Lucía Tello Díaz
Nadie nace guionista, ni siquiera Izzy Diamond o David Mamet. Escribir es un proceso, un camino; no se llega a la meta sin pasar por la salida, del mismo modo que solo se alcanza a correr cuando el caminar está afianzado.
Nadie nace guionista, ni siquiera Izzy Diamond o David Mamet. Escribir es un proceso, un camino; no se llega a la meta sin pasar por la salida, del mismo modo que solo se alcanza a correr cuando el caminar está afianzado.
Ser guionista implica reescribir innumerables veces, frustrarse, encontrar muchas vías y perderse en otras. Nada hay inamovible, es labor del guionista hallar el mejor camino para contar su historia. No importa si eres Jane Campion o Guillermo del Toro, lo esencial es que tu escritura defina tu manera de sentir.
Porque a ti te gusta escribir, eso está claro, por eso estás leyendo este post; pero ¿sabes cómo hacer de ello tu carrera? Si la respuesta es negativa, no te preocupes, es sencillo de solventar. Porque además de tener talento, es importante saber instrumentalizarlo para hacer de la vocación una profesión de la que vivir.
Estos diez pasos te ayudarán a orientar todo ese talento en una dirección provechosa. Porque no hay musas, sino trabajo; no hay inspiración, sino un proceso creativo de primera magnitud. Y no hay resultados sin esfuerzo. Comenzamos.
Paso 1. Lee y ve mucho cine. Si se quiere crear un buen guion es imprescindible leer todo lo que se pueda y lo que se encuentre. Leer mucho y hasta compulsivamente. También debes ver películas, todas las que sean posibles. Se permiten gustos particulares, querencias personales y todo tipo de apetencias, pero si se desea contar buenas historias, se deben elegir buenas historias. Recuerda: si nos acercamos a los grandes, seremos un poco más grandes.
Paso 2. Busca la corrección. La escritura es nuestro medio de vida. Por ello hay que hacerlo sin tacha ni fallos, con la mayor corrección posible. Si todavía no lo haces con fluidez, sigue escribiendo; si continúas teniendo faltas, sigue leyendo; si no consigues dar con una buena historia, sigue leyendo y escribiendo. Es un proceso que se retroalimenta. En la lectura y en la escritura está la clave.
Paso 3. Escribe de lo que conoces. A no ser que seas un visionario o tu capacidad imaginativa desmesurada, es posible que te encuentres más confortable en un entorno que conoces y cuyos elementos constitutivos domines. Esto no significa que debas prescindir de la ciencia ficción distópica o del drama bélico, pero como iniciación a la escritura es preferible que comiences por afianzar tu capacidad creativa, para más tarde darle la forma que prefieras.
Paso 4. Construye personajes verosímiles. Aunque todo debe remitir a la realidad, procura dotar de verosimilitud a los personajes. Aunque tu historia transcurra en un planeta post-apocalíptico y zombie, los personajes necesitan profundidad, objetivos, reacciones coherentes y creíbles. No permitas que se deforme lo esencial de la lógica humana.
Paso 5. No olvides a los personajes femeninos. Con frecuencia leo guiones en los que las mujeres son mera anécdota. Tanto si eres hombre o mujer, procura dotarlas de inteligencia y cualidades que vayan más allá de la hermosura o la atracción que susciten. Ante la disyuntiva de cómo crear un diálogo o un personaje femenino, no lo dudes, del mismo modo que uno masculino.
Paso 6. Escucha. Guionistas como Rafael Azcona conocían el valor del día a día. En cierta ocasión confesó que las grandes historias surgen escuchando a los viandantes o a los viajeros en los medios de transporte públicos. Por eso, si no tienes muchos estímulos de los que puedan surgir historias, adéntrate en otros entornos, conoce a personas diferentes con motivaciones distintas. Solo así enriquecerás tu trabajo.
Paso 7. Infórmate. Vivir informado de lo que sucede en el mundo también es parte del proceso creativo. Las historias nacen de la cotidianeidad, por eso las noticias son su mejor simiente. Lee, escucha, mira, investiga. Así darás con muchas más historias que tu propia vida.
Paso 8. Ten empatía Trata de comprender los porqués, conviértete en un personaje más, no en su censor o en un demiurgo que juzga. Crea personajes consistentes e intenta encontrar el aspecto más humano de su condición.
Paso 9. Fórmate. Aunque tengas una gran vocación, la formación te ayudará a encauzar tu talento. Si tienes la oportunidad de cursar estudios específicos, como nuestro Máster en Guiones de la UNIR, no lo dudes, así podrás aprender de manera eficaz a sacar partido a tu talento.
Paso 10. Arriésgate. Ser guionista es arriesgado, así que atrévete con historias que no han sido contadas, busca un enfoque diferente. No se trata de buscar la provocación vacía, sino una perspectiva que no haya sido explorada. Tu coraje es tu mejor carta de presentación.