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Optimizar la gestión de los flujos de caja, es decir, entradas y salidas de dinero, es imprescindible para la supervivencia de una empresa. De ello, se encarga el tesorero de una empresa.
El tesorero de una empresa es la persona que administra el dinero. Este directivo se encarga de gestionar todo lo relacionado con los movimientos de dinero (el cash flow o flujo de caja) dentro de la sociedad.
Se trata del puesto que planifica la tesorería de la compañía, tomando las medidas necesarias para garantizar que haya siempre liquidez en la empresa, atender a tiempo todas las obligaciones económicas adquiridas y optimizar el uso de los recursos financieros disponibles. Su papel es que la empresa tenga en todo momento los recursos necesarios para garantizar la continuidad de su actividad.
Ser tesorero de una empresa implica asumir la gestión monetaria de la compañía. Esto incluye las siguientes funciones:
- Planificar la política de cobros y pagos mediante la elaboración del presupuesto anual de tesorería, y controlar los flujos monetarios en el día a día, tanto salidas como entradas de dinero. Es decir, el tesorero planifica y supervisa los pagos a empleados y proveedores, los cobros a clientes, etc., seleccionando los medios de cobro y pago más adecuados para cada caso (transferencias, cheques, pagarés, remesas, etc.).
- Controlar los recursos monetarios de que dispone la empresa: el tesorero actualiza los saldos bancarios y también asume las negociaciones con los bancos para contratar los productos que mejores condiciones de rentabilidad, liquidez y seguridad proporcionen, y para reducir los gastos de los servicios bancarios y de la financiación contratada.
- Gestionar los riesgos asociados a las operaciones de tesorería: riesgos de liquidez, de tipo de cambio, de crédito a clientes, etc., contratando las coberturas de seguros oportunas.
- Tomar medidas correctoras en caso de desviaciones sobre lo planificado o situaciones que puedan poner en peligro la liquidez de la compañía.
- Llevar el control de la gestión de tesorería. Esto implica la realización de documentos para el cierre mensual contable, la elaboración de informes para otros departamentos de la compañía o para cumplir con las obligaciones legales y estadísticas requeridas. El tesorero también custodia el efectivo que hay en caja y toda la documentación.
¿Cómo ser tesorero? Estudios necesarios
Para trabajar como tesorero de una empresa es imprescindible poseer conocimientos financieros avanzados. La vía para obtenerlos es cursar un Grado en Finanzas y Contabilidad. Se trata de una titulación universitaria que proporciona conocimientos, tanto teóricos como prácticos, sobre contabilidad, finanzas, fiscalidad, organización de empresas o tributación, entre otras materias. Además, sus egresados adquieren competencias en otras materias fundamentales de los ámbitos económicos, jurídicos, matemáticos y estadísticos.
En cuanto a las habilidades específicas recomendadas para ser tesorero, se trata de un puesto adecuado para personas que tengan capacidad de análisis y de comunicación, y posean dotes negociadoras. Deben ser capaces de tomar decisiones en contextos de presión, así como organizadas para poder desempeñar con solvencia varias tareas a la vez. Además, cualquier tesorero debe estar familiarizado con programas informáticos como Excel, visualizadores de datos y ERPs, con los que trabajará habitualmente para gestionar de forma más eficiente la información que maneja.