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Las editoriales musicales desempeñan un rol fundamental en la gestión de los derechos y promoción de los compositores.
La industria musical engloba diferentes tipos de empresas y organizaciones. Entre ellas están las editoriales musicales, cuya función principal es velar por los derechos de autor, explotar la obra y representar a los compositores. Si quieres convertirte en un experto del sector, te recomendamos el Máster en Industria Musical online de UNIR.
¿Qué es una editorial musical?
Aunque en ocasiones suele pensarse que las discográficas lo engloban todo, una editorial musical, también conocida como publishing, se dedica a gestionar y administrar los derechos de autor de las composiciones musicales. También se encargan de buscar diferentes vías de comercialización para que los derechos de explotación de la obra generen rendimientos.
Su labor se centra en representar a los artistas y proteger sus derechos en cuanto a reproducciones y usos de sus obras musicales a través del management musical. De este modo, se convierten en un intermediario entre los creadores y las personas o entidades que quieren hacer uso de sus composiciones.
Las editoriales musicales desarrollan sus funciones mediante contratos de edición con los que se establecen regalías y pagos por el uso de las canciones en formatos como grabaciones, películas, videojuegos, publicidad o programas de radio y televisión. Todo ello a través de la figura del editor musical.
El apoyo de estas empresas es fundamental para los artistas, tanto para los grandes con presencia internacional como para los talentos emergentes, puesto que se encargan de velar por sus intereses económicos y fomentar la proyección de su trabajo.
¿Qué hace una editorial musical?
Las editoriales musicales se convierten, de este modo, en uno de los pilares fundamentales del negocio musical. Entre sus funciones se encuentran todas las actividades relacionadas con los derechos de autor y la promoción de obras musicales.
Estas son algunas de las tareas y actividades que hace una editorial musical:
- Derechos de autor: la función principal de estas entidades es velar por la protección de los derechos de autor de los compositores musicales, garantizando el cumplimiento legal de las condiciones de autoría y defendiéndolos ante posibles vulneraciones.
- Registro: como paso previo a la protección de los derechos de autor, las editoriales musicales se encargan de asesorar a los artistas a la hora de registrar sus trabajos para que estén en posesión legítima de sus creaciones.
- Licencias: este tipo de compañías son las encargadas de negociar y conceder las licencias de uso de las composiciones musicales a compañías discográficas, empresas de comunicación, campañas publicitarias… Con estos permisos se concede el derecho de reproducir, distribuir o utilizar las obras según los parámetros establecidos por contrato. En cualquier caso, los derechos de autor siguen siendo siempre del artista.
- Recaudación: todos estas licencias y permisos están asociadas a un coste por parte de la empresa que utiliza la música y eso genera beneficios tanto para los artistas como para la editorial musical que los representa. Una de sus funciones es, de este modo, la recaudación de los pagos y su gestión a través del seguimiento de las reproducciones.
- Promoción: una de las funciones de las que suelen encargarse las editoriales musicales es la de promocionar a sus artistas entre las empresas especializadas para conseguir incorporar sus temas a diferentes contextos y aumentar así su visibilidad. En este sentido, estas empresas también desarrollan estrategias de marketing musical.
- Captación: las editoriales musicales también suelen contar con personas especializadas en el descubrimiento de nuevos talentos o de la adquisición de canciones para ampliar su catálogo.
Editorial musical vs. discográfica
Aunque ambos tipos de empresas son determinantes en la industria musical, existen una serie de diferencias entre una editorial musical y una discográfica a la hora de desempeñar sus roles:
- Derechos: las editoriales musicales se centran en los derechos de autor y eso incluye la melodía y la letra de las composiciones musicales para poder reproducirlas en diferentes formatos y contextos. Por su parte, las discográficas controlan los derechos sobre las grabaciones, es decir, sobre la producción de la pista.
- Artistas: las editoriales manejan la representación de compositores, letristas y músicos. Las discográficas, en cambio, se encargan de representar a los artistas, sean o no compositores de los temas que interpretan.
En general, la principal diferencia entre una editorial musical y una discográfica radica en su enfoque. Mientras el trabajo de la primera es velar por los derechos de autor y la representación de compositores, las tareas de una discográfica pasan por la producción, promoción y distribución de los artistas.
No obstante, es habitual que las editoriales musicales y las discográficas estén unidas bajo un mismo sello comercial.
Editoriales musicales en España
Actualmente, en España, las editoriales musicales trabajan en gran medida con la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), una sociedad de gestión de los derechos de reproducción de diferentes sectores artísticos, entre ellos, el musical. La SGAE no es una editorial musical en sí misma.
Grandes discográficas internacionales como Warner, Universal, Sony o BMG cuentan con delegaciones en España, pero existen empresas más pequeñas especializadas que también realizan estas funciones.