John Müller
El entorno laboral, las nuevas fuentes de capital, la sostenibilidad y la participación accionarial son los cuatro puntos que destaca Larry Fink, toda una leyenda de Wall Street.
Larry Fink es una leyenda de Wall Street. Con un patrimonio personal de más de 1.000 millones de dólares, es el presidente y director ejecutivo de BlackRock, la mayor empresa de gestión de activos del mundo, con más de US$ 10 billones (millones de millones) en recursos bajo administración. Miles de inversionistas aguardan con ansias la publicación de su carta abierta a los CEO de las empresas donde invierte.
En esta ocasión, Fink abordó cuatro puntos principales: los cambios en el mundo del trabajo, las disrupciones que están provocando las nuevas fuentes de capital, los desafíos que plantean al capitalismo las nuevas exigencias de sostenibilidad medioambiental y el creciente poder de los inversionistas con derecho a voto en materias de gestión. Junto con ello anunció el lanzamiento de un nuevo Centro para el Capitalismo de Stakeholders, para explorar más a fondo la relación entre el compromiso de los distintos intereses que forman parte de la empresa y el valor para sus accionistas.
Ninguna relación ha sido más afectada por la pandemia que la de empleadores y empleados, advierte Fink. Los trabajadores en todo el mundo hoy esperan más de su empresa, una característica que según el ejecutivo es esencial para que el capitalismo cree prosperidad y fomente la competencia por talento. “Nuestro análisis demuestra que las compañías que forjaron fuertes lazos con sus empleados han visto menores niveles de rotación y mayores rendimientos durante la pandemia”.
La rotación no solo aumenta los gastos, sino que además reduce la productividad y erosiona la cultura corporativa. Los CEO deben preguntarse si mantienen un entorno laboral que les permita competir por talento. “En BlackRock queremos entender cómo esta tendencia está afectando a su industria y a su compañía”.
Respecto a las nuevas fuentes de capital, Fink sostiene que en las últimas cuatro décadas se ha producido una explosión de capital, con activos financieros globales disponibles por cerca de US$ 400 billones en la actualidad. Los bancos ya no son la única fuente de financiación lo que plantea riesgos y oportunidades. La abundancia de liquidez implica que en prácticamente todos los sectores están surgiendo startups innovadores que intentan derribar a los incumbentes del mercado. Los consejeros delegados de compañías consolidadas deben comprender este panorama si desean mantenerse competitivos frente a negocios más pequeños y ágiles. El acceso al capital “no es un derecho. Es un privilegio. Y el deber de atraer ese capital de una manera responsable y sostenible es suyo”, recuerda el jefe de BlackRock.
La mayoría de las partes interesadas en la actividad de una empresa ahora esperan que juegue un papel en la descarbonización de la economía. Por eso, la eficacia para navegar la transición energética será clave en las decisiones de asignación de capital, y, por lo tanto, en el valor a largo plazo de una compañía, dice Fink. “Han pasado dos años desde que escribí que el riesgo climático es riesgo de inversión. Y en ese corto período, hemos visto un cambio tectónico de capital. Las inversiones sostenibles han alcanzado ahora los US$ 4 billones. También aumentaron las acciones y ambiciones de descarbonización. Esto es solo el comienzo”, promete. Todas las empresas y todas las industrias serán transformadas por el paso a un mundo con cero emisiones netas.
Y Fink hace una apuesta: “Los próximos 1.000 unicornios (startups que alcanzan los mil millones de dólares de valoración bursátil) no serán buscadores ni compañías de redes sociales, serán innovadores sostenibles y escalables, startups que ayuden a descarbonizar el mundo”.
Por último, ante el creciente interés de los accionistas en la gobernanza de las compañías listadas en bolsa, BlackRock está utilizando la tecnología para dar a un mayor número de clientes la opción de opinar sobre cómo se emiten los votos por delegación en las empresas en que se invierte su dinero. Actualmente ofrece esta opción a algunos clientes institucionales, incluyendo fondos de pensiones que representan a 60 millones de personas. Pero está trabajando para ampliar ese universo.
“Estamos comprometidos con un futuro en el que todos los inversionistas, incluso los inversionistas individuales, puedan tener la opción de participar en el proceso de votación por delegación”, dice Fink, que llamó a los inversionistas a pedir a su gestor de activos la oportunidad de participar más directamente en el proceso de votación por poder.
Enlace a la noticia de referencia: Larry Fink, el emblemático director de BlackRock, publica su carta 2022 a los CEO de las empresas donde invierte
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