventas el coste de producción de estas ventas. Para conseguir un porcentaje, se divide la cifra resultante por las ventas totales.
- Margen neto de beneficios. Este KPI se calcula dividiendo el beneficio neto de la empresa (ingresos menos gastos) entre sus ventas. Su cálculo permite saber si la empresa es capaz de convertir los ingresos que recibe en beneficios.
- EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization, beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización). Es una métrica muy valorada pues gracias a ella la empresa puede conocer su capacidad para generar beneficios tomando en consideración únicamente su actividad productiva.
Cualquier responsable de un departamento financiero ha de estar acostumbrado a manejar y calcular estos KPIs financieros para evaluar la situación económica y financiera de la organización y reportar a la dirección sobre sus resultados. Al respecto, el Máster en Finanzas online de UNIR capacita para desempeñar este puesto, y otros en el área de asesoramiento en financiación e inversiones, tanto en empresas como en el sector financiero, crediticio y de seguros.
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