UNIR Revista
Desde los 300 euros que puede cobrar un dj móvil como mínimo por una sesión en una boda hasta los 2.500 euros mensuales de un dj residente, hay una amplia variedad de sueldos.
El sueldo de un dj varia dependiendo de diferentes factores. Por un lado, está la clase de espectáculo ofrecido, que puede ir desde una sesión de música sin más a añadir iluminación y otro tipo de efectos. Cuántos más elementos incluya, más deberá pagarse por el servicio. La calidad del sonido, el equipo con el que cuente el dj, si interactúa o no con el público… también condicionará el precio final. Por supuesto, capítulo aparte merecen las grandes cifras que cobran djs como Steve Aoki, Martin Garrix, Calvin Harris o David Guetta, por citar a algunos de los más conocidos djs estrellas. Entonces, ¿cuánto cobra un DJ?
Dj residente
Tiene un contrato fijo con un determinado local, normalmente del ámbito del ocio nocturno. Cuenta con su propio espacio o cabina, donde pincha habitualmente. Se adapta al ambiente y estilo del establecimiento, de tal manera que conoce los gustos del público para el que pincha, llegando a establecer una cierta relación.
Trabaja de manera continua durante la noche, desde la apertura hasta el cierre del local, por lo que ha de cuidar especialmente qué tema elegir en cada momento, de manera que la música vaya evolucionando al mismo ritmo que la noche, ganando en intensidad. Ha de estar especialmente atento a que ese ritmo no decaiga.
Su sueldo dependerá de la relevancia que tenga el negocio donde trabaje, del aforo e, incluso, del lugar en el que se encuentre. Un dj residente cobra entre 800 y 2.500 euros al mes, y difícilmente supera esa cifra. El salario medio está entre los 1000 y los 1.800 euros.
Si la sala organiza la visita de un dj invitado, el residente hará las veces de anfitrión, acompañándolo durante la sesión. Él es quien mejor conoce al público por lo que su apoyo es imprescindible.
Dj invitado
No está ligado por contrato exclusivamente a ninguna sala. Su agenda de trabajo se reparte entre diferentes locales y eventos, en donde pincha a partir de contratos puntuales. Su jornada laboral es más corta y suele viajar con frecuencia.
En cierto modo gozan de un mayor reconocimiento y su presencia en una sala garantiza que esa noche se vendan más entradas, funcionan a modo de reclamo para atraer a un mayor público. Viajan con su propio equipo y actúan en las horas de mayor afluencia, por lo que es importante que el dj residente del lugar al que van haya preparado antes el ambiente. Aunque el sueldo es mayor, también se trata de un empleo con menos estabilidad.
Un dj invitado cobra desde 100 euros por una sesión de dos horas a un máximo de 500 euros por sesión, siempre que no se trate de uno de los grandes nombres.
Dj móvil
Combinas facetas del dj residente y del dj invitado, pero su trabajo suele ser más complejo. Sus contratos son con particulares que en la inmensa mayoría de los casos no tienen relación alguna con el ámbito musical por lo que desconocen muchas de las cuestiones relacionadas con este trabajo.
Al dj móvil se le contrata para amenizar una fiesta, por lo que actúa para un público al que no conoce y que muy probablemente tampoco lo conoce a él. Es decir, el público no va al evento en cuestión no porque haya sido contratado ese dj. Este tampoco tiene libertad a la hora de pinchar, ha de adaptarse a las condiciones que le pongan o a las peticiones de la gente.
Dependiendo del evento, este tipo de trabajo se paga mejor que las sesiones en un local nocturno. Un dj móvil en una boda cobra como mínimo entre 300 y 600 euros, la media está en 1.200 euros. Los más solicitados pueden superar los 2.000 euros.
DJ en la radio
Si hace unos años su trabajo era imprescindible en cualquier emisora de radio musical —de hecho, supuso el lanzamiento de muchos djs nacionales—, hoy esta profesión no pasa por su mejor momento. Si antes el dj de radio era el encargado de la selección musical que sonaba, presentando a los oyentes cada uno de los temas, hoy muchas emisoras han optado por listas de reproducción automáticas prescindiendo de esta figura. Afortunadamente, siguen teniendo una importante presencia en radios especializadas o a través de internet, con programas online, podcast o canales de YouTube.
Su salario medio mensual es mucho más complejo de fijar, ya que depende del tipo de contrato que tenga y de las funciones que realice. No cobrará lo mismo un dj que se limite a presentar canciones que aquel que provenga del mundo de la Comunicación y ejerza de conductor de un espacio con más contenidos.
En todos estos casos, la formación en Música, como la que se ofrece en el Máster en Composición Musical de UNIR, se convierte en una herramienta muy útil ya que al mismo tiempo que le facilita el trabajo al dj, aumenta el valor de este. El sector se encuentra inmerso en un proceso de profesionalización que va acompañado de una mayor calidad en el servicio.