UNIR Revista
Dentro de los subgéneros narrativos sobresale la novela histórica, cuya finalidad es la de reflejar una trama de ficción ambientada en un periodo histórico determinado.
Aunque las novelas históricas no representan un medio didáctico prioritario en el estudio de la historia, lo cierto es que sirven de complemento para todas aquellas personas interesadas en esta disciplina. Esto es así debido a que recrean eventos no ficticios que se entremezclan con la acción de los personajes de los relatos. Por este motivo, resulta especialmente interesante conocer las mejores novelas históricas que se han escrito con tal de profundizar en el conocimiento histórico-literario mientras se disfruta de la lectura.
Estudios como el Grado en Humanidades o el Máster en Literatura Española y Latinoamericana, ambos de UNIR, acercan la realidad cultural y literaria a sus alumnos para que adquieran los conocimientos necesarios que les permitan hacer de su pasión su profesión.
Las 10 mejores novelas históricas de la historia
Aunque la novela histórica no se empezó a cultivar hasta el siglo XIX, la producción de libros asociados a este subgénero narrativo es ingente. En consecuencia, proponemos diez de las mejores novelas históricas que se han escrito hasta la fecha.
Historia de dos ciudades (1859), Charles John Huffam Dickens
Con uno de los comienzos más emblemáticos y cautivadores de la literatura, y con unas descripciones proféticas maravillosas, se trata de una obra maestra elaborada en época victoriana que merece estar en la biblioteca de toda persona amante de la lectura.
La historia transcurre entre dos ciudades, Londres y París, durante la época de la Revolución francesa. En ella, Dickens refleja un desprecio absoluto hacia la política y exhibe, indirectamente, los perturbadores acontecimientos acaecidos en Francia. Los justifica a través de un retrato excesivamente tiránico de una aristocracia que debe ser ajusticiada por un pueblo que habría soportado siglos de explotación.
Guerra y Paz (1867), León Tolstói
A lo largo de esta colosal obra, el autor ruso desvela el relato épico de varias familias rusas durante la invasión napoleónica de Rusia. Tolstói incluye a más de quinientos personajes históricos y ficticios, y se sumerge en las dificultades de la Grandee Armée de Napoleón I, en las intrigas palaciegas de la corte de Alejandro II de Rusia e, incluso, en las grandes batallas del periodo como Austerlitz (1805) y Borodino (1812).
Los tres mosqueteros (1844), Alejandro Dumas
La obra narra las aventuras de un joven gascón de 18 años conocido como D´Artagnan que se traslada a la capital del reino de Francia para convertirse en mosquetero. Junto a sus inseparables compañeros de armas, Athos, Porthos y Aramis, combaten la tiranía del cardenal Richelieu, primer ministro de Francia durante el reinado de Luis XIII.
Nuestra señora de París (1831), Víctor Hugo
La historia transcurre en la ciudad de París en el siglo XV. Se centra en la desafortunada historia de Quasimodo, personaje que, a pesar de sus desdichados rasgos físicos, encarna los valores de la nobleza, la inocencia y la bondad.
La trama se desarrolla a raíz de la ayuda que presta en la catedral donde reside la gitana Esmeralda, que es condenada a muerte tras ser acusada injustamente de asesinar a su amante.
Antes de la tormenta (1878), Theodor Fontane
La novela se ambienta en la Prusia de principios del siglo XIX, momento en el que los estados alemanes estaban inmersos en las guerras de liberación contra el ejército napoleónico.
En ella se describen diversos personajes pertenecientes a todas las clases sociales con una gran dosis de ironía. Integra en su narración poemas, canciones populares, boletines de guerra y noticias de periódicos que muestran un fiel retrato de la realidad social y política de Prusia.
Quo vadis? (1896), Henryk Sienkiewicz
El autor sumerge al lector en la primera persecución del cristianismo durante el mandato del emperador Nerón, momento en que el culto pagano era el predominante entre la sociedad romana.
