Gabriela Orille, co-CEO de MyInvestor; y Rosa Almarza, former Media & Digital Manager de Procter & Gamble, participaron en una nueva sesión del Fórum de Expertos Digitales de UNIR.
La digitalización de las empresas ha dejado de ser una opción para convertirse en un cambio ineludible. La pandemia ha acelerado esta necesidad: para sobrevivir en un nuevo entorno volátil, dinámico y cambiante, miles de compañías españolas han tenido que abandonar la presencialidad y adaptar sus estructuras y modelos a un nuevo entorno digital.
Son miles los proyectos de digitalización que están en marcha, y otros tantos se encuentran en el punto de partida de un desafío apasionante. Pero, ¿por dónde comenzar con eficacia un proceso de transformación digital para culminarlo con éxito? Este fue el gran tema que abordaron dos prestigiosas expertas en la materia, en una sesión que UNIR realizó el pasado 14 de junio.
Salvatore Moccia, director del Executive Máster de Transformación Digital e Innovación y profesor de la Facultad de Empresa y Comunicación de esta Universidad, conversó telemáticamente con Gabriela Orille, profesora de esta titulación y co-CEO de MyInvestor; y con Rosa Almarza, former Media & Digital Manager de Procter & Gamble y también docente de la FEC. Entre otras titulaciones, imparte docencia en el Máster Universitario en Dirección y Administración de Empresas (MBA online), y en el MBA Directivos.
Las ponentes analizaron el poder de la digitalización y los cambios que supone en la manera en que se trabaja. Asimismo, pusieron el foco en los cambios en que se relacionan las personas y los procesos, así como en la necesidad de las empresas de encontrar personal cualificado en este ámbito para poder alcanzar el éxito.
Orille: “La transformación es cuestión de supervivencia”
Como bien señala en su perfil de LinkedIn, en su más reciente etapa profesional Gabriela Orille ha aunado toda su experiencia en digitalización, en mercados y banca junto a la transformación cultural, “el nuevo ecosistema que se está gestando y las diferentes formas de colaborar con éste”.
A la hora de observar el contexto actual, en el que un gran número de empresas en España se han visto obligadas a adaptar sus modelos de negocio a una digitalización “forzosa” por la pandemia del COVID-19, surge una pregunta inevitable: ¿cuáles son las pasos más importantes e ineludibles para concretar un proceso de digitalización y transformación digital que debe recorrer una organización teniendo en cuenta sus objetivos?
Orille no lo duda: “Quizás el primer pensamiento que se nos viene a la cabeza cuando escuchamos esta pregunta es una lista de temas a implementar: CRM, Trellos, nuevos canales, marketing digital… Pero la respuesta es mucho más sencilla: la digitalización y la transformación se complementan, yendo de la mano, pero no son una misma cosa”.
En esta línea, considera que “es obvio que por un lado debemos digitalizar procesos debido a las variables tiempo y coste/rentabilidad. Por otro, dicha digitalización traerá consigo gestionar a los diferentes trabajadores que antes desempeñaban tareas, y ahora deben ‘evolucionar’. También a otros (¿nuevos?) profesionales que serán quienes diseñen dicha evolución”. Es por ello que, según la experta, el “reskilling y el upskilling cada vez tomarán más peso y serán vitales para la construcción de estas remodeladas empresas”.
Gabriela pone énfasis en otra cuestión relevante: “Recordemos que vivimos en un mundo de ultrapersonalización y ésta aplica no sólo a los clientes sino también a los empleados, Muchos de ellos, tras los terribles meses vividos, se empiezan a replantear temas como el propósito de la empresa, los valores, el ADN, etc… Esos temas resultan vitales para las nuevas generaciones”.
Afirma que “para seguir incrementando la complejidad deberemos sumar que el tiempo post-covid ha abierto mucho más el concepto de competencia: no sólo a nivel de nuevos players que llegan a nuestro país/mercado sino también una competencia global en cuanto a talento, por lo que debemos ser atractivos para nuestro futuro empleado y para el actual. Se debe retener el talento existente. Por todo ello, la transformación -en todas sus formas- es cuestión de supervivencia”.
¿Y cuáles son los grandes retos y oportunidades para el sector empresarial español que implica el “contexto” de aceleración de la transformación digital en el presente y futuro cercano?
Orille argumenta que, desde el punto de vista del sector bancario en el que se especializa, uno de los principales desafíos se encuentra en la conexión con el cliente, en la entrega de los productos y servicios de un modo seamless, rápido y con la variable precio introducida en la ecuación. No descubrimos nada nuevo, las bases de estos nuevos modelos de negocio financieros se parecen en exceso a otros ya vistos e implementados: medios de comunicación, turismo, etc…”.
Los grandes grandes retos: reputación, redistribución, regulación y rentabilidad
Si tuviera que centrarse en tres retos, Gabriela destaca los siguientes: reputación, redistribución, regulación y rentabilidad. “Las tres piezas se conectan entre sí: la parte de entrega seamless/rápida la podremos acelerar con regulación (siendo un primer paso el Sandbox, que a día de hoy se está desarrollando en España. Es una gran oportunidad para las empresas, para los trabajadores y para los clientes finales)”, señala.
