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El técnico certificador energético es el encargado de realizar un trámite necesario para vender o alquilar cualquier tipo de inmueble. Te contamos sus funciones y los requisitos para ejercer de ello.
Dentro de los trámites y papeles necesarios para vender o alquiler una vivienda está el certificado energético, un documento en el que se recoge la energía que requiere dicho inmueble y su eficiencia energética en función de una serie de parámetros. Esta gestión debe ser realizada por un técnico certificador energético.
Al igual que ocurre con un electrodoméstico y su clasificación desde la A a la G en función de su nivel de consumo, los edificios también necesitan su documentación energética. En concreto, el Real Decreto 390/2021, de 1 de junio, recoge el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios, una normativa que, además, modifica parcialmente el Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero, en el que se indican las competencias del técnico que puede desarrollar la auditoría.
Funciones del técnico certificador energético
Una de las principales funciones del técnico certificador es, como su nombre indica, elaborar las denominadas certificaciones energéticas. Dicha certificación es un documento donde se recopila la información sobre un determinado inmueble relacionada con su consumo y eficiencia energética. Afecta tanto a viviendas familiares como edificios comerciales u oficinas y debe ser facilitado siempre por el dueño para vender o alquilar dicha propiedad.
De este modo, por ejemplo, cuando una inmobiliaria incluye en su cartera una casa unifamiliar construida en el año 2004, entre la información aportada debería constar la certificación energética. El fin último no es sancionar, sino conseguir que la oferta de viviendas españolas sea lo más eficiente posible.
El técnico encargado de elaborar la certificación energética debe seguir una serie de pasos, que en líneas generales se asemejan a los siguientes:
Visita al edificio
Para la toma de datos administrativos tanto del dueño (nombre completo, DNI o NIE o CIF si el propietario es una sociedad) como del inmueble (tipo de edificio, dirección, año de construcción, referencia catastral, superficie útil habitable…). Deberá prestar especial atención a la ventilación, tipo de calefacción, energía usada para disponer de agua caliente, iluminación, estado y tipo de las ventanas, si tiene o no aire acondicionado… así como la envolvente térmica, huecos en fachadas y techos, y los puentes térmicos. Los aparatos electrónicos no se incluyen.
Redacción del certificado digital
Para ello, se usan programas oficiales del Ministerio de Industria como CE3X, CE3 o CERMA. En él deben incluirse:
- La identificación del edificio (dirección, referencia catastral y zona climática).
- Metodología empleada para obtener la calificación energética.
- Características energéticas del inmueble e información relacionada con la calificación energética como tipo de energía utilizada, estado de las instalaciones o aislamiento térmico.
- Normativa y legislación aplicable a dicho edificio en función de su año de construcción.
- Explicación sobre las pruebas e inspecciones realizadas por el técnico.
- Calificación de eficiencia energética a través de la etiqueta energética. Para ello se tiene en cuenta el consumo de la vivienda y sus emisiones de CO2. El listado va de la A (eficiencia máxima) a la G (eficiencia mínima).
- Propuesta de mejoras en función del estado del inmueble y costes de las mismas. Dependerán de cada caso y pueden incluir desde el cambio de ventanas hasta la colocación de aislamiento en la cubierta o fachada.
Registro
Se realiza ante el órgano competente de cada comunidad autónoma de forma presencial u online por el propietario o el propio técnico. En algunas es gratuito (como en el caso de Andalucía, Navarra o Canarias) y en otras hay que pagar tasas (como en Cantabria, Comunidad de Madrid o Galicia).
Una vez registrado, se emite la etiqueta energética, que deberá ser incluida en la información de la vivienda cuando se vaya a alquilar o vender, y que tiene una validez de 10 años.
¿Qué formación se necesita para ejercer como técnico certificador energético?
La certificación energética requiere de personal especializado para su realización. Así, el técnico certificador energético es el experto habilitado para tal fin. En concreto, el artículo 1, apartado p del Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, recoge que el técnico competente es aquel “en posesión de cualquiera de las titulaciones académicas y profesionales habilitantes para la redacción de proyectos o dirección de obras y dirección de ejecución de obras de edificación o para la realización de proyectos de sus instalaciones térmicas, según lo establecido en la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, o para la suscripción de certificados de eficiencia energética, o haya acreditado la cualificación profesional necesaria para suscribir certificados de eficiencia energética según lo que se establezca mediante la orden prevista en la disposición adicional cuarta”.
Entre las titulaciones habilitantes para ser técnico certificador energético figuran:
- Arquitectura
- Aparejadores
- Ingeniería Agrónoma
- Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos
- Ingeniería Aeronáutica
- Ingeniería Industrial
- Ingeniería de Montes
- Ingeniería de Minas
- Ingeniería Naval y Oceánica
- Ingeniería de Telecomunicaciones
- Ingeniería Técnico Aeronáutica
- Ingeniería Técnico Forestal
- Ingeniería Técnico Agrícola
- Ingeniería Técnico Industrial
- Ingeniería Técnico de Minas
- Ingeniería Técnico Naval
- Ingeniería Técnico de Obras Públicas
- Ingeniería Técnico de Telecomunicaciones
- Ingeniería Técnico de Topografía
- Ingeniería Química (homologada con Ingeniería Industrial Química, según RD 1954/1994).
De todas maneras, una cosa es disponer de la titulación habilitante y otra contar con la formación necesaria para trabajar como técnico certificador energético. Y es que para desempeñar esta tarea se requieren conocimientos específicos sobre legislación en materia energética, uso eficiente de la energía o programas oficiales de certificación
Todas estas cuestiones están incluidas en el plan de estudios del Máster en Gestión Ambiental de UNIR. Además, para ejercer hay que pertenecer a un colegio profesional y, en caso de trabajar por cuenta propia, darse de alta como autónomo y contar con un seguro de responsabilidad civil.
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