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No existen estudios específicos que cursar para ser emprendedor pero, carreras relacionadas con ADE, Marketing, Derecho, Finanzas y Tecnología, son opciones recomendables para iniciar este camino.
Del garaje de casa o de un pequeño establecimiento a conquistar el mundo. La historia de emprendedores de fama mundial como Amancio Ortega, fundador de Inditex; Bill Gates, creador de Microsoft; o Jeff Bezos, artífice de Amazon, ha servido de inspiración e impulso para que muchas personas se lancen y pongan en marcha proyectos personales con el objetivo de convertirlos en empresas de éxito.
Si estás pensando en crear tu propia empresa, es necesario conocer más de los emprendedores y qué hay que estudiar para serlo.
¿Qué hay que estudiar para ser emprendedor?
Aunque no hay una senda universitaria que forme específicamente para ser emprendedor, embarcarse en una aventura empresarial requerirá sólidos conocimientos de distintos ámbitos para evitar que una mala decisión acabe con un proyecto con buenas perspectivas.
El primer paso para ser emprendedor será formarse para adquirir esos conocimientos y habilidades que permitirán realizar un diagnóstico del mercado, elaborar un plan de negocio y una estrategia de marketing, buscar financiación y realizar una adecuada gestión de la empresa.
Los grados universitarios más habituales para ello son:
Administración y Dirección de Empresas
Es una de las formaciones más indicadas para quienes quieran ser emprendedores o crear un proyecto de emprendimiento. Estos estudios permiten aprender a gestionar negocios, desarrollar habilidades gerenciales y sentar las bases para detectar oportunidades y asumir riesgos que redunden en la efectividad del proyecto.
Economía
Saber cómo funcionan los mercados, cómo es la dinámica de consumo y cómo estos factores afectan a la economía de los consumidores es relevante a la hora de emprender.
Finanzas y Contabilidad
Para emprender una cuestión primordial es contar con conocimientos (teóricos y prácticos), sobre ingresos, gastos, fiscalidad, facturación, cuentas y todo aquello relacionado con la actividad económica del emprendimiento.
Derecho
Poner en marcha un negocio o una idea acaba siempre afectado, directa o indirectamente, por cuestiones legales que también interferirán en el día a día. Por esto es recomendable tener nociones de derecho empresarial para conocer tanto nuestras obligaciones como qué beneficios y ayudas existen para los emprendedores.
Marketing
Esta titulación también es altamente indicada para quienes deseen emprender ya que, además de tener un buen producto o idea, es necesario saber cómo comercializarlo. Además, estos grados suelen incluir programas específicos como innovación y creatividad.
Ingeniería Informática
Esta profesión está ligada a la innovación y a las nuevas tecnologías, elementos que caracterizan a muchos proyectos de emprendimiento. Por eso este grado es el indicado para quienes quieran vincular su proyecto a temas relacionados con el desarrollo de software, inteligencia artificial, blockchain, ingeniería del software, diseño de hardware, arquitecturas de red, entre otros.
Asimismo, estudiar un año más para obtener un Doble Grado en Marketing y ADE, ADE y Finanzas o Derecho y ADE ofrece mayores garantías y un perfil multidisciplinar.
Finalizados los estudios de grado, el futuro emprendedor puede optar por complementar su formación con postgrados que aborden áreas que aún no conoce o reforzar aquellas funciones concretas que desea dominar para poner en marcha su negocio.
Másteres y posgrados
Aquellos profesionales con estudios universitarios que, después de algunos años trabajando, desean asumir nuevos desafíos y poner en marcha su propia empresa pueden cursar también un Máster en Dirección de Empresas o MBA (Master in Business Administration) y optar por una especialización en Emprendimiento.
Se trata de un programa de posgrado de alta intensidad dirigido a que los alumnos adquieran una visión estratégica de la gestión empresarial. Durante la formación, se enfrentarán a situaciones reales que les permitirán desarrollar las herramientas y capacidades necesarias para dirigir un negocio, conociendo en profundidad las distintas áreas que componen el núcleo de cada compañía y aprendiendo a trazar planes estratégicos para gestionar de forma eficiente los recursos.
Existen también otras formaciones como el máster en coaching, que quizá de primeras no se relacione con el emprendimiento, pero gracias a esta especialización se pueden aprender técnicas y herramientas para mejorar y autoguiarse hacia un mejor desarrollo profesional.
