Eva Asensio del Arco
El nuevo programa académico To.do ofrece un modelo de aprendizaje único. Está especialmente orientado a jóvenes nativos digitales, de entre 17 y 21 años, que reclaman nuevos formatos para cursar sus estudios superiores.
Existe una nítida demanda entre jóvenes nacidos a comienzos de este siglo. Ellos se plantean estudiar cada vez más una carrera en línea, porque consideran que la universidad tradicional no responde a sus necesidades.
La pandemia actual ha incrementado esta situación, pero la tendencia había comenzado a vislumbrarse mucho antes de la irrupción del Covid-19. Las universidades ya mostraban una brecha importante con la sociedad. Requerían mayor digitalización, entre otros retos principales. Desde ahora se añade otra brecha con los estudiantes de la nueva generación.
Los llamados centennials son nativos digitales. Se trata de jóvenes críticos, exigentes y volátiles. Se caracterizan por estar siempre conectados a dispositivos móviles y por su familiaridad con la tecnología. Por ello, demandan una formación de excelencia y a la carta, con un formato distinto al que imparte la educación universitaria convencional.
Ellos rechazan las clases magistrales. Valoran la formación rápida, práctica y enfocada a la empresa. Asimismo, tienen un perfil autodidacta y necesitan que el profesor sea algo más que un transmisor de conocimientos.
Formatos de aprendizaje alternativos
Los centennials buscan formatos de aprendizaje alternativos. Hay varios casos de innovación para ellos en EE.UU., como la Universidad de Arizona o Minerva. Esta última recibe cuatro veces más solicitudes que Harvard (20.000 peticiones anuales para 400 plazas). Es una plataforma en línea sin libros ni aulas, con feedback casi inmediato del rendimiento del alumno. Los estudiantes viajan por 7 países (Argentina, India, Taiwán, Corea del Sur, Inglaterra, Alemania, EE.UU.) y aprenden en un espacio virtual con el profesor y en colaboración con otros estudiantes.
Estudiar en línea no consiste en seguir las clases a través de Zoom, sino en algo mucho más enriquecedor.
La tendencia se va a extender a España. No como lo que hemos visto estos meses, a raíz de la pandemia. Estudiar en línea no consiste en seguir las clases a través de Zoom, sino en algo mucho más enriquecedor.
Sin dudas, los centennials integran un grupo estratégico: representarán el 75% de la fuerza laboral en 2025. UNIR, que siempre ha posicionado al estudiante en el centro de su actividad y ofrece un método de enseñanza adecuado a sus demandas y a las del mercado laboral, ha decidido atender el reclamo de aquellos jóvenes que reclaman otra manera de estudiar.
Contenidos disruptivos
Esta Universidad ha comenzado a impartir el Grado oficial To.do con doble Titulación en ADE e Impact Learning. Esta propuesta académica ofrece una metodología y contenidos muy innovadores y disruptivos, adaptados especialmente para centennials.
El Grado To.do está diseñado para aquellas personas que consideraban las clases tradicionales en aulas físicas aburridas y repetitivas, basadas solo en memorizar. El objetivo es formar a jóvenes que piden una forma de aprendizaje adecuada a sus hábitos de vida. Ellos ya están acostumbrados a trasladar el trabajo, los estudios y el ocio a Internet, por lo que reclaman cada vez más tener acceso a un servicio esencial como la educación superior en línea.
Se trata de una experiencia única en un entorno virtual de aprendizaje y transformación profesional del alumno, más allá del ámbito educativo tradicional. En el primer año el alumno inicia el Grado oficial de Administración y Dirección de Empresas, con asignaturas comunes, y a partir del segundo curso puede seguir con esa titulación o bien decantarse por uno de estos otros cuatro grados oficiales: Contabilidad y Finanzas, Marketing, Recursos Humanos, y Publicidad.
La metodología Impact Learning aporta dos innovaciones. En primer lugar, el aprendizaje colaborativo: el estudiante no se forma mediante clases pasivas, sino que en grupos reducidos de 25 personas analiza, investiga y trabaja en colaboración con el profesor y otros alumnos para ‘aprender haciendo’.
Además, el estudiante participa en hackathons (eventos presenciales de cocreación) que se organizan en varias ciudades de España; y en bootcamps (o cursos breves de entrenamiento) en distintos países (Chile, Alemania, Estonia); realiza prácticas internacionales de seis meses; y finalmente hace un Programa de Liderazgo en Miami, de forma que el Grado combina la enseñanza virtual con la presencialidad, pero de alto impacto.
Y en segundo lugar, el Grado en ADE Impact Learning de UNIR está enfocado al mundo profesional. Desde el primer curso, el alumno “adopta” un negocio y aborda casos reales de empresas; posteriormente debe resolver retos colectivos propuestos por compañías de primer nivel y exponer la solución ante los directivos. Adquiere así visión empresarial y va construyendo un portfolio que incorpora a su currículum profesional.
Perfil versátil y creativo
El objetivo es dotar al estudiante del perfil versátil y creativo que actualmente demandan las empresas. Estas ya no se conforman con que el candidato posea un título, sino que piden que tenga una serie de soft skills. El Grado To.do en línea de UNIR proporciona cuatro súper competencias: pensamiento crítico, creatividad, resolución de problemas y toma de decisiones. Además de la capacidad de trabajar en equipo, otra herramienta especialmente valorada en el mundo profesional.
El Grado To.do permitirá que los estudiantes aprendan a través de la inspiración, por medio de herramientas y de profesores nativos digitales, como ellos.
De este modo, se enfoca en una nueva realidad. Permitirá que los estudiantes aprendan a través de la inspiración, por medio de herramientas y de profesores nativos digitales, como ellos. También podrán vivir en primera línea y ser protagonistas de viajes experienciales a distintos destinos como Alemania, Estonia, México o EE.UU. Aprenderán junto a estudiantes de otros países.
La experiencia de estudiar en línea ofrece además la posibilidad de conocer otras culturas, costumbres y empresas diferentes que les enriquecerán como personas y profesionales. Otra de las grandes ventajas de esta propuesta académica es la flexibilidad. Si el mundo profesional es cada vez más flexible, es hora de que Universidad también lo sea.
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