UNIR Revista
La psicoacústica estudia la relación entre un estímulo acústico y la respuesta psicológica al mismo provocando una reacción física y mental.
¿Todos los humanos percibimos e interpretamos los sonidos de igual forma? La respuesta es no. La psicoacústica es una disciplina que estudia la relación entre un estímulo acústico y la respuesta psicológica al mismo, es decir, cómo reacciona el cerebro ante un determinado sonido para interpretar sus diferentes cualidades y provocar una reacción a nivel físico y mental.
La psicoacústica, como parte de la psicofísica y rama de la Psicología, analiza el vínculo entre un estímulo externo y la percepción que cada persona hace del mismo. Cada persona percibe de forma diferente no solo en función de sus características físicas –como la edad–, sino que también entran en juego las vivencias, formación musical y cultural e, incluso, el estado de ánimo.
Así, ante un estímulo sonoro concreto, cada persona reacciona de una forma determinada; por lo que el cerebro analiza sus cualidades (timbre, intensidad y tono), lo codifica y transforma en un mensaje que provoca diferentes tipos de reacciones.
¿Cuál es el objetivo de la psicoacústica?
Entre los objetivos de la psicoacústica señalar:
- Caracterizar cómo responde el sistema auditivo: relación entre la magnitud de la sensación que provoca el estímulo con la real.
- Lograr el umbral absoluto de la sensación.
- Conseguir el umbral diferencial de un determinado parámetro del estímulo.
- Entender y obtener la capacidad de resolución del sistema auditivo para procesar a un mismo tiempo diferentes estímulos, siendo capaz de separarlos y procesarlos.
La sonoridad
Para entender la psicoacústica hay que tener en cuenta la sonoridad o intensidad subjetiva, una cualidad que permite ordenar el sonido en función de una escala para diferenciar sonidos graves y agudos, fuertes y débiles, y poder identificar diferentes fuentes (por ejemplo, si es una orquesta, los instrumentos que participan en la misma). Depende de varios factores, entre los que destaca el nivel de presión sonora, la duración y complejidad y la frecuencia.
La escala de sonoridad es subjetiva estableciéndose tres niveles:
- Umbral absoluto: mínima presión acústica necesaria para que se produzca una sensación auditiva (debe ser en silencio). Depende de cada oyente.
- Umbral de disconfort (UCL): mínimo nivel de presión acústica para provocar malestar. También varía en función de cada persona. Los valores medios para un normoyente se establecen entre 90-100 decibelios.
- Umbral normal o de confort (MCL): valor medio de los dos anteriores de la mayoría de oyentes. El índice medio se establece entre 55-60 dB.
La psicoacústica también está relacionada con la sinestesia, que es la capacidad de algunas personas para experimentar sensaciones a partir de estímulos vinculados a otros sentidos, como por ejemplo “oír colores o sabores”.
La aplicación de la psicoacústica
En la práctica, la psicoacústica se emplea en diversas áreas como la acústica musical (por ejemplo, para el diseño de edificios, ya que cada uno suena de un modo determinado en función del diseño y materiales utilizados), la musicoterapia, la acústica ambiental, la medicina, etc. En el caso de los profesionales del audio y sonido, es necesario un entrenamiento y práctica auditiva psicoacústica para educar el oído para que sea capaz de identificar todos los parámetros de un determinado material sonoro.
La psicoacústica también se puede emplear en el campo educativo, especialmente cuando se imparten materias del área de la música o en estudios específicos tanto a nivel elemental como profesional. En el primer caso, una posible opción es que los docentes utilicen la música para trabajar las emociones en los alumnos. Otra posibilidad más práctica es explorar el vínculo afectivo entre una obra que ellos mismos interpreten y su significado o emociones vinculadas.
Para ello, es necesario que el profesorado cuente con la formación especializada necesaria. A este respecto, UNIR ofrece el Máster en Investigación Musical online y oficial.