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La paleografía es la ciencia responsable de estudiar la escritura y los signos, tanto en libros como en documentos antiguos. En muchas ocasiones, sirve de apoyo a otras ciencias como la archivística.
Descifrar los escritos de cualquier época y lugar es el cometido de la paleografía, la ciencia que estudia la escritura en general y la evolución en el tiempo de las grafías y su forma de ejecutarse, en particular. Por lo tanto, la paleografía es una disciplina crucial para la comprensión de la historia y la cultura de la humanidad, puesto que permite descifrar documentos y manuscritos antiguos que no podrían entenderse de otra forma.
La palabra paleografía deriva del latín moderno paleographia, y esta a su vez de dos términos griegos: palaio, que se traduce como paleo, y graphía, es decir, grafía. Por lo tanto, el concepto de paleografía hace referencia a la ciencia dedicada al análisis de documentos antiguos para estudiar sus signos y su escritura.
La paleografía sirve para desvelar los interrogantes que presentan los escritos clásicos y es una ciencia al servicio de otras especialidades como la propia Historia, la Literatura o la Lingüística.
En el siglo XVII, la paleografía nació como una disciplina subsidiaria de la diplomacia y la archivística. Así, la diplomacia se basaba en el análisis de los documentos y la paleografía se ocupaba de lo relativo a los sistemas de escritura que se empleaban para redactar esos documentos. La archivística, por su parte, se centraba en la ordenación y clasificación de los documentos. Las tres ciencias, paleografía, archivística y diplomacia, son ámbitos de la historia que posibilitan el estudio de las civilizaciones.
Entre los principales objetivos que persigue la paleografía se encuentran:
- Interpretación. Leer y estudiar las grafías antiguas hasta lograr entender completamente su significado es uno de los principales cometidos de la paleografía.
- Datación y localización. Analizar el tipo de escritura que presentan los textos para poder situarlos en un momento y en un lugar determinado de la historia, reconstruyendo a través de ellos el relato histórico es otro de sus objetivos.
- Estudio evolutivo. Descubrir el origen, el desarrollo, las modificaciones y las modalidades de la propia escritura también es una de las tareas de la paleografía, puesto que puede proporcionar información sobre las formas de vida, las costumbres y las creencias de quienes escribieron esos documentos.
- Identificación. Detectar falsificaciones o fraudes es otro de los propósitos de esta ciencia.
Estos cometidos tienen especial aplicación en el campo concreto de la historia del arte, puesto que la paleografía se utiliza, por ejemplo, para interpretar inscripciones, firmas, marcas de agua y otros detalles escritos en las obras artísticas.
La paleografía también se aplica en la autenticación y la datación de las piezas. En algunos casos, la escritura en una obra de arte puede proporcionar información sobre la fecha en que se creó y el lugar donde se produjo. Además, el estudio de la escritura antigua también puede ayudar a determinar la autenticidad de una determinada creación, particularmente en el caso de documentos y manuscritos antiguos.
Tipos de paleografía según el objeto de estudio
Considerando el objeto de estudio de la paleografía, es posible establecer la siguiente clasificación:
- Paleografía diplomática. Analiza la escritura propia de los documentos.
- Paleografía bibliográfica. Su objeto de estudio son los manuscritos antiguos y los códices.
- Paleografía numismática. La letra de las monedas y medallas centra la investigación de esta disciplina.
- Paleografía epigráfica. Se centra en la escritura de lápidas e inscripciones arqueológicas.
El Grado en Historia del Arte online de UNIR incluye en su plan de estudios formación general en paleografía: su historia, los fundamentos de la transcripción paleográfica y algunos conceptos básicos.