John Müller
'The New York Times' ha comprado ‘Wordle’, el juego de palabras que ha arrasado en las redes sociales por al menos un millón de dólares.
Según anunció el periódico, que ha estado dando creciente importancia a los crucigramas y a las recetas de cocina para alcanzar su objetivo de llegar a 10 millones de suscriptores en 2025, el precio de ‘Wordle’ ha alcanzado las siete cifras, aunque aclara que permanece en la “franja inferior” de ese monto. Se entiende, por lo tanto, que ha pagado por lo menos un millón de dólares, pero el precio podría ser sustancialmente mayor.
‘Wordle’, que según el ‘Times’ inicialmente seguirá siendo gratuito, fue adquirido a su creador, Josh Wardle, un ingeniero de ‘software’ de Brooklyn que ideó este juego como un guiño romántico a su pareja, Palak Shah, una trabajadora social de origen indio, aficionada a los juegos de letras clásicos, para que se ejercitara durante la pandemia. Wardle comenzó a compartirlo con sus familiares y, como vio que tenía éxito en Whatsapp, decidió crear un sitio en la web y el boca oreja hizo el resto. El 1 de noviembre jugaron 90 personas. Y el domingo 2 de enero, apenas dos meses después, más de 300.000 personas entraron en la web.
Las reglas del juego
La mecánica del juego es sencilla, eficaz y adictiva. Al abrir su web, el usuario se encuentra con una rejilla de cinco cajas de ancho por seis cajas de alto con un teclado clásico debajo. Wordle te propone encontrar la palabra del día, que tiene cinco letras, y para ello el usuario tiene seis intentos.
Cuando una letra aparece en verde es que forma parte de la palabra y está en el lugar correcto de la tabla. Si aparece en amarillo es que está en la palabra, pero no en la posición adecuada. Las grises no forman parte de la palabra final.
Inicialmente, no se podía presumir de los resultados en redes sociales, pero cuando Wardle se dio cuenta de que la gente empezaba a hacerlo, programó una forma para que pudieran compartir su resultado mediante un gráfico con filas de cinco ladrillos, generando figuras que se pueden compartir y se han convertido en un paisaje habitual en las redes sociales.
Wordle un juego adictivo
Uno de los factores que lo han hecho adictivo es que sólo se puede jugar un desafío cada día. Eso, según Wardle, impuso una sensación de escasez, que dijo que estaba inspirada en parte en Spelling Bee, un juego que deja a la gente con ganas de seguir jugando.
‘Simplejidad’ es un término acuñado por Jeffrey Klueger que significa hacer fácil lo difícil, y es idóneo para explicar el fenómeno de Wordle. En un tiempo donde todo el mundo ‘ticktokea’ o presume en Instagram sobre su estilo de vida, todo ocurre a ritmo vertiginoso y la capacidad de atención es reducida, un juego clásico está causando furor. Wordle bebe de ambos mundos: apela a los que, saturados de información y estímulos continuos, demandan sencillez, pero también satisface a los que buscan viralidad en la red.
La adquisición tiene sentido para ‘The New York Times’ que “sigue centrado en convertirse en una suscripción esencial para todos los angloparlantes que quieren entender y participar en el mundo”, dijo la empresa en un comunicado. “El Departamento de Juegos es una parte clave de esa estrategia”, agrega. El pasado mes de noviembre el diario neoyorquino, considerado uno de los más influyentes del mundo, afirmó en su informe de resultados que cuenta con cerca de 8,4 millones de suscriptores.
Enlace a la noticia de referencia: The New York Times compra el exitoso ‘Wordle’ por más de un millón de dólares
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