Andrés Pascual
¿De verdad va a servirme de algo un programa sobre bienestar en las empresas? Esto es lo primero que se pregunta quien se plantea iniciar una formación tan específica y pionera. La respuesta: por supuesto que sí. Y no solo si quieres convertirte en chief happiness officer.

Estar al día en bienestar corporativo es esencial para todo consultor y líder de equipo, con independencia de tu rol. Afortunadamente, el mercado de trabajo está superando la “titulitis”. Más que la cantidad de títulos que acumula un aspirante, las empresas que contratan tienen en cuenta dos cosas: si el centro educativo que los ha certificado es solvente; y si los contenidos estudiados tienen una utilidad práctica en el día a día. Esto es lo que buscan todos los alumnos –más aún, si cabe, los seniors–: que las clases y materiales en las que invierten tiempo y otros recursos mejoren sus posibilidades de promocionar o acceder a nuevos trabajos que se adecuen a su momento vital.
En el caso del Programa Executive Chief Happiness Officer de UNIR que tengo la fortuna de dirigir, muchos interesados a los que les encantan los contenidos nos preguntan si, además, el título va a potenciar su perfil profesional. Estas dudas son lógicas. A pesar de llevar años trabajando esta forma de liderazgo que ya está implantada en muchas organizaciones, hoy en día aún nos toca lidiar con algunos ejecutivos o comités con prejuicios al respecto. Pero, por fortuna, las salidas profesionales son tan abundantes como diversas. Solo has de abrir un portal de empleo para comprobar que, en muchos procesos selectivos, los departamentos de RRHH están premiando que los aspirantes estén formados en bienestar corporativo. Y, atención, no solo para puestos de CHO, sino para cubrir otros roles que se ven beneficiados con estas habilidades.
Toda empresa quiere managers, directivos o jefes de equipo preparados para potenciar la felicidad organizacional. Cuando hablamos de empresas felices hablamos de gestionar el estrés, mejorar las relaciones entre compañeros, incorporar hábitos saludables, gestionar la incertidumbre, encontrar un propósito y unos valores firmes… Toda empresa quiere personas que dominen estas habilidades. Y el hecho de que sea una materia ya consolidada pero aún pionera hace que pocos aspirantes puedan acreditar esta formación. Si estás certificado en bienestar corporativo, estarás marcando una diferencia con el resto.
Jornada dividida y consultoría
Si hay una palabra que funciona y que está asociada al perfil de un CHO es la proactividad. Son ya muchos los estudiantes que, si bien en el momento de cursar el título estaban trabajando en RRHH o puestos diferentes, tras proponer a sus superiores el dedicarse a la gestión de la felicidad organizacional han logrado generar la necesidad del puesto.
En ocasiones, la posición de CHO se ha creado para ellos; otras veces comienzan dedicando parte de sus horas a esta función. Ambas propuestas son para celebrar. Al fin y al cabo, cuando en una empresa se introduce la magia del bienestar corporativo, ya no hay vuelta atrás. Es una cuestión de números: 44% más en fidelización, 41% menos de absentismo, 55% menos de rotación, 66% menos de bajas laborales, desplome de los niveles de estrés… Por no hablar del llamativo ROI y VOI del bienestar a los que podríamos dedicar un artículo entero.
¿Trabajas en RRHH pero tienes demasiada carga de trabajo y crees que será difícil compaginarlo? Piensa que, cuanto más compleja esté la situación en la empresa, más necesario es implantar iniciativas de bienestar. ¿Crees que es algo demasiado novedoso para un perfil sénior como el tuyo? Estoy convencido de que los años ya trabajados con personas que han depositado en ti su confianza te convierten en el candidato perfecto para esta labor.
Y, cómo no, están las salidas relacionadas con la consultoría. Muchos de nuestros alumnos son profesionales del bienestar (en distintas disciplinas: nutrición, mindfulness, coaching, ejercicio y descanso…) que quieren conectar sus conocimientos con el mundo de la empresa para conseguir clientes en el mundo corporativo. Del mismo modo, muchos consultores, expertos en transformación cultural u otros profesionales autónomos, se certifican con nosotros para incorporar estas estrategias de felicidad organizacional en su porfolio, sabedores de que, si no lo hacen, se estarán quedando atrás.
Desarrollo personal y profesional del propio líder
Hace unas semanas impartí una conferencia en México sobre el liderazgo del bienestar y compartí escenario con Borja Castelar, directivo de LinkedIn, quien habló de la extrema importancia de impulsar nuestras soft skills (mal llamadas habilidades blandas, ya que tienen una importancia extrema; de hecho Borja las denomina power skills).
En este sentido, no podemos olvidar que las habilidades del chief happiness officer, más allá de ser un activo para la búsqueda de trabajo, son una fuente de desarrollo personal para el estudiante. Todo líder del bienestar incrementa su nivel de autoconocimiento y gestión emocional, entre otras muchas habilidades que lo convierten en un ejecutivo más consciente y, por lo tanto, más libre y poderoso.
Cada nueva edición nos regala docenas de testimonios de alumnos que se han certificado. Aquí tienes algunos transcritos de forma textual (en los escaparates del título podrás encontrar otros tantos con sus nombres y roles) para que, sin ninguna intención de hacer autobombo, compruebes la diversa aplicabilidad de lo aprendido a nivel laboral dependiendo del perfil y momento del alumno:
- «Con este programa he adquirido un conocimiento profundo que me ha dado las herramientas para construir mi propia empresa, dedicada al bienestar en las organizaciones».
- «Más allá de una certificación, más allá de una inversión para la empresa, me llevo con mucho cariño todos estos conocimientos porque me han hecho crecer como persona, como hija, como hermana, como pareja».
- «El programa CHO me está siendo de enorme ayuda para reforzar cosas que vengo implantando en mi compañía y para descubrir nuevos puntos de vista».
- «El programa ha sido una experiencia transformadora tanto a nivel personal como profesional. Me ha brindado herramientas prácticas y estrategias para la organización donde trabajo».
- «Cursé el CHO para ser un ente de cambio en mi ambiente de trabajo, pero me he dado cuenta que, de inicio, quien necesitaba cambiar era yo».
(*) Andrés Pascual es escritor y conferenciante, director del Programa Executive Chief Happiness Officer de UNIR.
- Facultad de Empresa y Comunicación