UNIR Revista
Se trata de riesgos relacionados con procesos internos, eventos externos, recursos humanos o tecnologías de la información que pueden ocasionar pérdidas a la organización.
Los riesgos operativos son aquellos riesgos a los que se enfrentan las empresas que están vinculados a su actividad diaria, causados tanto por factores internos como externos.
Un riesgo operacional es cualquier contingencia que pueda ocasionar pérdidas a la organización que tenga que ver con procesos internos, eventos externos, recursos humanos o tecnologías de la información y comunicación.
Basilea II (el segundo acuerdo de la Organización Mundial de Autoridades de Supervisión Bancaria, que establece recomendaciones para proteger a las entidades frente a riesgos financieros y operativos), define el riesgo operativo como el riesgo de pérdida resultante de una falta de adaptación o de un fallo de los procesos, el personal o los sistemas internos, o consecuencia de acontecimientos externos. De este modo, riesgos operativos son, por ejemplo, los errores humanos, fraudes, fallos tecnológicos, accidentes, pérdidas de información, caídas de la actividad, etc.
Tipos de riesgos operativos
Los riesgos operativos se pueden clasificar según donde tengan su origen:
Procesos internos
Son los riesgos vinculados a un mal diseño de procesos críticos para la organización, errores en su estrategia empresarial o a una aplicación ineficiente de los recursos, que pueden ocasionar a la empresa la interrupción de la prestación de sus servicios o de la producción de sus bienes.
Son ejemplos de riesgos operativos, la mala planificación de un presupuesto o de la ejecución de un contrato, el incumplimiento de los plazos, o los errores contables.
Factores externos
Los riesgos operaciones también pueden tener origen en el entorno de la organización. Eventos ajenos a esta que, sin embargo, pueden incidir en sus actividades y causarle pérdidas.
Por ejemplo, desastres naturales, accidentes, fallos en las infraestructuras públicas, conflictos legales con terceros, aparición de nuevos competidores en el mercado o una alta conflictividad social en el país en que opere la empresa.
Recursos humanos
Los riesgos operativos vinculados al personal son aquellos que pueden producir pérdidas por culpa de errores o negligencias de los trabajadores o, incluso, fraudes, robos y sabotajes o espionaje industrial.
También se consideran riesgos de este tipo los conflictos laborales en el seno de la empresa o la falta de personal capacitado.
Tecnología
Finalmente, la última tipología de riesgos operacionales son los derivados de un mal uso de las tecnologías de la información y la comunicación: brechas de seguridad, ciberataques, mala implementación de plataformas tecnológicas, tecnología obsoleta, caídas de sistemas, etc.
¿Cómo evaluar los riesgos operativos?
La evaluación de los riesgos operacionales debe tener en cuenta dos factores. De una parte, la probabilidad que suceda un evento de riesgo; de otra, la gravedad o el impacto que tendrá cualquiera de los eventos de riesgo en la cuenta de resultados de la empresa.
Los riesgos operativos pueden evaluarse de diferentes maneras, más o menos complejas.
- Elaborando listas o matrices de riesgos con los riesgos identificados y las recomendaciones de prevención.
- Utilizando métodos cuantitativos, que se apoyan en matemáticas y estadística para calcular las probabilidades de cada riesgo.
- Recurriendo a la metodología What if… (Qué pasaría si…) para analizar el impacto negativo de una serie de posibles eventos y proponer soluciones.
- Utilizando softwares específicos de gestión de riesgos.
Cada vez más frecuentemente, las empresas implementan sistemas de administración de riesgos operativos, a través de los cuales identifican, evalúan y controlan estos riesgos, contratan coberturas de riesgos y prevén medidas en caso de que se materialicen.
El Risk Manager: la figura encargada de su evaluación
A este respecto, el Risk Manager es el perfil profesional que asume, dentro de la organización, la tarea de gestionar los riesgos a los que se puede enfrentar, tanto operativos como de otro tipo (financieros, de mercado, reputacionales, etc.). Es un puesto que se puede ejercer tanto dentro de la empresa (gerente de gestión de riesgos o Enterprise Risk Manager) como desde una consultoría externa (consultor analista de riesgos), o especializadamente en el campo financiero (Risk Manager de entidades financieras).
Para ejercer cualquiera de ellos es indispensable una formación específica como la que se imparte en el Máster en Gestión de Riesgos Financieros online de UNIR.