Alberto Pascual García
Esta disciplina terapéutica sirve de refuerzo y estimulo positivo para áreas del cerebro que favorecen la expresión corporal, la comunicación y la creatividad. Desde UNIR, repasamos estos beneficios cognitivos y físicos.
No solo es escuchar música, es trabajar con ella. Motivar al cerebro para que encienda una mecha de emociones y que sirva de palanca para accionar el cuerpo, la memoria. El impacto de la musicoterapia para personas mayores es tan positivo que, actualmente, es un recurso terapéutico que se usa cada vez más en España.
Eso sí, para poder llevarla a cabo, es necesario contar con la supervisión de personal cualificado en esta materia. Por ello, desde UNIR ofrecemos el Máster Universitario en Musicoterapia para que puedas formarte con profesionales del sector.
Mejora 360º a través de la música
Los beneficios a nivel cognitivo y físico pueden variar según los casos, por esta razón, es necesario saber analizar e investigar cuáles son los mejores ejercicios para abordar al paciente. Al fin y al cabo, el fin es el mismo, mejorar su calidad de vida y estimular aquellas partes del cerebro o del cuerpo que pueden estar aletargadas. De esta manera, este puede recuperar o potenciar funciones que parecían perdidas, reduciendo el estrés, la ansiedad y recuperando la sonrisa. Veamos los principales:
Beneficios a nivel cognitivo
Para aquellos ancianos que ya están teniendo problemas de demencia temprana o pérdidas de memoria, la musicoterapia es una herramienta clave para el estímulo de las habilidades verbales, mejorar la concentración y la atención, así como los recuerdos en numerosos niveles: ya sea la más cercana en el tiempo como evocar recuerdos del pasado. La música sirve de elemento esencial para conectar con la realidad e incentivar la creatividad.
Beneficios a nivel físico
La música invita al movimiento, así que puede servir de mucha ayuda para estimular a aquellos mayores que están perdiendo ciertas facultades motoras. Además, tan pronto puede servir de herramienta para activar al paciente, como para fomentar su relajación. De esta manera, sirve para disminuir la ansiedad y la angustia que este pueda padecer. Por otro lado, si se le propone toca un instrumento o se hacen movimientos coordinados introducidos a través de canciones sencillas, se aviva el cerebro y ¿?
Beneficios a nivel emocional
Aquellos pacientes que necesitan expresar emociones, que estas afloren del cuerpo, ya sean de alegría o de tristeza, necesitan en ocasiones de un vehículo musical. Gracias a la participación en grupo, la interacción con otras personas y la comunicación que se crea entre ellos mejora el estado de ánimo y la autoestima. Además, para aquellos pacientes que puedan haber perdido ciertas facultades del habla, puede conseguir (dependiendo del caso) que mejoren su expresión verbal.
Que la música lidere la recuperación
Para poder entender mejor el tipo de actividades que pueden llevarse a cabo es imprescindible tener en cuenta dos formas de abordar la terapia. Según el Dr. Manuel Sequera Martín, en su artículo “Musicoterapia en la demencia del paciente anciano” (Psicogeriatría, 2015, Ediciones Viguera), hay dos formas de abordarlo:
Acciones preventivas
Las cuales se centran en fomentar el envejecimiento saludable. La música sirve como herramienta para “la prevención de enfermedades y la promoción de un estado óptimo físico, mental y social”.
Acciones terapéuticas
Como un “tratamiento complementario más que permite trabajar una serie de objetivos terapéuticos”. Es aquí donde el musicoterapeuta debe valorar al paciente, el estado físico y psicológico desde el que se parte y su historial musical para saber qué teclas tocar para accionar la palanca de la recuperación.
Esto implicará tener en cuenta aspectos como el repertorio elegido, el rimo y tempo de las canciones, si es música en directo o no, quién canta esas canciones o incluso el volumen en el que se reproducen. Hacer un buen trabajo de diagnóstico ayudará al profesional a saber qué elegir en cada caso y conseguir resultados positivos mucho más rápido.
Entre los ejemplos de actividades que propone Sequera tenemos:
- Escucha activa de música para fomentar la socialización, aumentar la concentración y desarrollar la memoria. Además, puede servir tanto para animar el estado del paciente como para relajarlo.
- Cantar canciones, ya sea solo o acompañado de un grupo. Se espera estimular la autoestima, la participación y la memoria (ya sea lejana como cercana). También ayuda a la expresión de sentimientos.
- Tocar instrumentos también ayuda a que participen en actividades con más personas. Si usan elementos de pequeña percusión pueden mejorar en motricidad, estimulación sensorial y atención.
- Favorecer la improvisación, algo que puede ser muy estimulante para personas con un deterioro cognitivo leve o moderado. También los juegos musicales pueden mejorar la memoria reciente y provocar el movimiento. De hecho, toda actividad que estimule de manera sensorial y motora fomentará la motricidad.
Como hemos apuntado anteriormente, son unos pocos ejemplos de los cientos de dinámicas activas que se pueden llevar a cabo en musicoterapia para personas mayores. De ahí, la importancia de que exista un profesional detrás capaz de ponerlas en práctica de forma adecuada.
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