Francisco Oleo
Alexandra Santamaría, docente del Grado en Traducción e Interpretación de UNIR, premiada con el 'Rising Star Scholarship', el Óscar de los docentes en el ámbito de la industria de la traducción, reflexiona sobre cómo la IA va a cambiar para bien esta profesión.
Alexandra Santamaría Urbieta, docente en el Grado en Traducción e Interpretación y futura coordinadora del grado, ha sido galardonada con el premio ‘Rising Star Scholarship’ para docentes que otorga GALA (Globalization and Localization Association), una organización internacional sin ánimo de lucro enfocada en la industria global de servicios y tecnologías lingüísticas, que comprenden la traducción, la interpretación, la internacionalización, la globalización y la localización.
Son algo así como los Óscar del mundo de la traducción, que otorga esta asociación a la que pertenecen la mayor parte de las empresas de traducción que ofrecen servicios lingüísticos y tecnologías relacionadas con el lenguaje. GALA actúa como un vínculo entre todas ellas y, además, también estrecha lazos con el mundo académico para estar al tanto de las novedades y de las necesidades del sector.
Este año, a los participantes se les pedía que escribieran un ensayo al estilo de una entrada de blog y un vídeo corto que explorara el impacto de la inteligencia artificial en la educación y las futuras carreras.
El premio que ha recibido Alexandra Santamaría consistía en la redacción de un ensayo en el contexto de la enseñanza de traducción en la era de la IA. Los candidatos debían enfocarse en los cambios que deben afrontar los docentes de traducción e interpretación como consecuencia de la irrupción de estas nuevas tecnologías y proponer estrategias para incorporarlas en el aula de manera que el alumno salga al mercado laboral lo mejor preparado posible. Además del ensayo, era necesario también crear una infografía y un vídeo que apoyara el texto escrito.
“Este premio supone un reconocimiento a la labor que realizo en el aula estrechando lazos entre el mercado laboral y el aula de traducción”, afirma la profesora de UNIR premiada, que considera que “como docentes debemos estar conectados con el mundo real, con el mundo laboral fuera de la universidad, y es nuestra obligación ofrecer a nuestros estudiantes una educación completa que responda a las necesidades actuales para que, cuando terminen sus estudios, sientan que están lo mejor preparados posible. Soy una firme defensora del aprendizaje a lo largo de la vida y este premio supone un reconocimiento a mi trabajo para estar al día de las novedades del mercado de la traducción”, asegura.
Pregunta: ¿En qué consiste el proyecto por el que has sido premiada y cuál era tu objetivo?
Respuesta: El ensayo Navigating the Babelverse: teaching in an AI Wonderland pretende ser un símil entre la incorporación de la inteligencia artificial en el aula universitaria y el mundo de ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Trata de explorar el impacto de la IA en la educación y la industria global de servicios lingüísticos.
A lo largo de mi trabajo analizo cómo la inteligencia artificial transforma la traducción y la localización, y al mismo tiempo crea un entorno caótico pero lleno de oportunidades.
El ensayo defiende la necesidad de adaptar la enseñanza para integrar tecnologías de IA, mientras se preserva la creatividad y el juicio humano en la traducción. Intento resaltar la importancia de equilibrar el uso de la tecnología con el desarrollo de habilidades humanas críticas.
Seleccioné este tema porque me pareció que era una forma ideal de que cualquier persona entendiera el impacto que tiene la IA en el aula universitaria y que, como docentes, tenemos dos alternativas: negar la existencia de la IA y no incluirla en clase, o aceptar que existe e incorporarla en el aula.
Alicia se rinde a las maravillas del mundo nuevo que descubre y creí que era una muy buena manera de mostrar a los lectores que los docentes también deberíamos rendirnos a las maravillas de la inteligencia artificial, pero siempre siendo conscientes de que el arte de la traducción debe seguir siendo la base de nuestra docencia. Muchas veces nos dicen que el trabajo del traductor va a desparecer y lo que se pretende con este ensayo es demostrar que esto no ocurrirá, sino que se va a adaptar a las nuevas realidades tecnológicas y del mercado que se nos presentan.
P: ¿Qué papel puede jugar la IA en el presente y futuro de la traducción?