Otra formación complementaria
Además de las formaciones especializadas y las habilidades personales, a lo largo de la misión de convertirse en emprendedor se pueden ir añadiendo otras competencias como:
- Idiomas. En un mercado cada vez más globalizado, conocer como mínimo otro idioma es necesario para abrir nuevos mercados y llevar a cabo negociaciones con proveedores y clientes. Si bien el inglés sigue siendo el preferido en las transacciones, otras lenguas como el chino o el árabe comienzan a ganar protagonismo.
- Redes sociales. Conocer cuál es la mejor red social para posicionarse, darse a conocer y atraer nuevos clientes, mediante una estrategia de contenido acorde, es algo que un emprendedor no debe pasar por alto.
- Informática. Contribuye a ser más eficiente y ágil. Importante saber manejar tantos programas generales como específicos en función de cada actividad.
- Gestión. Gestionar un emprendimiento es una tarea compleja ya que abarca muchos aspectos relacionados con el día a día de la empresa, como la contabilidad, compras, personal, etc. Por eso incluir en la formación estudios de gestión en algunas de estas áreas hará que la tarea de emprender sea más llevadera.
- Hablar en público. Perder el miedo de hablar en público, de saber comunicar, es fundamental. Esta cuestión puede aprenderse con cursos de oratoria, en los que aprender también a manejar los tiempos, comunicación no verbal y técnicas de storytelling.
- Comunicación escrita. Además de una buena ortografía, los emprendedores deben estar familiarizados con la redacción de diferentes contenidos.
Habilidades clave que debes potenciar para ser emprendedor
Está claro que contar con una formación adecuada en materia de negocios es un paso fundamental para hacer despegar un proyecto y alcanzar el éxito. No obstante, también se necesita contar con aptitudes personales como:
- Ingenio. Ser creativo y tener una idea.
- Resiliencia. Para levantarse y aprender de los errores.
- Ambición. Determinación para llegar lo más lejos posible.
- Pasión. Para poder enfrentar las dificultades es necesaria la motivación y amor por lo que se hace.
- Coraje. Tener valor y saber tomar riesgos cuando sea necesario.
- Pensamiento estratégico. Con el que tomarse el tiempo necesario para detenerse y observar y escuchar al mercado, al entorno, o aquello que ya funciona en otros países.
- Paciencia. Para entender que los resultados no llegarán el primer día y que habrán altibajos e incertidumbre en el proceso.
- Autoconfianza. Para generar confianza en el negocio se debe mostrar seguridad en uno mismo.
- Manejo del tiempo. Aprender a priorizar tareas y gestionar el tiempo se reflejará en en los objetivos.
- Capacidad de adaptación. En un emprendimiento el cambio es constante por lo que hay que tener una mentalidad abierta y ser flexible.
- Dotes de comunicación. Para presentar el negocio y darse a conocer es necesario desarrollar buenas estrategias comunicativas.
- Liderazgo. Un líder influye en el equipo de trabajo, pero también es quien los guía con la finalidad de detectar oportunidades y aprovecharlas.
Emprender, mucho más que iniciar un negocio
En los últimos años es frecuente escuchar o leer el término emprendedor para referirse a aquellas personas que ponen en funcionamiento un negocio. Un emprendedor es alguien que, tras identificar una oportunidad en el mercado, organiza los recursos financieros, humanos y materiales, para dar forma a ese proyecto con la meta de convertirlo en un negocio rentable.
Pero para poder lanzar un negocio se necesita algo más que una buena idea. Como emprendedor, será necesario disponer de los recursos y las herramientas para que ese proyecto se materialice: lograr financiación pública y privada, cumplir con los trámites administrativos y legales necesarios, tejer una red de proveedores y distribuidores, contratar colaboradores…
Constituir una empresa y hacer que funcione requiere tesón y, sobre todo, conocimientos sobre la gestión de las distintas ramas que darán forma al negocio, ya que, según los recursos con los que se inicie la empresa, el emprendedor tendrá que asumir más de una función para ahorrar costes.
No existe la receta del éxito para el emprendimiento
No hay una receta única para lograr el éxito de un proyecto, pero está claro que como gestor de un negocio será necesario involucrarse con pasión, iniciativa, organización y creatividad. Estos ingredientes permitirán al futuro emprendedor encontrar encontrar las soluciones más adecuadas a cada uno de los problemas que afronte.
Este aprendizaje continuo a través de la experiencia le llevará a sacar conclusiones, siendo muy relevante analizar tanto los éxitos como los errores para afianzar el rumbo de la compañía. Pero más allá de la experiencia, es recomendable que el emprendedor se mantenga actualizado tanto en los avances del sector en el que desempeña su actividad como en aquellas ramas laterales que pueden aportar crecimiento y sinergias para su negocio, como la digitalización de los negocios o el e-commerce o venta online.
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