Inés González González
Tras dos años de pandemia el mundo se enfrenta a una etapa de aceleración de la inflación con precios que alcanzan máximos históricos. Todo apunta a que seguirá así durante el año 2022.
Actualmente el mundo se encuentra ante una inflación que ha batido récords por ser la más alta en los últimos 40 años. Pero a diferencia de otras olas inflacionarias, esta tiene su origen en el legado del COVID-19: la crisis en las cadenas de suministros.
No cabe duda de que la economía mundial se ha visto altamente perjudicada por la pandemia. Los diferentes confinamientos y las restricciones impuestas por los distintos países han provocado que las personas hayan modificado su gasto en servicios a favor de los productos manufactureros y, aunque los gobiernos de los principales países han impulsado diversas medidas para reducir la ralentización económica, no han sido capaces de paliar los cuellos de botella en la cadena de suministros o el incremento de los precios de las materias primas.
Si a esto le sumamos la actual crisis de Ucrania, la incertidumbre económica se ve agravada y dificulta la realización de previsiones. Todo ello se traduce en un estancamiento de la recuperación de la economía que, antes o después, ha repercutido en el consumidor a través de un aumento de los precios.
La inflación es un fenómeno que está impactando a nivel mundial (salvo excepciones, como es el caso de Japón). Así, en el mes de enero, la inflación en Estados Unidos alcanzó el 7,5%, y en febrero se estima que alcanzará el 7,9%. De igual manera, en la zona euro la inflación tampoco deja de crecer situándose en un 7,4% según el Instituto Nacional de Estadística. España es el séptimo país con el mayor aumento de inflación de Europa. En lo que respecta a América Latina y Caribe (CEPAL) y África la inflación ha golpeado con mayor dureza. Así en el 2021, América Latina reportó un 7,2% de inflación, siendo la región con la mayor inflación del mundo.
Se observa que lo que ha impulsado la inflación es la denominada inflación de oferta. La ventaja de que la inflación provenga desde el lado de la oferta es que existe la posibilidad de una estabilidad de los precios -como paso con la crisis del petróleo en la década de los años 70- en cuanto se regularicen los elementos que la ocasionaron, incorporando la tecnología y/o mediante políticas económicas.
La solución aun así no es sencilla, la pandemia nos ha consolidado en un entorno VUCA caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad a nivel geopolítico, medioambiental y sanitario que hace más incierta la evolución de la inflación.
Poniendo el foco en Estados Unidos, el Sistema de la Reserva Federal ve adecuada una subida de los tipos de interés en unos 0,25 puntos, medida que el Banco Central Europeo comienza a plantearse. Se trata de una política monetaria restrictiva que persigue reducir el consumo y con ello bajar los precios. De esta manera se controlaría la inflación. Con todo, esta subida de interés puede poner en riesgo la recuperación de la economía. Aunque se espera que la inflación baje durante el año 2022, será necesario conocer cómo van a ayudar los bancos centrales a reconducir la inflación.
Autora: Inés González González, experta en Control de Gestión.
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