R: La inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar el futuro de la traducción al automatizar tareas repetitivas y mejorar la eficiencia de los traductores humanos. La IA puede facilitar la traducción de grandes volúmenes de texto y ofrecer sugerencias contextuales. Sin embargo, es crucial equilibrar su uso con la preservación de la creatividad y el juicio humano, para siempre asegurar una traducción precisa y culturalmente relevante.
P: La tecnología ha avanzado enormemente en los últimos años en todo lo que supone transcripción de textos, traducciones, interpretaciones… Se habla hasta de implantes de chips que nos harán hablar el idioma que queramos. ¿Tienes miedo de perder tu trabajo, tu profesión a manos de las máquinas, como se dice una y otra vez con la extensión de la digitalización y la llegada de los robots y los sistemas autónomos?
R: Esta es una pregunta que nos hacen constantemente, incluso los alumnos nos la plantean durante las sesiones. Y no, no tengo miedo a perder mi trabajo. Las nuevas tecnologías, incluida la IA, son herramientas poderosas que pueden mejorar nuestra eficiencia y precisión. Sin embargo, la traducción y la interpretación requieren habilidades humanas únicas como la creatividad, el juicio cultural y la empatía, que las máquinas aún no pueden replicar completamente. En lugar de reemplazarnos, las máquinas nos complementan, permitiéndonos centrarnos en los aspectos más complejos y creativos de nuestro trabajo.
No tengo miedo a perder mi trabajo como consecuencia de las nuevas tecnologías. La traducción y la interpretación requieren de habilidades humanas únicas como la creatividad y la empatía.
P: Entonces, ¿crees que siempre será necesario que haya detrás una persona, y no solo para programar y crear esa tecnología que nos ayude a traducir?
Sí, siempre será necesario que haya personas detrás de la tecnología de traducción no solo para programarla y crearla, sino también para supervisar y mejorar sus resultados. La traducción implica matices culturales, contextuales y emocionales que las máquinas aún no pueden comprender por completo.
Los traductores humanos aportan creatividad, juicio y sensibilidad cultural que son esenciales para una traducción precisa y efectiva. Además, los profesionales pueden intervenir en situaciones complejas o delicadas que requieren una comprensión profunda del contexto y de la intención del mensaje.
P: ¿Qué perfil debe tener y qué claves seguir un buen traductor o traductora? ¿Con qué formación, conocimientos o criterios es necesario contar?
R: La verdad es que, en rasgos generales, un buen traductor combina una educación formal con habilidades lingüísticas, traductológicas, conocimiento cultural, especialización técnica y, principalmente, un compromiso continuo con el aprendizaje y la mejora profesional.
Para ser un buen traductor es fundamental contar con una formación académica sólida, generalmente obtenida (aunque no únicamente) a través de un grado en traducción e interpretación. Este conocimiento formal proporciona una base esencial en gramática, sintaxis y semántica, además de habilidades prácticas en la traducción.
El dominio nativo o casi nativo de las lenguas de origen es crucial, así como una comprensión profunda de las culturas y lenguas de trabajo. La capacidad de entender y respetar los matices culturales asegura que las traducciones no solo sean precisas, sino también culturalmente adecuadas, contextualmente correctas y también se ajusten al encargo.
Además, la especialización en campos como la medicina, el derecho o la tecnología puede ser extremadamente beneficiosa. Un traductor especializado puede manejar terminología y contextos complejos con mayor facilidad, lo que le permitirá realizar traducciones más precisas y relevantes.
Como no podía ser de otra manera, las habilidades técnicas son indispensables en el mundo actual de la traducción. El manejo de herramientas de traducción asistida por ordenador (herramientas TAO) y otros softwares especializados aumentan la eficiencia y la precisión del trabajo del traductor.
Las habilidades técnicas son indispensables en el mundo actual de la traducción. El manejo de herramientas de traducción asistida por ordenador y otros softwares especializados aumentan la eficiencia y la precisión del trabajo del traductor.
Por otro lado, la revisión y la edición minuciosa son también aspectos claves del proceso de traducción. Un buen traductor debe tener un ojo agudo para los detalles y se asegurará de que cada documento haya sido revisado y editado cuidadosamente para garantizar su calidad. La capacidad de analizar y estudiar términos y contextos específicos también es fundamental para mantener la precisión y la relevancia.
Alexandra Santamaría, tercera por la izquierda, con otros premiados y organizadores del evento.
