Víctor Padilla
Víctor Padilla, director del Área de Artes y Humanidades de UNIR, ha organizado una serie de conciertos que se están celebrando en el auditorio de la sede de UNIR en Madrid. El primero de ellos ha sido Conexiones entre el jazz y el impresionismo.
El Área de Artes y Humanidades de UNIR ha organizado una serie de conciertos que se están celebrando en el auditorio de la sede de UNIR en Madrid. El primero de ellos ha sido Conexiones entre el jazz y el impresionismo, con Lluis Capdevila al piano y Petros Klampanis al contrabajo.
El segundo, el pasado lunes, Debussy y la canción francesa de finales de finales del XIX y principios del XX, con Eva del Moral y con Juan Antonio Álvarez Parejo.
Conexiones entre el jazz y el impresionismo
Si nos vamos a la definición de manual de jazz, podemos encontrar que es un género musical que surge en EE.UU. a finales del siglo XIX, en Nueva Orleans, en las comunidades afroamericanas. Obviamente esta definición nada tiene que ver con Debussy y la música francesa de principios del XX. Por tanto, ¿se puede considerar que son dos mundos completamente lejanos y diferentes?, ¿no hay conexiones entre ambos estilos? Las definiciones académicas (o rígidas) en música tienen el peligro de ser desmentidas, o al menos cuestionadas por las generaciones venideras. La herencia del lenguaje impresionista de Debussy cala profundamente en la música posterior a diversos niveles, ya sea culta o popular (ficticia separación a través de etiquetas). Podemos rastrear reminiscencias suyas en compositores como Messiaen, Morton Feldman, Ligeti o Arvo Pärt, por poner ejemplos. Pero, ¿y en jazz?, ¿no podemos encontrar en músicos como Bill Evans armonías y escalas modales, acordes de color sin función tonal, momentos armónicos suspendidos, atmósferas envolventes…? Desde luego, el concierto de Capdevila y Klampanis daría pie a un amplio debate en este sentido.
Debussy y la canción francesa de finales del XIX y principios del XX
En el segundo de los conciertos, viajamos directamente a la Francia de finales del XIX y principios del XX para escuchar canciones del propio Debussy junto con alguno de sus coetáneos, como Duparc, Fauré o Satie. Aquí tenemos un claro ejemplo contrario. ¿Vivir en la misma época implica tener un estilo común? Evidentemente, no siempre. Sin entrar en sutilezas, como muestra, “A Chloris” de Reynaldo Hahn. Canción con una intención evidente de realizar un guiño barroco tanto en la melodía como en acompañamiento, recordando prácticamente los bajos de chacona típicos del siglo XVII.
Víctor Padilla, director de Área de Artes y Humanidades de UNIR.