Marta Vela
Los desplazamientos armónicos en la obra de Beethoven suponen un claro antecedente de la posterior sintaxis de notas vecinas del siglo romántico.
En Beethoven, la armonía de tipo clasicista tenía un gran poso, sobre todo, en cuanto al ámbito estructural se refiere, sin embargo, ya desde comienzos del siglo XIX, podemos apreciar en su música una intensificación a través de la armonía –del pathos–, mediante de la profusa utilización de acordes de base cromática, como el de séptima disminuida.
De hecho, en Beethoven se produce una ampliación del área de la dominante a través del desplazamiento de notas comunes entre acordes cercanos, logrando una progresiva expansión de la tensión a lo largo del discurso armónico1:
Figura 1: esquema de acordes de la región de la dominante
Como se aprecia en el diagrama anterior, en función de la superposición de terceras menores o mayores al acorde central, de séptima de dominante, pueden obtenerse acordes de séptima de sensible, séptima disminuida y de novena mayor y menor.
En Beethoven, el desplazamiento armónico preferido consiste en la conversión de un acorde de séptima de dominante en otro de séptima disminuida o viceversa –con el cambio de una sola nota, si-re-fa-la bemol por sol-si-re-fa–, o, incluso, hasta la transformación en un acorde de novena menor de dominante –sol-si-re-fa-lab–, un fenómeno que ya podía apreciarse en la música de Mozart –y que refuerza, por tanto, la mencionada teoría de Piston–:
Figura 2: W. A. Mozart, Sonata KV 547, I.
Este procedimiento, en el caso de Beethoven –empleado también por Mozart en la retransición de su sonata, en un punto estructural especialmente delicado, recordemos que la sección sólo se oye una vez a lo largo de la obra, frente a la Exposición–, es utilizado desde el comienzo de la obra y repetido profusamente a lo largo de la misma como fuente inagotable de tensión armónica –observense los recuadros de color blanco–:
Figura 3: L. v. Beethoven, Sonata Op. 13, I.
De esta forma, los desplazamientos armónicos en Beethoven, entre acordes de la familia de la dominante, sobre todo, preceden a la técnica de deslizamiento de notas vecinas propia del Romanticismo, que preludia el fin del sistema tonal.
Bibliografía básica
BARTOLI, J.P., (2001): L’harmonie classique et romantique, Minerve.
PISTON, W., (2012): Armonía, Alcorcón, Mundimúsica.
1 No vano, Walter Piston califica de acordes de novena incompletos a los acordes de séptima disminuida, entendiendo que el acorde de novena entero posee una fundamental a distancia de tercera mayor de la segunda nota del acorde en PISTON, W., (2012): Armonía, Alcorcón, Mundimúsica.