Finalmente, un buen traductor debe comprometerse con el aprendizaje continuo. Mantenerse actualizado con las últimas tendencias y avances en traducción y nuevas tecnologías es vital para seguir siendo competitivo y eficaz en este campo en constante evolución. Esta combinación de educación traductológica, habilidades lingüísticas y técnicas, comprensión cultural y dedicación al desarrollo profesional continuo define, en mi opinión, al buen traductor.
P: Hablar, escribir, depende de tantos factores: de las personas, de los matices, de la cultura, del nivel formativo y social, de las intenciones reales sobre lo que se dice, de la oportunidad y el momento concreto, del tiempo disponible… ¿Cómo se llega a la esencia de lo que se quiere traducir?
R: Llegar a la esencia de lo que se quiere traducir implica un entendimiento profundo de varios factores. En primer lugar, resulta fundamental conocer bien a las personas involucradas, sus matices culturales y su contexto social y formativo. Cada palabra y frase tiene un peso específico dependiendo de la cultura y la intención del hablante, por lo que es vital captar estas sutilezas.
Cada palabra, cada frase tiene un peso específico dependiendo de la cultura y la intención del hablante, por lo que es vital captar estas sutilezas.
El contexto es igualmente importante. La oportunidad y el momento en el que se dice algo pueden alterar significativamente su significado. Por ejemplo, una misma expresión puede tener diferentes connotaciones dependiendo de si se utiliza en un entorno formal o informal, o si se produce antes o después de un acontecimiento político.
Además, las intenciones reales detrás de las palabras desempeñan un papel crucial. Un traductor debe ser capaz de discernir no solo el significado literal de las palabras, sino también lo que el emisor realmente quiere transmitir o lo que el cliente, a través de su encargo, necesita. Esto puede implicar emociones, sarcasmo, humor o cualquier otra intención subyacente que no sea inmediatamente evidente a través de las propias palabras.
En resumen, para llegar a la esencia de lo que se quiere traducir, es necesario combinar habilidades lingüísticas con un profundo entendimiento cultural, social y contextual, además de una aguda percepción de las intenciones del emisor y del contexto en el que se produce la comunicación; así como saber lo que cliente requiere en cada encargo. Esto implica no solo conocimiento y técnica, sino también sensibilidad y empatía para captar y transmitir fielmente el mensaje original.
P: ¿Qué aporta UNIR y su Grado de Traducción e Interpretación a sus alumnos y cuál es la diferencia frente a otras universidades?
R: UNIR ofrece a sus alumnos una combinación única de flexibilidad, innovación y enfoque práctico de la que no necesariamente gozan el resto de las universidades que ofertan el Grado en Traducción e Interpretación.
La metodología de aprendizaje online característica de nuestra universidad se adapta a las necesidades de cada estudiante, puesto que combina clases en directo con sesiones grabadas y material disponible en cualquier momento. Esto permite una formación personalizada y compatible con otras responsabilidades.
Además, el Grado en Traducción e Interpretación de UNIR se destaca por su enfoque práctico y orientado al mercado laboral. Los estudiantes reciben formación en las últimas herramientas tecnológicas de traducción y localización, que consideramos esenciales en la industria actual.
Promovemos la formación en el mayor número de especializaciones, con asignaturas como la Traducción Audiovisual, la Turística, además de las tradicionales como la Traducción Literaria y la Jurídico-Económica.
Por otro lado, ofrecemos tres modalidades de interpretación (bilateral, consecutiva y simultánea). Todo ello garantiza una formación integral que abarca múltiples áreas del campo. Asimismo, intentamos estar al tanto de todo lo que ocurre en el mercado laboral y, por ello, ofrecemos talleres complementarios que se adaptan a las nuevas realidades. Esta necesidad de mejora continua nos lleva a ofrecer a los estudiantes asignaturas y contenidos permanentemente actualizados que les convertirán en profesionales de éxito de la traducción y la interpretación.
UNIR fomenta una relación estrecha entre estudiantes y profesores, lo que facilita un seguimiento personalizado del progreso académico y profesional. Esta interacción, junto con la posibilidad de realizar prácticas en empresas y proyectos reales, prepara a los estudiantes de manera efectiva para enfrentar los desafíos del mercado laboral.