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Los beneficios demostrados de la musicoterapia para estimular el aprendizaje y mejorar el sistema sensorial, cognitivo y motor resultan muy útiles para trabajar con personas con discapacidad.
La utilización de la música de forma profesional para finalidades terapéuticas es lo que se entiende como musicoterapia. Sus constatados logros en cuanto a fomento de la salud, la calidad de vida y el bienestar, tanto físico como emocional, hacen que las actividades de musicoterapia para personas con discapacidad sean muy valoradas hoy en día.
Musicoterapia y discapacidad: ¿Cómo aplicarla en terapia?
El principio en el que se basa la musicoterapia es que a través de la música se puede mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas cuando se emplea con un enfoque clínico y terapéutico. Los beneficios de la musicoterapia han demostrado tener un especial impacto en las personas con discapacidad, sea física o intelectual.
Para aplicar con éxito un programa de musicoterapia para personas con discapacidad es imprescindible contar con profesionales cualificados que sepan cómo debe ser programada y ejecutada la terapia. Estos son algunos de los pasos que no deben faltar en su implementación:
- Evaluación individualizada. Cada paciente tiene sus propias características y requiere de un abordaje terapeútico propio. Resulta indispensable comenzar por examinar concienzudamente las necesidades y habilidades de cada persona antes de diseñar un plan de musicoterapia que se adapte a su situación.
- Selección de actividades musicales terapéuticas adecuadas. Las actividades musicales que formen parte de la terapia tendrán que adaptarse necesariamente a las preferencias musicales, habilidades y necesidades específicas de cada paciente. Esto puede incluir cantar, tocar instrumentos o improvisar musicalmente, entre otros.
- Uso de instrumentos adaptados. Los pacientes con discapacidades físicas pueden requerir del uso de algún instrumento musical adaptado que les permita la participación activa en este tipo de actividades, independientemente de sus limitaciones físicas.
- Incorporación de estímulos sensoriales. Además de la propia música, en esta terapia se pueden incluir otro tipo de incentivos sensoriales para enriquecer la experiencia y promover la estimulación sensorial. El musicoterapeuta es el responsable de decidir cuáles de estos alicientes son los más apropiados para cada caso.
- Integración en contextos terapéuticos. El musicoterapeuta responsable del programa, puede determinar que este tratamiento sea combinado con otros contextos terapéuticos, incluyendo terapia ocupacional, fisioterapia, terapia del habla y terapia conductual.
La musicoterapia ha demostrado excelentes resultados en cuanto a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y su bienestar. También la relación entre familia y discapacidad juega un papel determinante, por el impacto que genera en el seno de las relaciones familiares tener una persona con discapacidad.
Actividades de musicoterapia para personas con discapacidad
Los pacientes que participan de actividades de musicoterapia pueden experimentar grandes beneficios en su estado de salud, siempre que se dejen guiar por especialistas en la materia. Asimismo, las personas que tienen algún tipo de discapacidad también pueden gozar de las bondades de la musicoterapia, con programas especialmente diseñados y adaptados a sus necesidades.
Estas son algunas actividades musicales para discapacitados que el musicoterapeuta puede poner en práctica:
Aprender a expresar los sentimientos
Se propone participar en la composición de un tema musical y que los participantes dibujen aquello que les sugiere la música. En este punto el terapeuta es quien debe seleccionar cuidadosamente la estructura de la música en función de cada uno de los participantes. Por parejas, se puede plantear que cada uno dibuje lo signifique para ellos su compañero.
Conocer dónde están las partes del cuerpo
Se puede tener un muñeco al que se le habrán colocado varios instrumentos musicales en las partes de su cuerpo. La actividad consiste en que cuando suene cada uno de los instrumentos, los participantes deberán tocar la parte de su cuerpo que corresponda.
Trabajar la orientación
Un participante se coloca en el centro de la sala con los ojos tapados, mientras el resto se distribuye por todo el espacio, cada uno con un instrumento. Cuando suena uno de los instrumentos, quien está en medio ha de dirigirse hacia ese sonido. Si consigue localizarlo, se cambiará con el compañero que lo estaba tocando y este pasará a ocupar el medio del local con los ojos vendados.
