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El plan de viabilidad empresarial es un documento previo y necesario que permite validar la viabilidad de una idea de negocio, y a partir del cual elaborar el plan de negocio.
El plan de viabilidad de una empresa es el documento que analiza si una idea de negocio es viable. Este estudio puede realizarse antes de emprender un proyecto empresarial, o bien cuando la empresa quiere acometer una inversión, lanzar un nuevo producto o servicio o realizar un cambio organizativo.
Aunque a veces se utilizan indistintamente los términos plan de viabilidad de una empresa, plan de negocio o plan de empresa, para ser más exactos el plan de viabilidad sería el estudio previo que valora la viabilidad general del proyecto, mientras que el plan de empresa es un documento más detallado, en el que se precisan los aspectos más importantes del negocio: desde la presentación del proyecto al modo en que va a operar la empresa o cómo obtendrá sus beneficios, entre otras cuestiones.
Lo que busca el plan de viabilidad de una empresa es proporcionar la información necesaria para confirmar que el proyecto que se quiere desarrollar es viable técnica y económicamente y tiene posibilidades de éxito. Si el plan de viabilidad constata, en cambio, que los riesgos de fracaso son demasiado elevados (por falta de recursos, de adecuación al mercado, etc.) será necesario descartar la idea de negocio o replantearla.
El proceso de elaboración del plan de viabilidad facilita información de calidad, a partir de la cual tomar decisiones: descubrir maneras para optimizar el proyecto, identificar nuevas oportunidades de negocio, corregir factores que pueden perjudicar al proyecto, por ejemplo.
¿Cómo hacer un plan de viabilidad de una empresa?
El plan de viabilidad de una empresa abarca los informes necesarios para validar un modelo de negocio, prestando atención a cuatro aspectos:
Validar la idea de negocio
Lo primero que debe comprobar el plan de viabilidad de una empresa es que la propuesta de valor de su producto o servicio cubra las necesidades de su buyer persona. ¿Aporta el producto o servicio un beneficio al cliente?, ¿le resuelve un problema? La realización de un estudio de mercado permitirá responder a estas preguntas y conocer si es preciso redefinir la propuesta de valor para hacerla viable.
Validar el mercado objetivo
Este análisis permitirá comprobar cuál es la ventaja competitiva de la empresa, qué posición ocuparía en el mercado al que se dirige, y cuáles serían los riesgos y esfuerzos necesarios para posicionarse en él. Para ello, es necesario describir el mercado: determinar el número de competidores y el nivel de saturación, saber si hay barreras o no a la entrada de nuevos competidores, concretar cuál será el poder de negociación frente a proveedores, etc.
Validar la estructura interna
En este punto del plan de viabilidad, se analizan cuáles son los recursos y capacidades necesarios para arrancar con la actividad y se concreta si se tienen ya o no, si se pueden conseguir fácilmente o cuánto costaría conseguirlos, o si hay factores imposibles de conseguir. Saber esto ayudará a tomar decisiones: posponer inversiones, redimensionar la estructura inicial, reformular el modelo de negocio, retrasar la puesta en marcha del negocio, etc.
Validar la estructura financiera
Finalmente, el plan de viabilidad de una empresa ha de analizar los números para saber si se cuenta con la financiación necesaria para arrancar el proyecto y con un colchón para imprevistos, si se obtendrá un flujo de caja suficiente para asumir pagos futuros, si el plazo en que se estima recuperar la inversión inicial es asumible, y si el proyecto dispone de una estructura financiera sólida. Este análisis ha de incluir una estimación adecuada de compras y ventas, de ingresos y gastos; fijar los márgenes comerciales; determinar la estructura de costes fijos y variables, y calcular las inversiones materiales y en recursos humanos y otros gastos que se necesitarán para la puesta en marcha del negocio.
A partir de un estudio riguroso de todos estos elementos el plan de viabilidad llegará a una conclusión: que el proyecto es viable para llevarlo a cabo, que hay que reformular algún aspecto para que lo sea o que no es viable.
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