La muerte de los dioses (1920), Dmitri Merezhkovski
La novela se inserta en el mundo de la Antigüedad tardía para ofrecer un relato sobre la conflictividad entre el paganismo y el cristianismo durante el mandato del emperador Juliano el Apóstata.
Sin novedad en el frente (1928), Erich Maria Remarque
Novela antibelicista, narra los horrores de la Primera Guerra Mundial desde la perspectiva de un joven soldado alemán llamado Paul que se ve inmerso en los campos de batalla del frente occidental.
Adiós a las armas (1929), Ernest Hemingway
La novela gira en torno a un conductor de ambulancias estadounidense que sirve en las fuerzas armadas italianas en el frente alpino durante la Gran Guerra. El soldado se enamora de una enfermera británica que conoce tras resultar herido en combate, lo que desencadena una historia de amor que anhela el final de la guerra.
Las uvas de la ira (1939), John Steinbeck
Ambientada en los años treinta, durante los dramáticos efectos de la profunda crisis económica y social de la Gran Depresión, narra la historia de una familia de jornaleros que, en pos de hallar mejores oportunidades laborales y, en definitiva, una mejor vida, decide emigrar desde Oklahoma hasta California.
Las 5 novelas históricas recientes más recomendadas
Si el listado propuesto sobre las diez mejores novelas de la historia sigue cautivando al lector actual, el impacto entre el público de las novelas históricas publicadas en las últimas décadas es menor. Así, resulta especialmente útil incorporar un listado con las cinco mejores novelas históricas de los últimos cuarenta años:
- El nombre de la rosa (1980), del escritor y filósofo italiano Umberto Eco. Ambientada en el siglo XIII, narra las investigaciones efectuadas por un fraile, Guillermo de Baskerville, y su ayudante, el novicio Adso, en una abadía benedictina en la que se ha producido un asesinato.
- El general en su laberinto (1989) del escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez. La novela, narrada en tercera persona, describe los últimos días del periplo vital del general, político y líder independentista venezolano Simón Bolívar.
- El médico (1986) del escritor estadounidense Noah Gordon. Ambientada en el siglo XI, narra las inquietudes de un joven muchacho que vive en Inglaterra y que decide viajar hasta la región de Persia para estudiar medicina. Allí, entablará contacto con el gran filósofo y médico Avicena.
- Los pilares de la Tierra (1989) del escritor británico Ken Follet. Ambientada en la Inglaterra del siglo XII, la novela transporta al lector a un mundo feudal en el que los episodios caballerescos y las pugnas de índole política se mezclan con el elemento más importante del libro: la construcción de una catedral gótica.
- El primer hombre de Roma (1990) de la escritora estadounidense Colleen Margaretta McCullough. El libro sumerge al lector en la vida de Cayo Mario, estadista y militar romano de la República romana tardía, y su enfrentamiento con su rival político Lucio Cornelio Sila. La autora apuesta por el empleo de fuentes primarias y, además, se centra en la psicología de los grandes personajes de la política romana de finales del siglo II a.C.
Las 5 mejores libros de novela histórica española
La novela histórica española ha cosechado un gran éxito entre el público en los últimos años. Por ello, se establece en las siguientes líneas una nueva enumeración con las cinco mejores obras de este subgénero cuya aparición en España se remonta al primer tercio del siglo XIX.
- Episodios nacionales, del escritor, dramaturgo y político español Benito Pérez Galdós entre 1872 y 1912. Versan sobre la historia de España desde 1805 hasta los albores de la década de 1880. Sus recorridos argumentales incorporan las vivencias personales de numerosos personajes ficticios inmersos en los acontecimientos más destacados del siglo XIX (la guerra de la Independencia, el reinado de Fernando VII, el reinado de Isabel II o los primeros años de la Restauración borbónica).
- Las aventuras del capitán Alatriste, de Arturo Pérez Reverte y publicadas entre 1996 y 2011. Ambientadas en el primer tercio del siglo XVII, narran las historias de un veterano de los tercios que combate en Flandes, Diego Alatriste, y que se gana la vida como mercenario al servicio de la monarquía española.
