UNIR Revista
Descubrimos de qué manera esta herramienta digital resulta útil para gestionar toda la información que gira alrededor del paciente.
Datos médicos de pacientes, organización de centros hospitalarios, investigaciones sobre fármacos, controles epidemiológicos de pandemias como la COVID-19… Desde UNIR profundizamos en la relación entre el big data y la salud.
En el ámbito de la medicina y la salud, se maneja tal cantidad de datos que el big data se convierte en una herramienta muy útil para poder gestionar toda esta información de forma eficiente. Esto redunda en una mejora en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes y contar con unos servicios sanitarios más eficaces. Los orígenes o fuentes de datos son múltiples:
- Historias clínicas de los pacientes en formato electrónico.
- Dispositivos médicos, como por ejemplo los utilizados para telemedicina o los resultados de pruebas diagnósticas.
- Dispositivos móviles equipados con sensores y apps de salud que llevan actualmente algunas personas, tales como relojes o teléfonos móviles inteligentes.
- Datos de epidemias.
- Datos nutricionales.
- Datos genéticos.
De modo esquemático, actualmente los principales ejemplos de aplicación del big data en el sector de la salud serían:
- Secuenciación genética.
- Operativa clínica.
- Optimización de los recursos sanitarios.
- Desarrollo de nuevos fármacos.
- Mejora de la atención de los pacientes: diagnóstico, tratamiento y seguimiento.
Gestión sanitaria
Los modelos de análisis de datos permiten optimizar y racionalizar los recursos al facilitar información sobre la frecuencia de consultas, ingresos, fechas de mayor demanda, tipo de intervención más frecuente, perfil más habitual de los pacientes…
En la sanidad española se están llevando a cabo diferentes iniciativas de aplicación del big data. Es el caso, por ejemplo, del VISC+ de Cataluña, un proyecto pionero sobre los datos clínicos de los pacientes para mejorar los servicios sanitarios catalanes impulsando la innovación y la investigación.
Internacionalmente, son relevantes: el proyecto care.data del sistema nacional de salud del Reino Unido —para el acceso de los investigadores a los registros clínicos— y la estrategia Big Data to Knowledge BD2K de Estados Unidos.
Investigación de nuevas técnicas y medicamentos
La investigación de nuevos medicamentos o técnicas médicas es otro de los ámbitos en los que se puede utilizar el big data. ¿De qué modo? Pues pronosticando la eficacia que va a tener un fármaco, analizando sus efectos secundarios o acortando los plazos para el desarrollo de nuevos tratamientos. Además, tiene una incidencia directa en las denominadas “enfermedades raras”, pues al permitir una mayor variedad de medicamentos es más fácil conseguir que lleguen a ser personalizados.
Para los profesionales de la salud que desean explorar más a fondo estas posibilidades, UNIR ofrece el Máster en Salud Digital, que se centra en la aplicación de la tecnología de la información y el análisis de datos en el ámbito de la salud, capacitando a los profesionales para mejorar los diagnósticos, tratamientos y la gestión sanitaria general.
Mejora del diagnóstico y seguimiento
A partir de la información del big data sanitario, los médicos pueden diagnosticar mejor, tomar decisiones más acertadas para el tratamiento de las diferentes enfermedades, mejorar la calidad de vida de los pacientes y, por lo tanto, ofrecer unos servicios sanitarios de mayor calidad.
Especialmente importante en el campo de la salud es el desarrollo de modelos predictivos basados en los datos recopilados para anticiparse a las necesidades de los pacientes y mejorar la asistencia que se presta. Los macrodatos contribuyen a implementar medidas preventivas que inciden en el bienestar de la población y, por lo tanto, se reduce el riesgo de llegar a enfermar. Al mismo tiempo, facilitan realizar un seguimiento de enfermos crónicos y personas dependientes prediciendo, por ejemplo, su posible evolución.
- Inteligencia Artificial