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Las líneas de acción de una escena determinan la coherencia visual de un proyecto audiovisual; evitar los saltos de eje es crucial para mantenerla.
El lenguaje cinematográfico tiene sus propias reglas, establecidas para garantizar que las historias lleguen a los espectadores con claridad y coherencia visual. Dentro de este lenguaje destacan los saltos de eje, una cuestión fundamental para mantener la calidad de cualquier proyecto.
Así, evitar los saltos de eje adquiere gran importancia a la hora de planificar y ejecutar cualquier rodaje. Los alumnos del Grado en Comunicación Online ahondan en este tipo de cuestiones dentro de sus asignaturas audiovisuales.
¿Qué es el salto de eje?
El salto de eje dentro del lenguaje cinematográfico se refiere a un error en la composición de escenas que se produce cuando no se respeta el eje de acción. De este modo, cuando se cambia de lado ese eje sin una transición adecuada, esto puede generar confusión en los espectadores a la hora de comprender el movimiento en la pantalla. El salto de eje podría considerarse un fallo de raccord visual.
El salto de eje supone un error de continuidad en la dirección del movimiento o la posición de los personajes o elementos dentro de una escena. Este error ocurre cuando la cámara cruza la llamada línea de acción o eje de acción sin una transición visual adecuada. Esta línea de acción constituye un trazo imaginario que conecta a los personajes o elementos principales de una escena o bien la línea de movimiento que realizan para desplazarse por ella.
La aplicación correcta de esta regla es esencial para mantener la coherencia visual y narrativa, así como la orientación espacial. Para evitarlo, los cineastas y directores audiovisuales suelen seguir la ley de los 180 grados.
¿Por qué es importante evitar un salto de eje?
Evitar un salto de eje es importante en cualquier producción de vídeo y debe ser un elemento que un realizador audiovisual no pierda nunca de vista por diferentes motivos:
- Comprensión espacial: mantener la coherencia en la dirección y posición de los elementos dentro de una escena facilita la comprensión por parte de los espectadores.
- Coherencia y continuidad visual: respetar la línea de acción dota a una escena de continuidad visual y favorece que la narrativa fluya sin cambios bruscos ni distracciones.
- Confusiones: la audiencia puede verse confundida ante un salto de eje al provocar que los personajes parezcan en lugares diferentes sin sentido rompiendo, así, la ilusión de realidad y restándole veracidad a la historia.
- Orientación: las reglas visuales establecidas en el código del lenguaje cinematográfico orientan las escenas y romperlas puede dar como resultado una experiencia visual desagradable.
Al mismo tiempo, evitar un salto de eje ayuda a dotar de profesionalidad a cualquier proyecto al demostrar un conocimiento técnico y un respeto por las convenciones de este sector artístico.
¿Cómo evitar un salto de eje?
Cuidado y planificación son las claves para evitar que un salto de eje estropee la comprensión de un trabajo audiovisual y para que la calidad de la escena y la secuencia en el guion de cine y televisión quede garantizada.
Los directores y profesionales utilizan una serie de estrategias que le permiten mantener la coherencia visual y espacial:
- Planificación: las escenas deben estar perfectamente planificadas antes de comenzar el rodaje teniendo claros aspectos como la posición de la cámara y de los personajes, así como sus movimientos.
- Líneas de acción: trazar las líneas imaginarias que conectan los elementos y personajes, y usarla como referencia para disponer el equipo técnico.
- Puntos de referencia: los diferentes elementos visuales de una escena pueden servir como puntos de referencia para mantener la coherencia visual, las líneas de acción y la posición de la cámara.
- Transiciones suaves: cortes y movimientos de cámara graduales o cambios de plano ayudan a realizar transiciones suaves cuando sea necesario para comunicarle a los espectadores un cambio de perspectiva.
- Revisión: las tomas deben examinarse continuamente para evitar que se cuele algún salto de eje en la filmación.
- Edición: lo mismo debe hacerse en la fase de posproducción, revisando detenidamente todas las tomas para garantizar la continuidad visual.
La ley de los 180 grados
A todas estas estrategias hay que sumar la ley de los 180 grados, el principio fundamental para garantizar que se mantiene una coherencia visual y espacial dentro de una escena. A partir de esta regla se establece que la cámara debe permanecer en un lado imaginario de la línea de acción trazada entre los personajes o elementos clave de una escena.
Así, mediante la aplicación de esta ley, la cámara puede moverse alrededor de la escena, pero siempre debe permanecer en el mismo lado de la línea de acción. En caso de que necesite moverse de su posición dentro de estos 180 grados se utilizan transiciones suaves que permiten a la audiencia comprender el cambio.
Esta regla es esencial para proporcionar continuidad visual y facilita que la audiencia siga la narrativa de manera coherente, ofreciendo una representación visual clara y comprensible.
En resumen, el salto de eje es una cuestión fundamental a la hora de realizar un proyecto audiovisual para facilitar el seguimiento de la historia del espectador y darle coherencia espacial.
