John Müller
Las firmas mantienen en Internet enlaces patrocinados a webs que usurpan servicios públicos, sin prácticamente costes para los ciudadanos, por los que cobran hasta 100 dólares.
Muchas personas que han tenido que viajar a Estados Unidos habrán sido blanco de lo que parece una estafa legal: cuando buscan en Google la página para rellenar el formulario para ingresar en los Estados Unidos, muchas veces salen patrocinados enlaces que redirigen a empresas que te cobran hasta 100 dólares por facilitarte un formulario que en el sitio oficial del Gobierno te cuesta solo 14 dólares. Este engaño basado en webs que usurpan servicios públicos que son casi gratuitos para los ciudadanos, deja pingües beneficios. Google se ha comprometido a dejar de mezclar estos mensajes patrocinados con los enlaces a los servicios oficiales pero esta investigación periodística demuestra que esto no siempre está siendo así.
Este tipo de anuncios son potencialmente engañosos, según la profesora de derecho de Harvard, Rebeca Tushnet. Existen leyes específicas contra la suplantación de la identidad de funcionarios federales y se podría aplicar un principio análogo a la suplantación de servicios públicos federales.
La investigación de The Markup demuestra que buscadores como Google o Bing de Microsoft o incluso el motor de búsqueda DuckDuckGo, facilitan la posibilidad de caer en páginas engañosas.
Estas webs no deben confundirse con el servicio legítimo de gestoría y asesoría que presta ayuda para resolver procedimientos ante el Gobierno. Sin embargo, la investigación The Markup ha demostrado que la línea de separación entre una y otra actividad es muy ambigua.
La Comisión Federal de Comercio de EEUU demandó el año pasado a una empresa llamada On Point Global porque anunciaba sitios web que facilitaban la renovación de la licencia de conducir, la compra de licencias de pesca y la obtención de determinadas ayudas públicas para la vivienda. Los usuarios de On Point pagaban 20 dólares y terminaban recibiendo un PDF que contenía la información copiada directamente del servicio estándar del Gobierno. On Point ganó 63 millones de dólares en un año haciendo esto. Otros negocios como los servicios virtuales de “asistencia” para rellenar formularios generaron hasta 17 millones de dólares anuales.
También el sector sanitario y el de los seguros ha sido blanco de este tipo de publicidad engañosa. Páginas con nombres que evocan servicios públicos y que no hacen más que enmascarar el auténtico servicio estatal se han vuelto muy habituales en los últimos tiempos. Uno de los más comunes son los servicios que enmascaran a las agencias tributarias y que ofrecen ayuda para hacer la declaración de la renta. La Agencia Tributaria de Estados Unidos ha tenido que realizar una campaña advirtiendo de qué hay páginas privadas que cobran por hacer una declaración que el servicio público hace gratuitamente a cada ciudadano.
Enlace al artículo de referencia: Ads Are Impersonating Government Websites in Google Results, Despite Ban
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