UNIR Revista
Profesora del Máster en Fotografía Publicitaria de UNIR, profundiza en todos los conocimientos y nuevos formatos que abordan los alumnos del máster.
Especialista en aportar soluciones de comunicación estratégica que emplean la realidad virtual, Verónica Rodríguez es parte del claustro del Máster en Fotografía Publicitaria de UNIR, que da comienzo este otoño, donde compartirá sus conocimientos sobre herramientas y nuevos formatos digitales. Antes del comienzo del curso hablamos con ella sobre realidad extendida, y su relación con la publicidad, la fotografía y el vídeo 360º.
Pregunta: Tu carrera comenzó en el mundo del marketing, ¿cómo diste el paso a trabajar en proyectos de realidad virtual?
Respuesta: En 2016 cuando estaba estudiando un máster de Branded Content y Transmedia Storytelling, uno de nuestros profesores, que venía a hablarnos de transmedia, nos comentó que estaba trabajando en su próxima empresa y que estaba relacionada con una tecnología mágica. Fui la primera de mi clase en ponerme las gafas de realidad virtual que trajo aquel profesor, cuando en aquel entonces eran un kit de desarrollo, las Oculus DK1.
Desde entonces quedé emocionada con lo que había visto, y un año y medio más tarde me decidí a estudiar Producción de Realidad Virtual, viajar a los Ángeles a conocer mejor la tecnología, y después me uní a la primera venture builder europea que incubaba proyectos de VR y AR en Madrid. Allí presentamos el Informe XR, que detallaba el estado de la industria de la realidad extendida en España en 2018, y desde entonces he mantenido contacto con la industria constantemente en diferentes proyectos, aplicando mis conocimientos sobre comunicación y marketing a estas nuevas tecnologías.
P: ¿Cuáles son las diferencias entre realidad virtual, aumentada y mixta?
R: Hay varias diferencias, si bien mucha gente se refiere a todas ellas en su conjunto como tecnologías inmersivas o realidad extendida. La realidad virtual nos permite sumergirnos en un entorno artificial que nos envuelve llegando a percibirse como real, y se experimenta a través de o cascos o gafas de realidad virtual. En la actualidad, ya podemos disfrutar de la realidad virtual sin necesidad de móviles u ordenadores, en un solo dispositivo, lo que se conoce como standalone o realidad virtual autónoma.
La realidad aumentada por otra parte nos permite ver en nuestro entorno real capas de información digital (que pueden ser elementos 3D, sonidos, textos, etc) y que podemos ver a través de pantallas como las de nuestros móviles, tablets u ordenadores. También grandes formatos como el videomapping se consideran dentro de esta categoría, o los filtros de las redes sociales como Snapchat o Instagram.
Y, por último, la realidad mixta, que en realidad está englobada dentro de la aumentada, es como su versión mejorada, ya que dichas capas de información que se sobreponen en nuestro mundo real entienden su entorno e intentan mezclarse con él atendiendo a sus físicas, luces, normas, etc. y podemos ver esas interacciones a tiempo real entre los elementos reales y los virtuales.
P: En tu blog, comentas que la visión estereoscópica es clave para la realidad virtual, ¿en qué consiste y cómo funciona?
R: La visión estereoscópica es aquella que nos permite ver en tres dimensiones y así percibir la distancia a la que se encuentran los objetos que enfocamos en nuestro campo de visión. En nuestra realidad, es el cerebro el encargado de unir las imágenes percibidas por ambos ojos y crear ese efecto.
En la realidad virtual, las lentes y las gafas son las encargadas de crear la ilusión de profundidad mediante una imagen estereográfica. Básicamente es la responsable de que esos mundos virtuales tengan una sensación tan real, porque son capaces de recrear profundidad y relieve, y estar a nuestro alrededor, casi como en la realidad. Este es uno de los conceptos clave para explicar la relación entre la fotografía y la realidad virtual.
P: ¿Hay diferencias a la hora de abordar una fotografía y un vídeo en 360?
R: Ambos son formatos diferentes que comparten el espacio 360, y pueden consumirse en dispositivos inmersivos o no. Además, muchas de las normas para realizar correctamente este tipo de formatos son comunes a ambos, sin embargo, presentan importantes diferencias. Para empezar una foto es estática, y hay más de un primer impacto, ya que es el conjunto de la escena o el entorno el que nos explica dicha fotografía y no solamente el frame inicial.
Asimismo, permite la adición de hotspots o puntos en los que marcar un cambio de escena, o algún tipo de interacción como el despliegue de información o de un sonido. Por otra parte, en los vídeos 360 que también permiten la inclusión de estos puntos interactivos, es muy importante cómo la acción dirige la mirada del espectador para llevarle al desarrollo de la historia o de la siguiente escena. Lo primero que se ve es clave, y como avanza en una dirección u otra para dar sentido al formato.
P: ¿Cuáles son los campos de actuación de ambas técnicas?
R: La fotografía y vídeo 360 se ha desarrollado principalmente en el sector inmobiliario pues son muy útiles para recrear la sensación de presencia y espacio. Esto es igualmente aplicable a todas aquellas industrias donde lo importante sea el entorno, o un conjunto, y no tanto un detalle específico.
Se usan también en el sector de los eventos y celebraciones, además de en el sector del turismo.
P: Y, ¿en qué áreas se les podría sacar más partido?
R: Creo que la capacidad que tiene este medio en su formato inmersivo (es decir, visto a través de unas gafas de realidad virtual) es muy especial para transportarnos a otros lugares del mundo. Y, precisamente, como es su capacidad más evidente, cuando llevas mucho tiempo en la industria se te olvida la magia de transportar a una persona a un entorno de su infancia, o a sitios que nunca conocerá por las circunstancias que sean.
Todo lo que sea hacernos a la idea de cómo se ve un espacio es un claro ejemplo de algo que funciona muy bien con estos formatos.
P: ¿Qué herramientas y habilidades debe tener un fotógrafo para aplicar la realidad virtual en sus trabajos?
R: La fotografía es el estudio del arte de la luz sobre las formas para su captación en formatos que podamos consumir. Como retrato de la realidad tiene mucho que enseñar a industrias como la de la realidad virtual, especialmente según avanzamos hacia entornos fotorrealistas. Por tanto, diría que las principales habilidades o herramientas para aplicar estas tecnologías son la curiosidad y el tesón de experimentación. Tiene más de ciencia que de arte a veces pero, según avanzan los años, los procesos de creación se hacen cada vez más sencillos y accesibles.
P: Para concluir, ¿qué destacarías de la asignatura que vas a dar en UNIR?
R: En la asignatura que voy a impartir en el Máster de Fotografía Publicitaria, diría que hay un poco de presente, y un poco de futuro. Por una parte, explicamos herramientas y técnicas indispensables para cualquier fotógrafo de la actualidad, como las redes sociales o el desarrollo digital, pero por otra nos adelantamos a entender posibles nuevos formatos, trabajos, y campos en los que los fotógrafos publicitarios puedan desarrollar sus conocimientos y prestar sus servicios.