Apenas un 5% de las 500 personas más ricas del mundo son mujeres que se han enriquecido con su esfuerzo e ideas y no han heredado. Pero esto está cambiando.
Whitney Wolfe es la creadora de Bumble, una aplicación de citas cuyo lema es “las mujeres toman la iniciativa” porque su peculiaridad es que en esta app las mujeres son las que mandan: si bien los match son recíprocos, sólo las usuarias pueden dar el paso de iniciar un contacto. Bumble salió a Bolsa en EEUU el 11 de febrero y Whiney tocó la campana en Wall Street con su hijo de un año en brazos. El valor de la acción se disparó un 67% convirtiendo su participación en un patrimonio de 1.500 millones de dólares.
Wolfe no es una novata en las aplicaciones de citas. Ella es la cofundadora de la famosa app Tinder, nacida en 2011, de la que llegó a ser su vicepresidenta de marketing. De hecho, presume de que el nombre lo escogió ella. Sin embargo, en 2014 dejó la compañía y denunció acoso sexual y malos tratos de su jefe y exnovio, Justin Mateen. Whitney abandonó la compañía con un acuerdo extrajudicial, pero se convirtió en un símbolo de las discriminaciones sexuales que se producen en Silicon Valley.
El mismo año que salió de Tinder, el millonario ruso Andrey Andreiev, fundador de la app de contactos Badoo, le propuso crear otra aplicación de citas donde las mujeres mandaran. Y así nació Bumble. En 2017, Tinder trató de adquirirla por 450 millones de dólares, pero la operación no prosperó. En 2019, el fondo Blackstone tomó la mayoría de las acciones de Badoo y Bumble que tienen más de 40 millones de usuarios en 150 países.
Si quieres leer el artículo de referencia puedes hacerlo en el siguiente enlace: Whitney Wolfe, la multimillonaria más joven del mundo gracias a las citas.
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