UNIR Revista
El patrimonio cultural se define como el conjunto de bienes materiales o inmateriales que, por su gran valor histórico o artístico, han de ser protegidos y conservados para transmitirlos a las futuras generaciones.
El patrimonio cultural de un país ostenta un valor incalculable. Como vestigios de un pasado que se pretende legar a las generaciones del futuro, los bienes (materiales o inmateriales) de los que se compone el patrimonio histórico-cultural requieren de una protección desde el punto de vista legal para poder conservarlos y protegerlos. Pero más allá de eso, todos los tipos de patrimonio necesitan de una sociedad que sea consciente de su valor y de la importancia de su preservación.
Para aquellas personas interesadas, UNIR tiene a su disposición el Máster en Gestión del Patrimonio Cultural online. Con esta formación, los estudiantes podrán conocer las funciones que desempeña un gestor de patrimonio cultural, cuyos cometidos están en consonancia con los principios de la prevención, las buenas prácticas y la puesta en valor de la conservación del patrimonio integral, tanto el cultural como el natural.
El patrimonio se divide en tres ramas: natural, cultural-natural y cultural. Este último se compone de todos aquellos bienes que forman parte del legado de la humanidad y que son producto de su creatividad o de su modo de vida.
Por este motivo, las diversas expresiones culturales permiten dotar de significado a la identidad de un grupo humano, ya que se asocian a unos rasgos de comportamiento que son afines. Dentro de esta tipología, se distinguen dos modalidades: el patrimonio tangible e intangible.
El patrimonio cultural tangible
El patrimonio cultural tangible se refiere a todos aquellas manifestaciones que se sustentan en diversos elementos materiales y que son el resultado del trabajo artístico, escultórico, arquitectónico, arqueológico o científico producido a lo largo de la historia.
Dentro de esta categoría se pueden apreciar, a su vez, dos subdivisiones:
- Patrimonio tangible mueble. Se define como los bienes materiales de una determinada cultura que pueden ser trasladados de un sitio a otro. Algunos ejemplos serían los siguientes: pinturas, manuscritos, esculturas, utensilios domésticos, restos arqueológicos, objetos de culto, suntuarios o rituales, etc.
- Patrimonio tangible inmueble. Al contrario de lo anterior, se trata de aquellos bienes materiales que no se pueden transportar físicamente. En general, se trata de composiciones materiales inamovibles como necrópolis, museos, archivos, bibliotecas, catedrales, conventos, el casco histórico de una ciudad, palacios, acueductos, centros industriales o monumentos conmemorativos.
El patrimonio cultural intangible
El patrimonio cultural intangible o inmaterial comprende todas aquellas expresiones de una sociedad que no tienen una base material o física. Generalmente, se trata de manifestaciones que se transmiten oralmente y sufren de modificaciones a través del tiempo como consecuencia de un intrincado proceso de interacción colectiva.
Incluyen conocimientos y técnicas ancestrales empleadas en la vida cotidiana de las diferentes comunidades. Aspectos como técnicas agrícolas o ganaderas, recetas o platos gastronómicos, celebraciones, la forma de vestir, de sentarse, de comer e incluso de saludar, así como las festividades religiosas, carnavales, danzas o las composiciones literarias, teatrales y musicales son solo algunos ejemplos de esta tipología de carácter inmaterial. La UNESCO en su convención de 2003 recoge una clasificación para esta tipología de patrimonio que ha sido ratificada por diversos países.
¿Qué es el patrimonio cultural?
Son diversas las definiciones que se pueden encontrar sobre patrimonio cultural, ya que el concepto ha ido evolucionando a lo largo de la historia. Este dinamismo se debe a que los valores que la sociedad le otorga a este tipo de elementos también cambia y tienen un importante carácter subjetivo.
La UNESCO, a través de sus diversas publicaciones, nos sugiere ampliar la definición de patrimonio para dar respuesta a los cambios que experimenta la sociedad. Esta ampliación del concepto implica extender la atención hacia diferentes tipologías no reconocidas e integrarlas en un sistema complejo de patrimonio integral, como es el caso del patrimonio natural.
Esta visión dinámica e integral de concepto queda reflejada en la definición que hace el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH): “El concepto de patrimonio cultural es subjetivo y dinámico. No depende de los objetos o bienes, sino de los valores que la sociedad en general les atribuye en cada momento de la historia y que determinan qué bienes son los que hay que proteger y conservar para la posteridad”.
Otro tipo de definiciones tienden a realizar una clasificación de los elementos que componen el patrimonio cultural y natural, como es el caso de la convención de protección del patrimonio mundial, cultural y natural de la Unesco de 1972. Lo mismo ocurre en las legislaciones nacionales y locales, en donde el concepto se cierra a una serie de tipologías reconocidas y generalmente agrupadas en patrimonio material e inmaterial o tangible e intangible.
Características del patrimonio cultural
El patrimonio cultural, independientemente de su naturaleza, se rige por una serie de características comunes. Las más importantes son las siguientes:
- Contiene un fuerte componente social. El patrimonio cultural no solo se identifica con las tradiciones culturales que se encuentran ancladas en el pasado, sino que pervive en el imaginario colectivo para que la sociedad del presente pueda identificarse y disfrutar de él.
- Pertenece a las generaciones del futuro. Si bien las sociedades actuales disfrutan del patrimonio cultural de sus respectivos entornos, lo cierto es que no se debe perder de vista el objetivo principal: la preservación es una condición ineludible para que las generaciones del futuro tengan también la oportunidad de contemplarlo.
- Posee un marcado carácter pedagógico. Estudiar el patrimonio ayuda a entender y a conocer mejor la historia. Asimismo, permite extraer interpretaciones sobre la intencionalidad que se esconde detrás de las diversas manifestaciones culturales que desarrollaron nuestros antepasados.
El patrimonio natural y la biodiversidad
El patrimonio natural incluye aquellos elementos de la naturaleza con un valor excepcional. La UNESCO diferencia tres tipos:
- “Monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de esas formaciones que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico”.
- “Formaciones geológicas y fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas que constituyan el hábitat de especies, animal y vegetal, amenazadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico”.
- “Lugares naturales, o zonas naturales estrictamente delimitadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural”.
Proteger el patrimonio natural es básico para mantener la biodiversidad, además de su valor paisajístico y cultural. Por eso, dentro de las funciones de los guías turísticos está la faceta divulgativa para que la sociedad sea consciente de la importancia del patrimonio de un territorio, un recurso que debe ser preservado y cuidado.
Como se ha podido comprobar, los tipos de patrimonio cultural obedecen a unos rasgos definitorios que convergen en cuanto al valor que comportan las diversas manifestaciones para el conjunto de la sociedad. Identificar su naturaleza implica la necesidad de formar a los futuros profesionales de la gestión del patrimonio. En este sentido, formaciones como el Grado en Historia del Arte online o el Grado en Humanidades online de UNIR proporcionan a los alumnos las competencias de base para impulsar la correcta preservación del patrimonio cultural.