UNIR Revista
La novela negra española vive un boom en nuestro país con sagas y obras en las que se combina la investigación criminal y policíaca con la crítica social.
Policías, asesinatos, sospechosos, intriga… La novela negra es actualmente uno de los géneros literarios con mayor tirón entre los lectores, una tendencia que se acentuó tras fenómenos como el de Stieg Larsson, y España no es ajena a esta tendencia. Desde UNIR repasamos las características de la novela negra española y sus autores más destacados.
“Irina. La niña no sintió dolor cuando el clavo le rasgó la cara, debajo del ojo izquierdo”. Así comienza La cicatriz (2015), de Juan Gómez Jurado, uno de los escritores españoles más destacados dentro de la novela negra en español. No es el único. Aunque la novela negra tuvo su origen en Estados Unidos en la década de los años 20 del siglo pasado —con autores como Dashiell Hammett, Raymond Chandler o Mickey Spillane—, en los últimos años ha experimentado su propio boom a nivel europeo, un fenómeno que también ha llegado a España.
Un crimen que resolver, un detective (o alguien que asume este rol) y un asesino que desenmascarar. Estos son los tres elementos que nunca faltan en una novela negra. A partir de ahí hay tantos argumentos y tramas como libros. Aunque cada autor cuente con su propio estilo, entre las características definitorias de la novela negra en español se pueden señalar:
Crítica social
La denuncia de la corrupción, la violencia o la burocracia está muy presente en este género. La investigación de los casos también sirve para hacer una crítica de la sociedad.
Ambientación urbana
No es una norma estricta, ya que una novela negra puede ambientarse en cualquier espacio pero sí es habitual que el espacio sea una ciudad cuya descripción minuciosa la convierte en un personaje más.
Importancia de los personajes
Son una de las claves de la novela negra. Muy importante el retrato psicológico que se hace de ellos, su evolución, su pasado, etc.
Hechos reales
La gran mayoría de las novelas negras no están basadas en hechos reales, pero los autores procuran crear relatos que parezcan verosímiles.
Lenguaje
Predomina el lenguaje directo, próximo al periodismo, en el que es habitual utilizar la primera persona.
Autores destacados de novela negra española
Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939 – Bangkok, 2003)
Aunque sus orígenes literarios están vinculados al periodismo y la poesía, también fue el precursor de la novela negra española con la creación de Pepe Carvalho, un detective que protagoniza más de una veintena de libros, entre los que destacan Tatuaje (1974), Los mares del sur (ganadora del Premio Planeta en 1979), Asesinato en el Comité Central (1981), Los pájaros de Bangkok (1983) o Sabotaje olímpico (1993). Estos relatos de Montalbán son mucho más que la investigación de un crimen; en ellos se realiza una crítica de la situación política y social de España, una característica intrínseca de la novela negra.
Domingo Villar (Vigo, 1971 – Vigo, 2022)
El escritor gallego fue el creador del inspector Leo Caldas, protagonista de Ojos de agua (2006), La playa de los ahogados (2009) —que superaron las cuarenta ediciones— y El último barco (2019). Está considerado como uno de los grandes fenómenos de la novela negra en español de los últimos años y, de hecho, fue de los pocos españoles en participar en el congreso alemán de literatura policíaca Mord am Hellweg (lo hizo en 2010).
Dolores Redondo (Donostia-San Sebastián, 1969)
Es una de las referentes de la novela negra española leída tanto por el público español como internacional, de hecho, sus libros están traducidos a 36 idiomas diferentes. Su primera novela negra fue El guardián invisible (2013), que marcaría el comienzo de la trilogía del Baztán (los otros dos títulos son Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta). Inspirada en un crimen real que sucedió en Lesaca (Navarra) ha superado los dos millones y medio de lectores. En 2016 ganó el Premio Planeta con Todo esto te daré, una novela negra ambientada en la Ribeira Sacra ourensana.
Juan Gómez Jurado (Madrid, 1977)
Periodista de formación, se inició en la novela negra con Espía de Dios (2006), ambientada en el Vaticano, a la que seguirían Contrato con Dios (2007) y El emblema del traidor (2008). Tras publicar El paciente (2014) y La cicatriz (2015), su consagración dentro del género de la novela negra vendría con la creación del personaje de Antonia Scott, una peculiar mujer con un coeficiente intelectual de 242 que, sin planearlo, acaba colaborando con la policía en la resolución de crímenes. Lo hace en Reina Roja (2018), Loba Negra (2019) y Rey Blanco (2020), todo un fenómeno de ventas que ha logrado superar el millón de ejemplares vendidos.
Javier Castillo (Mijas, Málaga, 1987)
Es otro fenómeno de ventas y la constatación de que la novela negra puede convertirse en un bestseller. El día que se perdió la cordura (2017) fue su primera publicación del género y con ella ha superado el millón de ejemplares vendidos tras ser traducido en diez idiomas y llegar a más de 65 países. Más tarde publicó Todo lo que sucedió con Miranda Huff (2019), El juego del alma (2021) o La chica de nieve (2020), un libro que demuestra que para hacer una nueva novela negra no es necesario incluir un asesinato, ya que relata la desaparición de una niña en la cabalgata de Acción de Gracias de Nueva York.
Alicia Giménez Barlett (Almansa, Albacete, 1951)
Tras sumergirse en el mundo literario con el ensayo, Giménez Barlett creó a una de las primeras inspectoras protagonistas de una saga de novela negra: Petra Delicado, introduciendo la mirada femenina en este género. Empezó en 1996 con Ritos de muerte, a la que seguirían más de una decena de títulos, como Día de perros, Muertos de papel, Nido vacío o Crímenes que no olvidaré. En 2011 ganó el Premio Nadal por Donde nadie te encuentre, en 2014 el Pepe Carvalho y en 2015 el Planeta por Hombres desnudos.
Lorenzo Silva (Madrid, 1966)
Licenciado en Derecho, el madrileño es un referente tanto de la novela histórica como policíaca, género en el que se estrenó con Noviembre sin violetas (1995). Después vendrían La isla del fin de la suerte (2001) y Muerte en el reality show (2007). La consagración de Silva dentro de la novela negra española contemporánea sería la creación de los agentes de la Guardia Civil Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, protagonistas de una saga con títulos como El alquimista impaciente (2000), La reina sin espejo (2005), La marca del meridiano (2012) o Los cuerpos extraños (2014).
Eugenio Fuentes (Montehermoso, Cáceres, 1958)
Ricardo Cupido es su particular detective privado que ha protagonizado El interior del bosque, La sangre de los ángeles, Las manos del pianista, Cuerpo a cuerpo y Contrarreloj y Mistralia, traducidas a doce idiomas. En ellas destacan su crítica social, los juegos temporales y la minuciosidad con la que realiza los retratos psicológicos de sus personajes.
Los límites entre la novela negra y la policial no siempre están claros, ya que a veces los dos géneros se entremezclan en una misma obra. Esta es una de las cuestiones que se analizan en el Máster en Literatura Española y Latinoamericana de UNIR, una titulación en la que colaboran escritores como Vargas Llosa, Edmundo Paz Soldán o Laura Freixas para dominar los principales movimientos literarios de España y Latinoamérica.
