Esta es la increíble historia de una de las dos empresas que producen hisopos para test de Covid-19 en el mundo: Puritan Medical Products, que compite con Copan Diagnostics por un negocio multimillonario.
En marzo de 2020, cuando el Gobierno norteamericano comprendió que los test serían esenciales para combatir el coronavirus, un almirante del Departamento de Defensa llegó a la conclusión de que Puritan era estratégica, pero… sus codueños, dos primos, estaban enfrentados judicialmente desde 2018 por el futuro de la empresa.
En Estados Unidos existen leyes que permiten, en una situación de emergencia, tomar el control de la producción estratégica, pero el Gobierno prefirió estimular a los primos a que buscaran un acuerdo y contribuyeran con su papel estratégico a la lucha contra la pandemia. Lo han conseguido a medias. Una inyección pública de 250 millones de dólares no ha conseguido aplacar una disputa familiar que está enquistada entre Timothy Templet y John Cartwright.
Las discrepancias entre los primos vienen de muy lejos. Se han retrasado inversiones para modernizar las líneas de fabricación, la fuerza laboral ha menguado y las tecnologías de gestión estaban obsoletas. “La parálisis de los socios ha creado una situación peligrosa, dejando a las empresas cerca de un punto en el que algo se va a romper”, se lee en la demanda que Templet presentó contra Cartwright hace unos años.
Una pandemia mortal, una oportunidad comercial extraordinaria y un cuarto de billón de dólares en fondos federales que les han permitido levantar tres instalaciones de producción adicionales en muy poco espacio de tiempo para un negocio que puede llegar a valer más de 4.000 millones de dólares no han sofocado la disputa de los primos. Los registros judiciales muestran que, pese a las amenazas del Gobierno, ambos siguen en sus trece.
Es más, un documento que Templet presentó en mayo sugiere que la pandemia había exacerbado la disputa de los primos: “El tremendo aumento en la demanda de hisopos de Puritan y la necesidad de tomar decisiones para responder a esa demanda se encuentran entre los factores principales que han causado un conflicto crítico y continuo entre Cartwright y Templet”.
En julio, cuando el número de muertos en Estados Unidos superó los 150.000, Templet solicitó una suspensión temporal para que el caso no distrajera a Puritan. Cartwright objetó. Su alegación decía que Templet quería retrasar el juicio para poder “aumentar las cifras de la pandemia”, es decir, las cifras de ventas.
Un familiar dice que los primos apenas se “toleran” entre sí, comunicándose sólo cuando es necesario. “Cartwright y Templet ya no se hablan, ya no toman decisiones conjuntas y, en esencia, ni siquiera pueden estar juntos en la misma habitación”.
Enlace al artículo completo: America’s Covid Swab Supply Depends on Two Cousins Who Hate Each Other
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