Garantizar la seguridad de los alimentos o supervisar el control de calidad son algunas de las funciones del tecnólogo de alimentos, una profesión esencial para el sector.
En los últimos años, la innovación se ha ido incorporando al sector primario para optimizar los recursos y ofrecer garantías en la cadena de distribución. Son muchas las profesiones relacionadas con este ámbito, entre las que destaca el tecnólogo de alimentos.
La figura del tecnólogo de alimentos es fundamental para la industria. Se trata de un profesional que tiene como misión garantizar la calidad y seguridad de los alimentos, y velar por su valor nutricional.
Para llevar a cabo su trabajo, estos expertos altamente cualificados combinan disciplinas tecnológicas y científicas para evaluar y garantizar que los productos alimenticios sean seguros, así como incorporar medidas para mejorar los procesos de producción.
Son numerosos los riesgos que deben controlar y minimizar los tecnólogos de alimentos para evitar que los productos perjudiquen la salud de los consumidores. Tipos de riesgos existentes:
- Físicos: provocados por sustancias externas nocivas (plásticos o metales, por ejemplo).
- Químicos: los pueden provocar elementos incorporados en el proceso de producción como colorantes o conservantes
- Biológicos: por la presencia de algunas bacterias dañinas.
Las funciones de un tecnólogo de alimentos
A grandes rasgos, el tecnólogo de alimentos es el encargado de velar por la seguridad de la producción de alimentos en empresas e instituciones del sector. Algunas de sus funciones principales son:
- Desarrollo de productos: los tecnólogos participan en la formulación y desarrollo de nuevos productos alimentarios realizando las tareas de laboratorio para ajustar las características del producto y garantizar su seguridad.
- Control de calidad: una de las funciones principales de estos profesionales. Su misión es realizar análisis y pruebas que garanticen el cumplimiento de los estándares de seguridad y calidad establecidos por el mercado.
- Investigación: el trabajo de un tecnólogo de alimentos es constante y, dentro de sus tareas, se encarga también de estudiar nuevas herramientas para mejorar el procesado de alimentos o su conservación.
- Seguridad: velando por la seguridad de los productos. Para ello, establece prácticas y protocolos con los que garantizar y solventar los posibles problemas que puedan aparecer. Además, también se encarga de asegurarse que los productos cumplan con las normas legislativas y de etiquetado.
- Optimización: participa en la planificación de proyectos relacionados con la producción de alimentos e investiga formas de optimizar su eficiencia y rentabilidad.
Formación y cualidades de un tecnólogo de alimentos
Además de una serie de soft skills como pueden ser las habilidades comunicativas, el aprendizaje constante o una buena red de contactos, el tecnólogo de alimentos es un perfil técnico que requiere de una formación altamente cualificada.
En este sentido, es necesario disponer del título universitario de Ciencia y Tecnología de los Alimentos o Ingeniería de los Alimentos. Dentro de estos estudios, los expertos adquieren conocimientos en química, biología, seguridad alimentaria o procesado de alimentos.
La experiencia también es un grado en la profesión, por eso es importante que los alumnos recién titulados realicen prácticas en empresas e instituciones en las que descubren la parte más práctica de la tecnología de los alimentos. Esto le permitirá desarrollar habilidades técnicas a la hora de realizar pruebas de laboratorio o someter los productos a un control de calidad.
Además, es fundamental mantenerse actualizado. Las normativas y leyes de la industria alimentaria van cambiando y adaptándose, al igual que lo hace la propia industria con nuevos procesos, tendencias y avances tecnológicos.
Es habitual que los tecnólogos de alimentos complementen su formación con cursos o estudios de posgrado, como el Máster en Transformación Digital en el Sector Agroalimentario de UNIR, una formación que profundiza en el desarrollo e implantación de tecnologías, procesos y productos de nueva generación en la industria agroalimentaria.
Oportunidades laborales de un tecnólogo de alimentos
La tecnología de los alimentos es transversal a toda la cadena de producción alimentaria, por eso, el tecnólogo cuenta con varias salidas profesionales:
- Industria alimentaria: desarrollo de productos, control de calidad, innovación o gestión de proyectos.
- Laboratorios: investigación y análisis en universidades, centros públicos y privados o empresas.
- Asesoramiento: apoyo legal y técnico para todo tipo de organismos relacionados con el sector.
- Regulación: supervisión y control de la industria alimentaria y participación en el desarrollo de normativas.
En general, el tecnólogo de alimentos es una opción laboral con un buen salario debido a sus requisitos técnicos. Aunque depende de la experiencia y la empresa o institución para la que trabaje, de media su sueldo ronda los 27.000 euros anuales.