Laura Vivas
El director de la Orquesta Filarmonía de Madrid y docente de UNIR habla sobre su trayectoria, la importancia de formarse y de su labor académica.
Es el eje sobre el que gira toda la orquesta. Situado en el centro del escenario y subido en una peana que se eleva sobre todos los músicos, el director, batuta en mano, tiene una gran responsabilidad: conseguir que todos los instrumentos y las manos que los manipulan suenen y se desenvuelvan a la perfección.
El director da las pautas necesarias antes del gran momento con el público, saca lo mejor de cada instrumentista y por ello establece una relación con cada uno. Los conoce como músicos y como personas y, en ciertos momentos incluso, debe tener la suficiente inteligencia emocional para poder gestionar situaciones que influyen en el resultado final. Pascual Osa sabe muy bien de lo que habla.
Este director de orquesta y profesor de UNIR ha dirigido en todo el mundo. En su impecable currículum se incluyen estudios en España, Italia, Alemania y Estados Unidos. Ha dirigido las orquestas más importantes de nuestro país y también en Reino Unido, Brasil y EEUU, por nombrar una pequeña parte de su experiencia profesional. Actualmente, es director titular de la Orquesta Filarmonía de Madrid y solista de la Orquesta Nacional de España.
“La misión de un director es unificar en un solo criterio todas las personalidades que hay en cada uno de los instrumentistas”, afirma con tono seguro y pausado. Con Pascual Osa hemos conversado sobre su experiencia como músico, director y docente.
¿Cómo descubriste tu vocación como músico y como director de orquesta?
El comienzo fue muy curioso, pues soy de un pueblo muy pequeño, Siete Aguas (Valencia) y allí hay una magnífica banda de música. Resulta que todos mis amigos tocaban en ella y el único de la pandilla que no estaba era yo, así que ellos son los culpables de que yo comenzase a estudiar música.
En cuanto a la dirección de orquesta, fue mi gran profesor, Aldo Ceccato, quien me descubrió ese mundo
¿Cómo llegaste a dirigir El Conciertazo?, y ¿cómo fue el paso a la Orquesta Filarmonía?
Fue el gran Fernando Argenta el que me llamó para dirigir El Conciertazo, que ha sido una de mis mejores experiencias profesionales. Gracias al programa se creó la Orquesta Filarmonía de Madrid y me convertí en su responsable. Desde entonces soy su director artístico.
Obtuviste el premio extraordinario Fin de Carrera, ¿qué es lo que más te ha servido de tus estudios después en tu trabajo?
He tenido mucha suerte durante mi formación, pues siempre he tenido grandes maestros profesionales en todos los sitios en los que he estudiado, desde el Conservatorio Superior de Música de Madrid y la Universidad de Berlín hasta los cursos que he realizado por todo el mundo. Pero la persona que más me ha influido en mi carrera artística ha sido el maestro Aldo Ceccato.
¿Cómo compaginas tu trabajo en los escenarios y tu labor como docente?
La verdad es que el formato online que existe en la UNIR hace que sea más fácil la docencia para los profesores que estamos en activo, pues las clases las tengo que dar desde diferentes partes del mundo. De otra manera sería imposible.
Es un lujo para los alumnos que los docentes sean profesionales en activo: a experiencia que puede aportar a un alumno un profesor así es lo más importante en la dirección de orquesta.
¿Qué te ha aportado como profesional dirigir orquestas en distintos lugares, como la Orquesta Sinfónica de Madrid, la London Philarmonic o la Orquesta Sinfónica de Chile?
Para un director de orquesta es muy importante trabajar en todos los continentes. Cada orquesta se interpreta la música de forma diferente y eso hace que te enriquezca mucho como artista.
¿Qué puede aprender el alumno que curse el Máster en Dirección de Orquesta de UNIR?, ¿cuál es su valor diferencial?
El alumno del Máster en Dirección de Orquesta de la UNIR va a poder aprender de unos profesores con una gran trayectoria internacional, de la experiencia de muchos años de trabajo y también a cómo enfrentarse a agrupaciones musicales, tanto amateurs como profesionales.
El valor diferencial es la gran calidad de los profesores, además de poder realizar prácticas con una orquesta, coro, banda de música, así como grupos instrumentales de gran calidad.
