UNIR Revista
La docuficción es un género cinematográfico que transita a medio camino entre el documental y la ficción, a través de la narración de hechos reales intercalados con elementos ficcionados.
Los documentales tienen por objetivo explicar acontecimientos auténticos valiéndose para ello de los testimonios de los protagonistas, así como de imágenes reales de los hechos en cuestión. La ficción, por su parte, cuenta una historia inventada y plasmada en un guion, que es representada por un elenco de actores en unos decorados creados para la ocasión. Entre ambos géneros cinematográficos existe un híbrido denominado docuficción, que narra una historia real intercalando testimonios y contenido auténtico con elementos propios de una ficción, como puede ser la incorporación de actores en representación de los protagonistas.
La clave de la docuficción radica en el guion, el texto del que partirán los hechos que se quieren acercar al público al que va dirigida la obra. Para lograr la consistencia requerida en el documento es necesario manejar, con gran maestría, un gran número de técnicas narrativas como las que aprenden a dominar los estudiantes del Máster en Escritura Creativa online de UNIR durante su año de posgrado.
¿Qué es la docuficción?
La docuficción es un género cinematográfico híbrido entre el documental y la ficción. Esto significa que el espectador, al acercarse a una obra perteneciente a este género, lo que encontrará será una historia que tendrá una base real sustentada en hechos que sí ocurrieron a los que se incorporan elementos utilizados en las ficciones.
Las historias que optan por ser contadas a través de un documental ficcionado persiguen captar la atención de la audiencia sobre una determinada materia, recreando unas condiciones determinadas que funcionen como canalizadores del mensaje que se quiere transmitir.
Siguiendo con qué es la docuficción, aclarar que se centra en presentar una historia con un trasfondo cierto y auténtico, pero que se ficciona al ser grabada siguiendo un guion en el que se cuentan hechos reales valiéndose de elementos ficcionados. Por ejemplo, en una obra en la que se quiera mostrar las duras condiciones de trabajo de un grupo de mineros, se pueden recrear las conversaciones mantenidas por ellos y realizar un seguimiento de su día a día. Los protagonistas en cuestión podrán ser actores, pero los acontecimientos que se estarán narrando serán auténticos.
Características de la docuficción
Como género híbrido que camina entre el documental y la ficción, es difícil determinar unas características únicas aplicables a este género. Principalmente, dependerá del director y su guionista establecer el peso en la historia de los elementos reales y los ficcionados.
De todas maneras, existen algunos aspectos que tienden a ser comunes en todos los documentales ficcionados:
- La denuncia social o la búsqueda de llamar la atención del espectador sobre una situación concreta que afecta al presente o sea un reflejo del pasado.
- La necesidad de que las imágenes narradas sean reales, imposibilitando a la audiencia establecer una auténtica frontera entre qué hechos de verdad tuvieron lugar y los que han sido recreados o, incluso, ficcionados.
A partir de aquí, tanto los elementos visuales como aquellos vinculados a la manera de contar la historia o la selección de los tipos de narrador o los recursos literarios incorporados al guion para dotar de mayor fuerza a los hechos que se quieren contar, dependerán íntegramente de los responsables finales de la pieza.
El origen de la docuficción
No es la primera vez que un género aúna elementos relacionados con la vida real con otros frutos de la inventiva del autor de la obra. Es el caso de la autoficción en literatura, que tiene a autoras como la Premio Nobel de Literatura (2022) Annie Ernaux como gran referente, en la que los escritores escogen fragmentos de su vida para construir una obra en la que es difícil deslindar la realidad de la ficción.
Al repasar los orígenes de la docuficción, se descubre que son casi tan antiguos como los del propio cine. El estadounidense Robert J. Flaherty (1884 – 1951) está considerado el primer cineasta que rodó docuficciones y dejó para los anales de la historia títulos tan importantes como Nanuk, el esquimal (1922) o Moana (1926).
Ejemplos de docuficción
Aunque son varios los ejemplos de docuficción que se pueden enumerar como referentes de este género cinematográfico, a continuación tan solo se referencian dos en atención a su importancia histórica y actualidad informativa:
- Nanuk, el esquimal (1922), de Robert J. Flaherty. Es una docuficción muda en la que se muestra la vida de una familia de esquimales, las dificultades a las que se enfrentan y los retos que deben superar en su día a día.
- Origin (2023), de Ava DuVernay. Se centra en el proceso que siguió la periodista estadounidense Isabel Wilkerson para escribir Casta: el origen de lo que nos divide. Una película que cuenta una historia auténtica, tal y como ocurrió, pero que ha sido rodada por actores que dan vida a sus protagonistas,al mismo tiempo que se recrean momentos concretos de la historia. Todo ello ha motivado que una de las grandes críticas recibidas por esta cinta sea que es una película de ficción que camina hacia el género documental.
En conclusión, la docuficción es un género híbrido que hace uso de elementos de ficción para documentar hechos reales. Una apuesta por explicar y contar historias de interés para la audiencia, sirviéndose de aspectos que le dotan de una gran fuerza narrativa.