Otra forma de trabajar la orientación es cogerse todos de la mano y avanzar al ritmo que marca la música: lenta, rápida o parándose cuando corresponda.
Aumentar la autoestima y generar buen estado de ánimo
En pacientes con daño cerebral existen terapias consistentes en hacer música de forma grupal, adaptando los instrumentos y las partes de la canción a las capacidades de cada persona. De esta forma, se promueve la participación grupal y se genera un estado de ánimo positivo.
Practicar la relajación
Existen muchas formas de llevar a cabo una sesión de relajación utilizando la música, pero una de ellas puede ser narrando una historia para introducir y guiar a los participantes en cómo deben actuar para relajarse. Se puede preparar un espacio para que los participantes se tumben en colchonetas y, con los ojos cerrados, escuchen la narración y la música de la sesión de relajación, que llevará a cabo un especialista.
Uno de los efectos que produce la musicoterapia es la producción y liberación de serotonina, el neurotransmisor responsable de generar sensación de felicidad. Por ello, todas estas actividades resultan muy beneficiosas para personas con discapacidad.
Quienes deseen dirigir sus pasos profesionales hacia esta carrera, pueden empezar formándose con un Grado en Música para luego especializarse en musicoterapia.
Beneficios de tratar la discapacidad con musicoterapia
Musicoterapia y discapacidad comienzan a ir de la mano desde mediados del siglo XX, cuando en Estados Unidos se empieza a usar la música como parte del tratamiento de soldados que provienen del frente de la Segunda Guerra Mundial y de personas con discapacidad, en especial para potenciar la reducción del trauma, el estrés y la capacidad del lenguaje, motriz y social.
Esta terapia ha demostrado ser útil en diferentes rangos de edad y para tratar diversas patologías:
- La musicoterapia en bebés tiene repercusiones positivas en el desarrollo de los niños, tanto a nivel físico como emocional, ya que mejora sus habilidades sociales y cognitivas.
- Lo mismo sucede con la musicoterapia en personas mayores. Además, los beneficios de la musicoterapia en personas con Alzheimer son ampliamente conocidos.
Por tanto, es algo natural que la musicoterapia resulte beneficiosa también a la hora de tratar la discapacidad. Destacan las siguientes ventajas:
- Mejora las funciones motoras. Actividades como moverse al ritmo de la música o tocar algún instrumento redundan en beneficios como el fortalecimiento de la musculatura o la mejora de la coordinación oculomanual y del equilibrio.
- Aumenta la estimulación sensorial. La música puede ser un auténtico incentivo para los sentidos, lo que resulta especialmente interesante en una terapia aplicada a personas con discapacidad sensorial.
- Facilita la comunicación. La música puede servir de instrumento de comunicación y en una terapia debidamente conducida por un especialista pueden lograrse grandes avances en personas que no son capaces de expresarse de otra forma o a las que les resulta más cómodo hacerlo así.
- Proporciona herramientas para expresar emociones. Directamente relacionado con el punto anterior, la musicoterapia sirve también a las personas con discapacidad para manifestar sentimientos que no podrían transmitir de otra forma. Contribuye, por tanto, al autoconocimiento y a la potenciación de la autoestima.
- Reduce el estrés y la ansiedad. A través de la musicoterapia es posible trabajar la relajación del paciente con discapacidad, reduciendo considerablemente sus niveles de estrés y ansiedad.
- Incrementa la capacidad de aprendizaje. Por medio de la aplicación del tratamiento de musicoterapia adecuado, se pueden mejorar los procesos de aprendizaje de las personas discapacitadas, porque facilita la concentración, desarrolla la imaginación y también la memoria.
- Potencia la socialización. La realización de actividades de musicoterapia en grupo promueve la comunicación con los demás y sirve para trabajar valores como la empatía.
Emplear la musicoterapia para tratar a pacientes con discapacidad ofrece múltiples beneficios que proporcionan bienestar tanto a nivel físico como mental.
