UNIR Revista
El diseñador industrial es necesario en cualquier ámbito, por eso suele especializarse en un sector. Además, combina su perfil técnico con su lado más creativo para dar con la solución perfecta.
El diseñador industrial es el profesional encargado del proceso de idear, crear, desarrollar y mejorar aquellos productos materiales presentes en el mercado, dando respuesta a las necesidades y exigencias de los consumidores. Los cambios tecnológicos influyen en la forma de plantear el diseño industrial, optimizando los procesos y haciéndolos más eficientes.
Las funciones del diseñador industrial están cambiando al ritmo que marca la implantación de la industria inteligente, aquella en la que la tecnología digital se convierte en la base con elementos como Internet, la robótica, la inteligencia artificial o la fabricación aditiva, y que otorgan mayor relevancia al diseño del producto, y por lo tanto al diseñador.
Sus funciones, siempre condicionadas por el hecho de formar parte y trabajar con equipos multidisciplinares, comienzan antes de plasmar la primera idea y terminan una vez que el producto está en el mercado y ha podido evaluarse su impacto:
Evaluación del mercado y de las particularidades del producto
Antes de buscar ideas es necesario tener claras las características del producto que se va a diseñar, sabiendo cuál será su público objetivo, cómo se comporta y qué uso que va a darle a ese nuevo producto.
Planteamiento de ideas y diseño de prototipos
Una vez fijados los requisitos del producto, comienza la fase del diseño, con las primeras ideas que se transforman en dibujos y modelos a partir de los cuales seguir desarrollando futuros prototipos.
Establecer el proceso de producción y calcular su coste
Con un prototipo aprobado, el diseñador debe seleccionar los materiales y esto incluye asumir el trato con los proveedores con los que debe establecer un sistema de suministro. Por otra parte, también tiene que determinar las exigencias de la fabricación del producto, para lo que debe estar en contacto con los equipos implicados. Es el responsable también de calcular los costes de producción.
Análisis del producto final
Cuando el producto deja de ser un prototipo para convertirse en una realidad, el diseñador puede realizar diferentes pruebas con el consumidor para evaluar cuestiones como su imagen física, su utilidad, su resistencia y su seguridad. Dependiendo de los resultados, estudiará la alternativa de introducir algún cambio.
Ámbitos de trabajo
Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, descubriremos que estamos rodeados de objetos y productos que han sido diseñados. El diseño industrial está detrás de la mayor parte de los elementos que empleamos y nos acompañan en nuestro día a día, por esa razón, el diseñador industrial suele especializarse en un ámbito en concreto, entre otros:
- Automoción
- Industria aeronáutica
- Construcción
- Mobiliario
- Interiorismo
- Electrodomésticos
- Envases y packaging
- Artes gráficas
- Publicidad
- Maquinaria
- Agroindustria
- Moda y complementos (calzado, joyería…)
- Industria de juguetes
- Diseño de espacios expositivos (ferias, puntos de venta)
- Investigación
- Asesoría y consultoría
- Enseñanza
Formación y requisitos necesarios para ser diseñador industrial
Un diseñador industrial ha de combinar un perfil creativo con otro más técnico, de ahí que se trate de una carrera multidisciplinar en la que se abordan materias relacionadas con ámbitos muy distintos, disciplinas como:
- Dibujo Técnico
- Dibujo del natural
- Matemáticas
- Física
- Informática
- Modelado Virtual
- Materiales y procesos
- Marketing y Comercialización
- Ergonomía y Antropometría
- Diseño de Marcas
- Envase y embalaje
- Teoría y Taller de Arquitectura
- Historia del Diseño
- Creatividad e Innovación
Creativo y rápido, tanto a la hora de identificar problemas, como para plantear soluciones, son dos de las características que definen a un buen diseñador industrial. Además ha de tener habilidades para la gestión y la toma de decisiones. Tendrá que trabajar en equipo, para lo que necesitará capacidad de liderazgo y de comunicación. A todo esto se le suman las exigencias de los nuevos tiempos.
Oportunidades de la industria 4.0
La Industria 4.0 obliga al diseñador industrial a manejarse con soltura en el ámbito digital, dominando competencias relacionadas con la tecnología de la información y la comunicación, sin dejar de lado la producción. El diseñador debe estar pendiente de cualquier novedad al respecto, que pueda contribuir a mejorar los resultados.
La impresión 3D, la fabricación aditiva, la IA, la realidad virtual, el Big Data, la robótica colaborativa y los digital twins son herramientas que el diseñador debe manejar, siempre sin perder de vista dos de los aspectos fundamentales del diseño: la experiencia de usuario y la usabilidad.
La automatización de los procesos, la fabricación inteligente, la información digital y un consumidor permanentemente conectado son cuatro aspectos que hoy condicionan el trabajo del diseño, logrando una mayor optimización de resultados.
La figura del diseñador industrial ha sido siempre una pieza básica a la hora de añadir valor a un producto y convertirlo en más atractivo para los consumidores. Para las empresas supone una garantía a la hora de reforzar su imagen y su presencia en un mercado en el que en estos momentos prima la inmediatez y la innovación.
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