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Los fotógrafos profesionales componen imágenes de calidad a partir de una serie de habilidades técnicas y creativas basadas en el manejo de la cámara y la composición o el encuadre.
¿Te gusta la fotografía y quieres saber cómo ser fotógrafo profesional? ¡Esto te interesa! Los fotógrafos profesionales son artistas que consiguen capturar en imágenes las demandas de sus clientes adaptándose a las necesidades del mercado, pero sin dejar de lado su visión creativa y su particular visión.
Para convertirse en fotógrafo profesional es necesario desarrollar una serie de habilidades técnicas, creativas y comerciales que permitan no solo aportar una visión única y artística, sino también desarrollar un plan de negocio que permita obtener ingresos y vivir de esta profesión. Un buen punto de inicio es estudiar fotografía para adquirir los conocimientos básicos sobre los que asentar la profesión.
Requisitos para ser fotógrafo profesional
A nivel técnico, es necesario:
- Tener buena formación. Comprender los fundamentos de la fotografía, aprender a manejar la cámara y tener una visión global de la historia de esta corriente artística, así como su relación con otras disciplinas creativas. El Grado en Fotografía resulta una buena base formativa porque ofrece conocimientos completos sobre el mundo de la fotografía.
- Contar con las herramientas de trabajo necesarias. Para poder realizar imágenes profesionales y de calidad es necesario invertir en un buen equipo y en lentes que abarquen un amplio campo de visión para adaptarse a los diferentes contextos. Por ejemplo, un fotógrafo deportivo no tiene las mismas necesidades de equipo que uno especializado en hacer retratos. Asimismo, también es necesario disponer de accesorios de iluminación (como mínimo, de un flash).
- Saber editar imágenes. Tan importante es saber manejar la cámara como desenvolverse correctamente con los programas de edición, los cuales permiten mejorar el resultado final de las imágenes. Especializaciones como la fotografía de producto necesitan un especial cuidado en la posproducción.
Además, un fotógrafo profesional debería:
- Estar al día y tener cultura general. La fotografía se nutre de todo cuanto pasa en el mundo. Aunque cada fotógrafo prestará más atención a los campos de conocimiento relacionados con el tipo de imágenes que quiere obtener, en general, es importante estar al tanto de otros campos, como la pintura, el diseño gráfico o el cine.
- Practicar todo lo que pueda. Aunque las habilidades creativas innatas de una persona influyen en su desarrollo fotográfico, es fundamental entrenar el ojo y practicar de forma constante para potenciar la creatividad y buscar nuevos encuadres. Una forma de adquirir experiencia es participar en sesiones profesionales, trabajar como asistente de un fotógrafo o desarrollar proyectos personales.
- Tener buenas dotes comunicativas. Los fotógrafos, especialmente los que se dedican a trabajar con personas, deben tener unas buenas habilidades sociales y de comunicación para conseguir que los modelos se comporten ante la cámara de forma que consiga el resultado previsto.
Seguro que ya tienes más claro cómo ser fotógrafo profesional, pero no hay que olvidar que se trata de una profesión cuyo objetivo es poder ganar dinero para vivir de ello. Por eso, también es importante contar con habilidades comerciales que les permitan desarrollar un plan de negocio, crear una marca personal, establecer una política de precios, crear su propia red de contactos y promocionar su trabajo a través de diferentes canales de comunicación, sobre todo de las redes sociales.
Funciones de un fotógrafo profesional
En esencia, el trabajo de un fotógrafo profesional consiste en crear imágenes de alta calidad en base a las demandas de sus clientes tratando de cumplir las expectativas de estos.
Los fotógrafos profesionales tienen una serie de responsabilidades asociadas a su oficio, entre las que destacan:
- Capturar imágenes. Utiliza equipos de alta calidad como cámaras digitales, lentes especiales o equipos de iluminación con las que capta imágenes atendiendo a los diferentes parámetros de configuración de la cámara y teniendo en cuenta las condiciones de iluminación, el entorno o la perspectiva.
- Composición y encuadre. Con el objetivo de lograr una buena imagen que sea estéticamente atractiva, tiene un buen control sobre los conceptos de composición o la disposición de los elementos en el encuadre. Todo ello en base a técnicas como la regla de los tercios, la profundidad de campo o la simetría, entre otras.
- Iluminación. Además del manejo de la cámara, la otra clave de la fotografía profesional es la iluminación, ya sea natural o artificial. Manejarla es esencial para crear la atmósfera deseada y el fotógrafo debe ser capaz de recrear las condiciones necesarias para transmitir lo que quiere a través de focos, flashes o reflectores.
- Edición. Con la llegada de la fotografía digital se ha hecho imprescindible el uso de software de edición de imágenes. Programas como Adobe Photoshop o Lightroom son los más populares para ajustar parámetros como el color, el contraste o el brillo. Todo con el objetivo de mejorar los resultados obtenidos con la cámara.
Más allá de las tareas técnicas y más puramente asociadas a su trabajo artístico, ser fotógrafo profesional también conlleva desarrollar una serie de funciones que tiene más que ver con la gestión del proceso, pero igual de importantes para su profesión:
- Planificación de sesiones fotográficas.
- Interacción con los clientes.
- Gestión de archivos.
- Continua mejora profesional manteniéndose al tanto de las tendencias y novedades.
Consejos para dedicarse a la fotografía profesional
Vivimos en una época en la que se consumen millones de imágenes diarias. Por eso, para dedicarse a la fotografía profesional, además de cumplir los requisitos básicos para desarrollar el trabajo, es importante tener en cuenta una serie de consejos:
- Busca tu propio estilo: al tratarse de una corriente artística, cada fotógrafo tiene su propio estilo que le permite dar una voz única a sus imágenes y le ayuda a destacar entre la amplia oferta actual.
- Crea un porfolio profesional: es necesario crear un porfolio en el que se recojan los principales trabajos y que sirva de carta de presentación de cada profesional. Esto es especialmente recomendable para quienes se dediquen a la fotografía publicitaria, por ejemplo.
- Especialízate: cada tipo de fotografía tiene sus propios requisitos y necesidades, de modo que los diferentes tipos de fotógrafos profesionales suelen especializarse en un ámbito concreto (retrato, paisaje, bodas, producto…).
- Ofrece calidad: para mantenerla es necesario contar con un buen equipo y con las herramientas más efectivas y actualizadas.
- Promociona tu trabajo: además de hacer buenas fotos hay que saber venderlas, por eso las estrategias de marketing y publicidad deben ser un pilar sobre el que asentar el trabajo como fotógrafo profesional, además de contar con unas redes sociales y página web atractivas y que identifiquen su estilo.
- Sé serio: la profesionalidad y la puntualidad son claves para construir una reputación sólida. No solo hay que hacer un buen trabajo, sino también entregarlo a tiempo.
- Realiza análisis: es bueno revisar las fotografías realizadas, no solo cuando se toman sino también después de cierto tiempo, para detectar los puntos de posible mejora y ajustar el estilo a las demandas del mercado.
- No dejes de formarte: la fotografía es un arte en continua evolución, por eso hay que estar al tanto de las nuevas tendencias, herramientas e innovaciones tecnológicas relacionadas con el sector. Del mismo modo, también existen opciones formativas que permiten ampliar y especializar los conocimientos, como el Máster en Fotografía Artística y Documental.
En general, los consejos para convertirse en fotógrafo profesional están relacionados con el desarrollo de las habilidades técnicas y creativas, y la construcción de una marca profesional que sirva de carta de presentación, así como con un plan de negocio que se adapte a las necesidades del mercado.