Myriam Ferreira Fernández
El “fenómeno Leonardo” nos está arrasando de tal manera que ya no sabemos a qué se debe, pero no podemos sacar a Leonardo da Vinci de nuestra vida. ¿Por qué nos interesa tanto su obra y su figura?
Este año se cumplen 500 años del fallecimiento de Leonardo da Vinci. Para conmemorarlo, estamos viviendo una serie de acontecimientos que casi parecen propios de una screwball comedy: se empieza cuando en el Prado “se encuentran” un cuadro de Leonardo perdido en una estantería (en realidad no fue así, pero así pareció contarlo la prensa), los estudiosos de su obra se pelean entre sí, en sus obras encuentran sus huellas digitales, algunos coleccionistas aparecen con unos “pelos” suyos coleccionados desde hace 200 años, se empieza a hablar de realizar experimentos de ADN con ellos que permitirían desde demostrar que tiene primos de Mallorca hasta clonarlo y ver qué es capaz de hacer en el siglo XXI.
El “fenómeno Leonardo” nos está arrasando de tal manera que ya no sabemos a qué se debe, pero no podemos sacar a Leonardo da Vinci de nuestra vida.
¿Por qué nos interesa Leonardo da Vinci?
Podríamos proponer 5 motivos de su “éxito”:
1-Es el autor de la Mona Lisa, que es una de las obras más icónicas de la cultura occidental. Por qué es tan famosa es difícil de saber: por la repercusión que tuvo su robo en 1911, por la parodia de la misma que hizo Marcel Duchamp, por la cantidad de imitaciones, películas alusivas, etc. que han surgido a partir de esos momentos…
2-Cuando se habla del típico “hombre del Renacimiento” todo el mundo piensa en Leonardo da Vinci, ya que además de pintor y amante de la ciencia se sabe que fue precursor de inventos como el ala delta, la ametralladora, el cuentakilómetros, el coche, el paracaídas o la escafandra,… A lo que se añade que el entusiasmo –o la picardía- popular le ha atribuido otros inventos como el bocadillo o la bicicleta.
3-Subió como la espuma por el “efecto Dan Brown”. La idea de que Leonardo era una mente privilegiada que escondía pistas en sus obras más prestigiosas convirtió el conocimiento de sus obras en una mezcla de “gymkhana” y caso de Sherlock Holmes que cambió totalmente la forma de contemplarlos en la cultura popular.
4-Era raro. Asumámoslo: escribía de derecha a izquierda, ocultaba sus pensamientos con lenguajes en clave, hacía dibujos extraños y misteriosos, diseñaba obras imposibles, aterradoras o incluso siniestras (podemos ver este diseño de carro de combate con cuchillas y los cadáveres mutilados que representa en su entorno). Por todo ello, cualquier exposición sobre Leonardo suena a misterio, sorpresa y novedad.
5-A Leonardo di Caprio le pusieron el nombre por él. Si eso no te convierte en alguien archifamoso, nada lo hará.
Esto no está mal, pero ninguno de estos motivos merece la inclusión de Leonardo en la Historia del Arte. Y, sin embargo, Leonardo es un artista fundamental para entender la Historia del Arte Moderno, como comprobamos cada vez que impartimos esta asignatura en el Grado en Humanidades de UNIR.
Por qué realmente es un fenómeno
Por eso, quiero proponer 5 motivos, menos glamourosos pero más reales, por los que Leonardo da Vinci realmente es un fenómeno:
1-Realmente era muy buen pintor. Sus obras tienen una fluidez, viveza de colores, cuidado en la composición y profundidad psicológica que las hace casi hipnóticas. Personalmente, nunca me canso de ver la Dama del armiño, La Virgen de las Rocas, La anunciación u otras menos conocidas como La Madona Benois, que puede tener menos calidad que otras obras pero siempre me arranca una sonrisa.
2-Se le atribuye la difusión de la perspectiva aérea, introduciendo en las composiciones el aire que convierte las montañas en azul, la lejanía en niebla y los perfiles en Con Leonardo, la pintura se convirtió en una ventana que se abre realmente a un espacio irreal pero convincente.
3-Cambió la forma de representar el retrato. Con él, los retratados dejaron de ser perfiles recortados sobre un fondo, como ocurría con Botticelli o Ghirlandaio y pasaron a situarse en tres cuartos, clavando la mirada en el espectador, en una postura mucho más natural y relajada que los convierte en personajes más reales y cercanos.
4-Destacó especialmente en el retrato femenino. Apenas conocemos retratos masculinos de Leonardo, sin embargo parece haberse especializado en retratos de mujeres, realistas pero ligeramente idealizados, serenos, sin rigideces ni complejos. Las mujeres de Leonardo aparecen seguras de sí mismas, concentradas, de mirada inteligente, sin adornos superfluos ni sensualidades innecesarias.
5-Gracias a los manuscritos suyos que hemos conservado, sabemos más sobre sus pensamientos artísticos, recogidos posteriormente en su Tratado sobre la pintura, sus bocetos, estudios y apuntes que sobre los de ningún otro artista de la época.
Todo esto nos demuestra que Leonardo puede ser interesante por sí mismo. Sin necesidad de polémicas y “descubrimientos” inesperados. Y sin necesidad de que lo clonen.
Por favor, que no lo clonen.