Román Rodríguez Curbelo
La pandemia de Covid-19 ha demostrado la importancia de la seguridad psicológica en los entornos laborales de las empresas, y de los liderazgos y la cultura de equipo como garantías de fidelidad.
El Team-mómetro, desarrollado exclusivamente en este máster, está inspirado en la metodología AGILE, una forma de ver el mundo más adaptable y ágil mediante la retrospección, un término de raíces latinas que refiere a “lo que ocurrió anteriormente”.
Esta herramienta es una oportunidad para la persona y para el equipo en su conjunto de observarse, de analizarse, y de crear un plan de mejora en cualquier organización que pueda iniciarse de inmediato con vistas a que impacte en lo que hace el equipo, en cómo lo hace, en los resultados y en el desarrollo y la madurez del grupo.
Una alianza común
El director del Máster en Liderazgo y Desarrollo Personal de UNIR, Israel Carrasco, concede más importancia al proceso hasta conseguir resultados que a éstos mismos, y a estar preparados para repetirlo en un futuro. “Así se alcanza un éxito sostenible a través del crecimiento de las personas. Y sin quemarse por el camino”, subraya.
Con el Team-mómetro se intenta establecer una alianza común en las primeras reuniones conjuntas para definir y conocer límites, y para que los compañeros sepan qué pueden y qué no pueden hacer, sin entrar en mayores interpretaciones.
Se tratan aspectos como la puntualidad en las reuniones, la toma de decisiones dentro del equipo, el uso de móviles y ordenadores durante los encuentros, la agenda diaria, los roles de cada uno, las formas de resolver conflictos o las consecuencias de incumplir las resoluciones adoptadas.
“Además, abordan todos lo que significa para ellos las cuatro ces de un equipo: confianza, comunicación, coordinación y compromiso. Y en tres dimensiones: con el equipo, con los resultados y con la calidad o excelencia”, añade Carrasco.
Cuatro conceptos que en ocasiones pueden suscitar significados distintos entre las personas. La alianza común busca salvar ese posible escollo porque se concretan los términos, se les dota de significado grupal y se “bajan”, por así decirlo, a los comportamientos, que son verdaderamente observables y, por lo tanto, evaluables.
Esta “toma de temperatura” del equipo se debe celebrar cada tres o cuatro semanas de forma individual y anónima. ¿Se verán iguales todos los integrantes del grupo? “La responsabilidad del personal es analizar los resultados y definir acciones enfocadas en la mejora continua”, subraya Carrasco.
Unos resultados que facilitarán una discusión “sana, transparente y honesta” y, en consecuencia, contribuirán a la madurez del equipo.
Un laboratorio de comportamientos
En el Máster en Liderazgo de UNIR todo pivota en torno a un proyecto central del curso: “Leadership Challenge”. Carrasco recalca que, en el fondo, es una excusa, un contexto, una especie de laboratorio en el que cada estudiante puede probar nuevos comportamientos, nuevas formas de comunicarse, de empatizar, liderar y de estar al servicio del resto. Todo ello en un entorno seguro, rodeado de compañeros que recibirán (y darán) opiniones sobre cada cual.
“Mi misión como docente es acompañarlos, apoyarlos y orientarlos en función de su situación y de sus necesidades. cada uno tiene su coach personal”.
El programa del posgrado se basa en lo que han denominado “inteligencias múltiples del líder”, inspirado en la teoría de las inteligencias múltiples diseñada de Howard Gardner. De ahí derivan cinco formas de inteligencia, según el director del máster.
La inteligencia intrapersonal, entendida como la capacidad para liderarse cada uno a sí mismo; la interpersonal, que engloba la comprensión de otras personas y de comunicarse adecuadamente, o la inteligencia emocional, que ayuda a entender y a gestionar los estados emocionales propios y a empatizar con los demás.
También tratan la inteligencia colectiva, con la que se construye y desarrollan equipos de alto rendimiento; y la posibilidad de observar el mundo con una mirada distinta, singular, y por lo tanto de encontrar nuevas soluciones individuales y colectivas: la inteligencia creativa.
Seguridad psicológica
La profesora de la Harvard Business School Amy Edmondson define la “seguridad psicológica” como la creencia compartida por compañeros de un mismo grupo de trabajo de que el entorno es seguro en la asunción de riesgos interpersonales. Es una sensación de confianza en que el equipo no avergonzará, rechazará o castigará a nadie por decir en alto lo que piensa.
Carrasco entiende que este concepto es crucial para construir equipos de alto rendimiento y bajo una cultura de permanente creatividad e innovación.
Por lo tanto, el Team-mómetro resulta en este sentido una herramienta “valiosísima” tanto para las grandes como para las pequeñas organizaciones. “El primer mecanismo de generación de cultura en los equipos es el líder: cómo se mueve, qué dice, cómo corrige, qué aporta, cómo resuelve conflictos… Y su coherencia”, explica el docente.
Nunca sopla viento favorable para el barco que no sabe a dónde va
Este cuidado en la forma de trabajar es fundamental para dicha seguridad psicológica, hasta el punto de que son el líder y la cultura de equipo quienes aseguran realmente un rendimiento sostenible, más allá de las condiciones laborales. De hecho, la mayor diferencia entre empresas durante la pandemia de Covid-19, un hecho inédito para varias generaciones en el mundo, ha sido la gestión de la crisis con un sentido de equipo, según el académico.
Muchas compañías sirven de buenos ejemplos en este sentido y hasta han fortalecido lazos con sus empleados a lo largo de estos años de pandemia. Pero otras no tanto, como demuestran las decisiones de muchas personas de abandonar sus empleos en cuanto las condiciones se los ha permitido.
“Nunca sopla viento favorable para el barco que no sabe a dónde va”, dijo el filósofo romano Séneca, citado por Carrasco. Y añade que ese buque debe recordar también el puerto de donde ha zarpado. “El autoconocimiento es imprescindible para saber dónde estamos como personas y como equipo, y hacia dónde vamos, cuál es nuestro propósito y cuáles son nuestra dirección y sentidos de avance”, asegura.
El Máster en Liderazgo y Desarrollo Personal de UNIR aporta así los conocimientos y las competencias que garantizan un buen porvenir a las compañías de hoy en día.
