Adrián Suárez Mouriño
Elena Robles Robles es estudiante del Máster en Diseño Gráfico Digital de UNIR. Su directora académica, Xana Morales, considera su trabajo como uno de los más interesantes de su promoción por reivindicativo, por actual y por su mensaje: "Somos yonkis del cariño ajeno”.
Su proyecto está desarrollado a través de un esmerado trabajo de lettering. Charlamos con ella para que nos explique la importancia de esta técnica, cuándo es correcto recurrir a su uso, cuál es su relevancia en el entorno digital y cómo la ha empleado para sacar adelante esta actividad.
“Uno de los objetivos principales de los diseñadores es el de comunicar visualmente. Podemos hacerlo a través de imágenes que representan conceptos en muchos casos abstractos, y que provocan que el usuario aprenda algo, lo comprenda o se embelese”, explica Elena.
“Durante muchísimos siglos, la escritura y caligrafía cumplían esa función con ilustraciones o letras capitulares decoradas. Estas técnicas evolucionaron hasta darnos el lettering, que es una combinación de mensaje e imagen. Por eso me parece un recurso compositivo con un potencial enorme. Tanto el lettering más manual, donde puedo experimentar con tintas, pinceles, rotuladores o cañas, hasta el más digital, me ofrece mucha versatilidad como diseñadora”, añade.
El lettering es una evolución de la escritura clásica y el uso de la caligrafía
“Hoy en día, en un periodo sumamente digital”, continúa Elena. “Los diseñadores gráficos buscamos la manera de diferenciarnos de otros profesionales, y estamos retomando técnicas antiguas combinándolas con la versatilidad de la tecnología, y para eso sirve el lettering. Además, se emplea como parte de muchas estrategias de marketing y promoción. Muchas marcas cuentan con profesionales del lettering para crear mensajes únicos para cada cliente”.
Lo que señala Elena es especialmente importante para el plan de estudios de Máster en Diseño Gráfico Digital. En UNIR formamos al alumno en la mejor manera de fusionar lo artesanal con lo digital para diferenciarse, para poder participar en campañas de marketing digital y para expresarse. Así se consigue aumentar el interés de las empresas para que sea contratado.
En el caso de su “Somos yonkis del cariño ajeno”, Elena usa el lettering para “reforzar un mensaje escrito que, por sí solo, puede no tener la suficiente fuerza. El lettering lo convierte en algo reivindicativo y atrayente, actuando como metáfora de su significado. Cada una de las partes que lo componen trata de transmitir todo aquello que con palabras nos llevaría varias páginas explicar. La parte fundamental del trabajo ha consistido en analizar y comprender los sentimientos que ha de evocar para estimular al espectador y así adentrarlo en la atmósfera creada”.
En la asignatura de Composición y Tipografía formamos en el uso del lettering
En este caso, se trata un claro grito feminista desde una canción de una cantautora española hacia otra cantautora internacionalmente conocida. “Se usa un lenguaje provocador y sumamente desgarrador, pero reflejando claramente la dureza de los hechos”, subraya.
“Somos yonkis del cariño ajeno” usa una composición que combina lo agresivo, lo espontáneo, lo dulce y lo visceral. Es un trabajo de lettering muy equilibrado en el que cada palabra consigue tocar una parte de tu mente. El “somos” es directo, vívido y agresivo. “Yonkis” tiene una dulzura especial, un trazo casi aéreo para quitarle el tono peyorativo a la palabra.
“Del cariño” aparece recogido en el interior de una bandera. Eso ayuda a entender que es el núcleo del mensaje. Por su parte, para “ajeno” se ha elegido una tipografía que fomenta la confusión y la distancia. Es la que tiene una peor legibilidad. Esto es algo intencionado puesto que lo ajeno es lo más complicado de interpretar.
Este trabajo ha sido realizado durante el curso 2021-2022 como parte de la asignatura Composición y Tipografía. “La experiencia en el máster ha sido muy clarificadora. Yo ya contaba con mi propio bagaje laboral y formativo, pero el máster me ha ayudado a desarrollar destrezas que tenía más abandonadas y en las que he podido mejorar a través de diferentes proyectos. El TFM me ha hecho englobar todas y cada una de las asignaturas de una forma muy práctica en un único trabajo y, a su vez, a conectar con profesionales del sector mientras lo realizaba”, concluye.