Acto seguido, destaca que “la parte del precio impacta claramente en la rentabilidad. De ahí la necesidad de redistribución de canales, de modo que se pueda ofrecer el producto/servicio que el cliente quiere a un precio atractivo. Tal como hacen los nuevos modelos de negocio surgidos tras la crisis del 2008”.
Luego aborda “la parte de la facilidad de uso. Siempre recuerdo un informe donde se decía que por cada euro gastado en experiencia de usuario se obtenía el doble de rentabilidad. Si unimos esa experiencia junto con los temas antes comentados, podríamos conseguir mejorar uno de los grandes issues del sector, la tan comentada reputación”.
Almarza: cómo la tecnología puede ayudar a resolver problemas
Por su parte, Rosa Almarza, consultora especializada en medios y marketing digital, quien ha participado en la transformación digital de importantes empresas (como la multinacional Procter & Gamble) es una experta en este ámbito.
Considera que la primera pregunta que una empresa se debe plantear antes de embarcarse en un proceso de transformación digital “es saber qué tipo de problema desea resolver y cómo la tecnología le puede ayudar a ello. Si la empresa considera que no tiene ningún problema (cosa poco probable), la pregunta que debería hacerse entonces es cómo podría esa compañía mejorar la experiencia del consumidor para ser competitivo, y cómo la tecnología en este caso puede ayudarnos a cumplir este objetivo”.
Para ella, sin duda, “resolver esta pregunta nos llevará a la necesidad de invertir tanto en tecnología como en talento. Esto suele ser una gran barrera en las compañías, ya que quizá no vean el beneficio tangible a corto plazo”. En este caso, recomienda que la pregunta sobre la que se debería reflexionar es: “¿cuánto negocio voy a poder afrontar en los siguientes años si no realizo esta inversión? O peor aún, ¿cuánto negocio voy a perder si mi competidor mejora la experiencia con el cliente y mi empresa se mantiene como está?”
La formación, una pieza clave
Sostiene que “la formación es una pieza clave en la transformación digital, ya que estamos hablando de adoptar nuevas skills no solamente en el ámbito de la tecnología, sino en el ámbito de entender cómo está evolucionando el consumidor o el cliente”. En este sentido, Rosa opina que resulta clave “inculcar en la cultura de la compañía la importancia de la agilidad en los procesos, la necesidad de adaptación, y estar enfocado no solamente en nuestro negocio, sino en todas lo que está pasado fuera de nuestro negocio y que nos puede ayudar a entender el potencial de oportunidades que existen”.
Dentro el cambio cultural, la experta destaca “la importancia de dejar trabajar en silos y trabajar de una forma mucho más coordinada e integrada. Aquí también nos ayudará la tecnología, especialmente con la utilización de plataformas únicas de beben de distintas fuentes de datos y dan una información unificada”. Almarza aconseja además que “es muy importante recordar que la tecnología no es un fin, sino un medio para ser competitivos, optimizando procesos y ofreciendo una mejor experiencia al cliente”.
Desde su punto de vista, la trasformación digital “consiste en utilizar la tecnología para reinventarnos en términos de procesos, de tipo de producto o servicio que ofrecemos, desde el punto de vista de cómo distribuimos y comunicamos nuestros producto, etc. En definitiva, se trata de utilizar las nuevas posibilidades que la tecnología nos ofrece para avanzar y ser más competitivos”.
En términos productividad, Almarza cree que la tecnología “nos ayudará a ser más eficientes y más eficaces. Por ejemplo, un tema muy comentado en los últimos meses ha sido la protesta de los agricultores por el poco margen que reciben. Ya hay agricultores que han decidido vender directamente a través de internet, ya sea a través de Amazon o en sus propias webs. Esto les permite llegar directamente al consumidor final y mejorar sus márgenes”.
Por otra parte, destaca que “la innovación está muy unida a la digitalización de las empresas, por ejemplo, con artículos realizados a través de 3D printing”. Y recomienda un caso muy bonito para tener en cuenta: Ayúdame3D. Es una entidad española que fomenta el valor social de la tecnología a través de programas de concienciación tecnológico-social con el fin de ayudar a colectivos vulnerables de todo el mundo.
“Gracias a ello crea y entrega brazos impresos en 3D (denominados trésdesis) de manera gratuita a personas con discapacidad; reduciendo así la desigualdad a la que se enfrentan, mejorando su calidad de vida y proporcionando mejores oportunidades de empleabilidad y escolarización. Han creado una red de colaboradores (“Helpers 3D”) que con sus impresoras 3D -algunos desde casa- colaboran fabricando estas prótesis”, manifiesta la docente.
Finalmente, respecto a la atracción de talento, sostiene que una empresa siempre será mucho más atractiva si ofrece oportunidades de aprendizaje acelerado y crecimiento dentro de la organización. “El aprendizaje debe ser continuo, no solamente basado en trainings, sino en el día a día de trabajo. Una empresa que apuesta por el cambio y la innovación será mucho más atractiva al nuevo talento, ya que puede ofrecer a las personas crecimiento personal y profesional cada día a través de su involucración en los diferentes proyectos”, concluye.
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