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El periodismo digital o ciberperiodismo es una tipología dentro de la actividad profesional del periodismo que emplea internet como plataforma para difundir noticias.
En la era de internet, los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y televisión) se han introducido de lleno en un entorno online altamente competitivo y dinámico, lo que ha generado el llamado periodismo digital. Así, las ciencias de la información han sufrido una transformación que implica, por un lado, inmediatez en la difusión de noticias y, por otro lado, una interconexión cada vez más amplia entre los periodistas y un público que, a su vez, es capaz de participar activamente en el proceso mediático.
Indagar en las características y en el funcionamiento del periodismo digital es fundamental para concienciar a la ciudadanía de su importancia como medio de expresión libre. Este nuevo paradigma periodístico consolida las libertades públicas y privadas dentro de un esquema liberal-democrático, que es el imperante en el mundo Occidental, al tiempo que enfrenta nuevos retos, como la verificación de la información en un contexto en el que las noticias (a veces falsas) se propagan a velocidades vertiginosas.
¿Qué es el periodismo digital?
El periodismo digital o ciberperiodismo es una tipología dentro de la actividad profesional del periodismo que emplea internet como plataforma principal para difundir noticias fruto de la investigación o recopiladas a través de fuentes de diversa naturaleza.
En general, conforma un punto intermedio entre el periodismo tradicional y el ámbito digital, empleando aquellas herramientas tecnológicas disponibles en la red para informar a la audiencia.
En este contexto, ha surgido el concepto de periodismo transmedia, que aprovecha múltiples plataformas virtuales para ampliar el mundo narrativo y hacer una experiencia más atractiva.
Características del periodismo digital
Algunas claves y características del periodismo digital incluyen elementos como los siguientes:
- Multimedialidad. El periodismo digital integra distintos formatos en una misma plataforma web. El texto se apoya en otro tipo de recursos, como audios, vídeos, gráficos, fotografías, encuestas o animaciones, haciendo que sean más interactivos y creativos.
- Hipertextualidad. El acceso a la información no solo destaca por su inmediatez y comodidad —tan solo se necesita un dispositivo con acceso a internet— sino que, además, esta información puede ser contrastada con numerosos medios digitales a través de un simple clic. Igualmente, permite navegar mediante enlaces insertados en el texto que conectan con otro tipo de información relacionada con el asunto o noticia principal.
- Interactividad. Los usuarios registrados pueden comentar y compartir sus opiniones, así como interactuar con el propio contenido y los autores del artículo o reportaje.
- Inmediatez y actualización constante. Los periódicos digitales difunden noticias en tiempo real de forma actualizada, lo que permite seguir la evolución de, por ejemplo, un recuento electoral o un conflicto bélico desde cualquier lugar del mundo.
Los periódicos digitales: así ha evolucionado la prensa
Aunque internet surgió en 1969, su popularización no se produjo hasta la década de 1990 con el desarrollo de la World Wide Web (WWW), un sistema en el que confluyen diversos tipos de datos a través de un protocolo de transferencia unificado de hipertexto o enlaces que ofrecen acceso a una determinada página web.
El auge del periodismo digital coincide con la aparición de esta red informática mundial. En Estados Unidos, algunos diarios comenzaron a crear sus propios portales en internet entre 1993 y 1995, como fueron los casos de The Chicago Tribune o The Atlanta Journal; y ya incluso por aquel entonces se apostó por una alternativa exclusivamente digital: The Mercury News.
En España, la cronología es más o menos coincidente. Algunos periódicos digitales surgieron a mediados de la década de 1990 con Temps, El Periódico o La Vanguardia. Los casos se fueron multiplicando y en 1999 España contaba con más de 400 periódicos online.
En un principio, las versiones digitales ajustaban al contenido en soporte de papel sin modificaciones de importancia. Pero conforme la expansión de internet se convirtió en un fenómeno mundial, se universalizó su acceso.
Así, a principios de la década de los 2000, los medios digitales empezaron a desarrollar un lenguaje y formatos característicos que se apartaban del enfoque tradicional. De hecho, el storytelling se convirtió en una herramienta esencial para captar y mantener la atención de los lectores en las plataformas digitales.
Es en este momento cuando empiezan a consolidarse las características propias del periodismo digital: la hipertextualidad; la combinación de textos, audio, vídeos, gráficos, fotografías, encuestas, pódcast, infografías personalizadas y enlaces; la interactividad; la actualización constante de los contenidos… Pero, sobre todo, el acceso global e inmediato a la información sin necesidad de recurrir a unas tiradas en papel que no han logrado adaptarse a la velocidad con la que la información fluye actualmente en las redes.
Esto supuso una reducción significativa de las ventas de periódicos impresos, lo que ha obligado a los medios a adaptarse con una nueva forma de monetización, compaginando la venta de sus ejemplares en papel con la adopción de plataformas online bajo suscripción, además de la publicidad en formato digital (SEM).
Los nuevos desafíos para el periodista digital
Los periodistas digitales enfrentan retos importantes en su trayectoria profesional. Algunos de ellos son los siguientes:
- Superar el ciberanzuelo o clickbait. Con el objetivo de conseguir visitas que les proporcionen ingresos rápidos, los medios optan por títulos sensacionalistas o infundados que priorizan la captación de audiencias antes que la veracidad e, incluso, la honestidad profesional.
- Verificar la información. En la actualidad, la ingente cantidad de información que circula en las redes suele estar acompañada por bulos o fake news que han provocado una sensación de inseguridad y desconfianza en una parte de la ciudadanía. Es fundamental que los periodistas destinen todos sus esfuerzos en garantizar que la información o las noticias que transmiten sean veraces para que la ciudadanía confíe en los medios.
- Mantener la ética y el rigor en el ejercicio de la profesión periodística. Los periodistas digitales deben preservar aquellos valores inherentes a su profesión y saber anteponerse a los intereses de índole empresarial: la búsqueda de la verdad, asegurar su independencia para no generar conflictos de intereses, mantener, en medida de lo posible, un enfoque objetivo e imparcial a la hora de exponer la información recopilada y asumir la responsabilidad de su trabajo. Además, es importante escuchar las críticas y las preocupaciones de la audiencia a la que se dirige con la mayor humanidad posible, es decir, el periodista digital ha de ser consciente del impacto de las palabras o imágenes que emplea para complementar los datos que presenta.
- Adaptarse a las nuevas narrativas, como la transmedia, que permite contar historias a través de múltiples plataformas y formatos, lo que enriquece la experiencia del lector y amplía el alcance de la información que se pretende transmitir.
En definitiva, el periodismo digital no solo ha cambiado la manera en que la ciudadanía accede a la información, sino que además ha reinventado el rol del periodista en la sociedad.
En este nuevo escenario mediático, la adaptabilidad, la innovación y el compromiso ético, junto con los valores fundamentales de la profesión, son y seguirán siendo claves para un futuro en el que la información digital se ha impuesto sobre otro tipo de soportes convencionales.