John Müller
La aventura televisiva de las telefónicas de EEUU ha llegado a su fin. La estrategia de compras millonarias para compensar la caída de los ingresos de voz y datos con contenidos se ha topado con Netflix.
AT&T, la principal compañía telefónica de EEUU, ha anunciado que segrega su negocio televisivo y que se centrará en otras actividades. Esto significa asumir el fracaso de la estrategia diseñada hace algunos años por el entonces CEO de AT&T, Randall Stephenson, quien apostó por el negocio televisivo como factor de expansión de una actividad de transmisión de voz y datos que veía decaer.
La división televisiva de AT&T era nada menos que la antigua Time Warner, la otrora mayor compañía de medios de comunicación del mundo. Time Warner fue adquirida por AT&T en 2018 por 85.000 millones de dólares. Stephenson, que vio decaer el negocio de voz y datos telefónicos, decidió incursionar en los contenidos, pero la inversión resultó ser desastrosa. Antes de adquirir Time Warner, en 2018, compró la compañía de TV por satélite DirecTV y fue un verdadero fiasco debido a que los norteamericanos han dejado de utilizar las antenas parabólicas para ver televisión y han optado por el streaming de Internet, donde compañías como Netflix son líderes indiscutidos.
La idea era explotar la red telefónica y de Internet de AT&T como canal de distribución de los contenidos de Time Warner que entre otras marcas tenía la cadena HBO, el canal CNN y la productora Warner. El mercado nunca premió esta estrategia. AT&T se sobreendeudó y ha llegado a deber 200.000 millones de dólares, casi lo mismo que vale en bolsa. Stevenson dimitió hace 11 meses y su sucesor ha decidido deshacer el camino andado. En marzo segregó DirecTV, donde AT&T mantiene el 70% y un fondo de inversión el otro 30%. Y ahora ha segregado a Time Warner que se fusionará con Discovery Channel, también en una relación de propiedad de 71%-29%. El problema es que la empresa por la que pagó 85.000 millones hace 3 años ahora ya solo vale 50.000 millones puesto que en la guerra del streaming nadie ha podido disputar la primacía de Netflix.
Mucho más ágil ha sido la segunda mayor empresa de telecomunicaciones de EEUU, Verizon, que hace dos semanas vendió la antigua división de medios que formó con AOL y Yahoo, entregándosela al fondo de capital riesgo Apollo.
Enlace a la noticia de referencia: Las telefónicas de EEUU pierden la batalla de la TV
- Aula Directiva