UNIR Revista
El teatro es un recurso multidisciplinar que puede emplearse en diferentes materias de Secundaria y Bachillerato con múltiples beneficios para los alumnos, como el trabajo en equipo o la mejora de la comunicación oral.
Entre los diferentes recursos y metodologías que pueden emplear los profesores de Secundaria y Bachillerato está el teatro, una herramienta educativa multidisciplinar válida para impartir diferentes materias. Por eso, más allá de la materia específica de Artes Escénicas y Danza (contemplada en cuarto de la ESO o segundo de Bachillerato si se opta por el itinerario de Artes), el teatro puede emplearse en Lengua y Literatura para el análisis de textos, ampliar vocabulario o entender mejor a determinados autores; en Historia para representar un hecho histórico concreto o conocer los pormenores de una determinada época; en Dibujo Técnico o Artístico para diseñar la escenografía de un espectáculo…
Entre los beneficios de emplear el teatro en las aulas de Secundaria y Bachillerato podemos señalar:
- Trabajo en equipo. La colaboración es algo fundamental en teatro; cada participante tiene su papel/responsabilidad y, al mismo tiempo, debe trabajar junto al resto de compañeros tanto en el montaje previo de un espectáculo como en el desarrollo del mismo. Así pues, el teatro fomenta la socialización, la tolerancia y el trabajo en equipo, cuestiones básicas que después se pueden trasladar a otras facetas del ámbito personal y profesional. Además, hay que tener en cuenta que en la etapa de la adolescencia la pertenencia al grupo es decisiva, por lo que esta sería una herramienta más para lograrlo.
- Memoria. Preparar una obra de teatro requiere ejercitar la memoria, no solo para recordar unos determinados diálogos sino también el orden de las escenas, por qué pata se entra en cada una de ellas, dónde nos debemos colocar en el escenario, coreografías/bailes, cambios de vestuario, etc.
- Concentración. Es otra máxima en teatro. El “aquí y ahora” es vital en este tipo de actividad, por lo que supone una gran ayuda para trabajar la concentración de los alumnos, especialmente entre aquellos a los que les resulta más complicado.
- Lenguaje. En función del texto elegido, contribuye a ampliar el léxico, conocer figuras retóricas empleadas en literatura, el uso de sinónimos, etc. Asimismo, es un recurso útil para fomentar el gusto por la lectura.
- Habilidades comunicativas. El teatro mejora la dicción, enseña a saber a hablar en público, tanto en situaciones formales como informales, así como a improvisar. Esta habilidad es muy útil para que el alumnado aprenda a realizar presentaciones en público, una cuestión que, en muchos casos, también necesitará cuando se incorpore al mercado laboral.
- Acerca la literatura. Participar en el montaje de una obra de teatro supone un conocimiento exhaustivo del texto que se va a representar, contextualizando el contenido del mismo, la época histórica, al autor… Es un método que aporta un aprendizaje vivencial y creativo que favorece un mayor interés y comprensión por parte del alumnado. Por ejemplo, no es lo mismo leer La casa de Bernarda Alba de García Lorca que asumir uno de sus papeles.
- Autoestima. Fomenta la confianza en uno mismo, contribuyendo a superar el miedo escénico y actuar ante los demás. Además, el poder asumir nuevos roles/papeles también ayuda a que los alumnos puedan expresar aquello que les cuesta verbalizar; por eso, es una actividad muy recomendable para los adolescentes más tímidos e introvertidos.
¿Cómo enseñar teatro en el aula?
A la hora de plantearse cómo enseñar teatro en el aula, especialmente en Secundaria y Bachillerato, es importante hacerlo desde una perspectiva multidisciplinar, superando el concepto tradicional de que el único recurso posible es montar una obra de teatro. Para ello, resulta fundamental que el docente tenga presente sus múltiples opciones como herramienta pedagógica, en la que debe primar tanto el proceso como el resultado.
Entre las propuestas para enseñar teatro destacan:
- Improvisaciones. Es un recurso con muchas posibilidades. Pueden hacerse de forma individual o colectiva (proponiendo un tema, unos personajes, una situación…). Se trata de un ejercicio con el que se fomenta la concentración y la creatividad pero también la escucha activa; de hecho, las primeras veces que se realiza la reacción de los alumnos suele ser hablar y hablar sin tener en cuenta a los demás. A medida que se entiende la dinámica, se produce una mayor colaboración entre los participantes y los resultados son mejores. Las improvisaciones pueden utilizarse en distintas asignaturas como una forma de asumir distintos roles: pueden repartirse diferentes personajes históricos entre los estudiantes para que imaginen qué se dirían al encontrarse, distribuir diferentes filósofos para que imaginen una argumentación entre ellos, o asumir el papel de un escritor que debe explicar su obra… Para hacerlo necesitan conocer el contexto de los personajes y sus rasgos fundamentales, pero desde una actividad creativa y no meramente memorística.
- Textos teatrales/guiones. Además de la lectura en voz alta, se puede realizar un análisis de los textos, tanto desde el punto de vista estructural y del lenguaje utilizado como del contenido, contextualizando los diferentes textos/obras en la época en la que fueron escritos.
- Preparación de escenas en grupos. Similar a las improvisaciones pero con textos ya cerrados. Es importante que todos los miembros de cada grupo puedan asumir diferentes tipos de papeles/roles para que el protagonismo no recaiga siempre en las mismas personas.
- Invención de historias en conjunto. El docente o un alumno inicia una historia con una frase al azar y, a partir de ella, el resto deberá ir completándola.
- Expresión corporal. Una representación teatral es mucho más que el texto; en ella, por ejemplo, juega un papel fundamental saber estar en escena y mantener el personaje en todo momento (aunque no esté hablando). Por eso, son básicos los ejercicios de expresión corporal en los que se representen diferentes acciones sin apoyarse en el lenguaje oral.
- Coreografías. Otro elemento relevante en teatro, especialmente para aquellos espectáculos con escenas corales. Se puede proponer a los alumnos que creen coreografías en grupo con un tema que sea de su interés.
- Cálculo. El teatro también permite trabajar la geometría y el cálculo para realizar la escenografía o distribuir el espacio.
- Debates. Sobre temas de actualidad, que afectan a los adolescentes, conflictos que surjan en la clase… De este modo, el teatro se convierte en un recurso también útil para la asignatura de Filosofía.
El teatro es una herramienta que puede emplearse en prácticamente todas las materias del ciclo de Secundaria y Bachillerato aunque, habitualmente, donde más se utiliza es en Lengua y Literatura. Para ello, es importante que los profesores cuenten con la formación adecuada, como la que ofrece el Curso de Cualificación para la Enseñanza de Lengua y Literatura de UNIR, el cual habilita para impartir estas asignaturas en centros privados y concertados.