Román Rodríguez Curbelo
El profesor, premiado a lo largo de su carrera como escritor y poeta, comparte su experiencia en el Máster en Literatura Española y Latinoamericana de UNIR, cuyo programa hace justicia con las mujeres escritoras y reivindica la importancia de investigar en este arte.
Andrés Porlán siempre ha sido un apasionado de la literatura y por eso estudió Filología Hispánica y se dedicó a la enseñanza del español. Pero solo cuando cursó el Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española y Latinoamericana de UNIR se percató de que, además de aprender lo que otros decían sobre las obras literarias, también él quería profundizar en ellas a su modo.
Su idea era bucear para descubrir nuevas dimensiones literarias e interpretaciones propias. “Por ello, cuando surgió la posibilidad de concursar para ingresar en el Programa de Doctorado y obtener una beca de investigación, supe que era algo que quería hacer”, explica.
El escritor accedió así al Grupo de Investigación GREMEL, que estudia la presencia de las mujeres en diferentes manifestaciones artísticas (literatura y cine, fundamentalmente) durante los siglos XX y XXI desde una perspectiva transatlántica.
Porlán forma parte del equipo junto a docentes a las que admira, como Yannelys Aparicio o Juana María González, o escritores y poetas de gran prestigio como Almudena Vidorreta, Juan Andrés García Román o Vicente Luis Mora.
“Personas todas ellas con las que he aprendido y cuyas obras he leído y admirado”, añade. Ahora aprende y también trabaja con ellos, lo que le invita a crecer profesionalmente y, sobre todo, humana e intelectualmente.
Mujeres y literatura
La relación entre mujer y literatura es el pilar de las investigaciones del GREMEL, un mundo tan poco cubierto por la crítica tradicional que ofrece caminos aún por desbrozar y por abrir para las siguientes generaciones, según Porlán.
Considera prioritario llevar la literatura de las mujeres a las aulas, seguir rescatando a las pioneras en el arte de crear a través de la palabra y reivindicar y estudiar sus obras como símbolo de valentía en épocas en las que el arte estaba les estaba vedado.
“Soy profesor de Educación Secundaria y las obras de mujeres apenas aparecen en los currículos de los diferentes cursos”, lamenta. Porlán va más allá porque entiende que la sociedad, en general, y los lectores, en particular, deben trasladar sus miradas hacia los personajes femeninos.
Hemos recuperado a autoras eclipsadas por la sociedad de su época.
Comprender su desarrollo psicológico y su evolución en el devenir literario, profundizar en los roles de estos personajes en cada uno de sus movimientos. Y entender por fin cómo se ha desarrollado nuestra cultura escrita desde una visión realmente global.
Por ello, el Máster en Literatura Española e Hispanoamericana no se reduce, según Porlán, a tratar los mismos movimientos y corrientes tradicionales, sino que ofrece una visión transatlántica y ahonda en temáticas tan necesarias como la literatura más reciente o la escrita por mujeres, obviadas en los estudios en letras.
“Nos hemos adentrado por las obras literarias escritas por mujeres tanto a un lado como al otro del Atlántico y recuperado nombres de autoras eclipsadas por la sociedad de la época”, cuenta el exestudiante de UNIR.
Un escritor galardonado
Porlán ha ganado recientemente el segundo premio de poesía en el IV Certamen Literario Clara Campoamor por su poema “Silencio”. Su campo literario (“si alguno tuviera”, matiza con ironía) es la narrativa breve. Pero últimamente sentía que no podía expresarse tan solo mediante cuentos.
Vivencias e historias que iban adoptando formas en verso, explica el poeta, y que recopilaba como notas de audio en el móvil. “Poco a poco, con nocturnidad, casi de manera autónoma, se iban desperezando, transformándose, separándose y emparejándose hasta formar algo así como un poema”, relata.
Para el exalumno de UNIR, participar en ese concurso fue como preguntarse “¿puedo ir en esa dirección” o incluso, “¿tiene sentido esa dirección?”. Y reconoce que el premio ha resultado un espaldarazo para continuar por ese camino poético.
Andrés Porlán.
“No sabría definir qué tipo de poesía es, pero sí sé una cosa: es lo que quiero escribir en este momento”, concluye.
Porlán escribe desde siempre. Y muy bien: ya en 2005 ganó el premio juvenil María Agustina por el relato La mariposa violeta. A raíz de la pandemia, cuando sintió la necesidad de contar determinadas cosas (deja ahí el misterio de cuáles), escribió cuentos que obtuvieron reconocimientos en el XXXIII Certamen Literario Joaquín Lobato de Vélez-Málaga (El amor en estos tiempos) o en el V Premio Villa de Sax (La naturaleza de los dioses).
Escribe cuando tiene algo que contar. La escritura es para él un mecanismo de catarsis, de expulsar demonios interiores, y ejerce el oficio con muchas penalidades y mucho respeto hacia la enormidad de la literatura.
Y con miedo, incluso, de que sus escritores predilectos se le aparezcan en sueños y le reprochen el atrevimiento de escribir como ellos. “La escritura tiene poco de placer para mí”, remata.
La poesía, hoy
Porlán cree que la lírica vive buenos tiempos porque se ha liberado de cánones e imposiciones, responde tan solo al impulso creador de sus autores y se expresa de nuevas maneras. Las redes sociales han colaborado en esta eclosión. Y hay jóvenes escribiendo muy buena poesía. Pero esta libertad entraña un riesgo.
“Al igual que en la era máxima de la comunicación estamos sufriendo las fake news, también nos amenaza hoy la fake poetry, algo que se viste de lírica aprovechando el escaparate voraz de las nuevas herramientas sociales, pero que no lo es”, ilustra.
La escritura tiene poco de placer para mí.
Porlán siempre les recuerda a sus estudiantes que no todo lo que se escribe en verso es poesía. Llamar a algo poesía no hace que lo sea. Porque, desde su punto de vista, la poesía debe emocionar, activar un resorte interno, golpear en la conciencia, incluso doler.
Y por eso es más importante que nunca educar en literatura, en la buena literatura, para que los lectores sean capaces de disfrutar con la auténtica poesía.
La capacidad de entender al ser humano, en UNIR
Es fundamental educar sobre los cimientos de una investigación literaria, igualmente importante, que en el Máster en Literatura Española e Hispanoamericana destaca especialmente.
“Este máster es una experiencia absolutamente extraordinaria por su grado de novedad y de especialización, por la calidad del profesorado, por su visión global e integradora de la literatura en las dos orillas y por reivindicar y rescatar del olvido a autoras magistrales”, elogia el poeta.
Porlán entiende que estudiar y compartir las particulares sensaciones que cada persona experimenta al leer una obra maestra está en la propia esencia del ser humano.
Cada persona, de hecho, tiene la oportunidad de encontrar nuevos hallazgos en el estudio literario. Pero incluso la mirada personal de la gente cambia con el mundo y el paso del tiempo. De ahí la importancia de la investigación literaria: porque solo a través de la literatura podemos conocer la naturaleza del ser humano.