- En busca del unicornio (1987) de Juan Eslava Galán. Ubicada cronológicamente a finales del siglo XV, la novela describe un acontecimiento ficticio de Juan de Olid, criado y escudero del condestable de Castilla, al que se le encomienda la misión de comandar una expedición para conseguir el cuerno del unicornio con el objetivo de contrarrestar la impotencia del rey Enrique IV de Castilla.
- La fiesta del chivo (2000) del escritor peruano-español Mario Vargas Llosa. La historia se sitúa en República Dominicana y narra el asesinato del dictador Rafael Trujillo y los acontecimientos que se desprendieron de tal suceso a través de varias historias interrelacionadas que se centran en los testimonios de los conspiradores, los recuerdos de una mujer de mediana edad y la situación sociopolítica que se vivía en el país durante la
- Yo, Julia (2018) del escritor Santiago Posteguillo. Ambientada en el Imperio romano de finales del siglo II, narra las vicisitudes de Julia en medio de un panorama político muy complejo y repleto de conjuras que ansían derrocar al desquiciado y tiránico emperador Cómodo.
Los bestsellers: las novelas históricas más vendidas
Las novelas históricas más vendidas hasta la fecha han sido:
- Historia de dos ciudades, con más de 200 millones de ejemplares.
- El nombre de la rosa, con aproximadamente 50 millones.
- Guerra y Paz, con 36 millones de copias vendidas solo en Rusia.
- Lo que el viento se llevó (1936), con una venta estimada de más de 30 millones de ejemplares.
- La joven guardia (1946), con aproximadamente 26 millones de copias vendidas solo en la antigua URSS.
- Sin novedad en el frente, Shogun (1975), Los pilares de la Tierra y Las uvas de la ira con cifras que oscilan entre las 20 y las 15 millones de copias vendidas en todo el planeta.
¿Qué hace que una novela histórica sea un éxito?
Entre los géneros literarios existentes, la narrativa destaca por ser uno de los que mayor fama suscita entre los lectores debido al afán de los escritores y editores de libros por presentar acontecimientos imaginarios que se hacen pasar por verdaderos o que están basados en testimonios reales. Igualmente, dentro de los subgéneros narrativos, sobresale la novela histórica, cuya finalidad es la de reflejar una trama de ficción inmersa en un periodo histórico determinado.
El éxito de las novelas históricas depende sustancialmente de la habilidad de los autores a la hora de recrear un contexto histórico concreto y de equilibrar el hilo argumental ficticio con una consecución coherente de los hechos no ficticios para que pueda servir como trasfondo de la historia principal.
Además, resulta imprescindible ofrecer al lector un retrato realista de la ambientación, los paisajes, la indumentaria, la realidad social, política y económica, así como articular con precisión el sistema de creencias o de valores imperante en la época que pretende reflejar. Por ello, recurrir a la descripción es una técnica fundamental para mostrar realismo durante la narración y la intervención de los personajes.
Es muy frecuente que si los autores son contemporáneos a los hechos que narra o han nacido en una época cercana, se muestren recursos literarios como hipérboles u omisiones de la realidad para ofrecer un balance crítico de un periodo que ha influenciado decisivamente la realidad política y social que le ha tocado vivir.
Esto es especialmente ilustrativo para aquellos lectores alejados de esa realidad porque, de este modo, los autores —generalmente de forma inconsciente porque depende en gran medida del nivel de repercusión que tendrá su obra en el futuro— ofrecen una visión muy cercana de un pasado que no han vivido.
En definitiva, las novelas históricas son una opción excelente para todos aquellos lectores apasionados por la historia. Este tipo de novelas basan su éxito en la capacidad de los autores para recrear con precisión un determinado periodo histórico y equilibrar la trama ficticia con una sucesión de hechos reales. Esto permite ofrecer a los lectores un retrato lo más fidedigno posible del pasado sin la necesidad de plasmar la rigurosidad necesaria que caracteriza a las obras de divulgación o a las monografías que son el resultado de una minuciosa investigación histórica.