UNIR Revista
¿Sabíais que, según la Unión Europea, el 80% del impacto medioambiental de un producto se decide en su fase de diseño?
Fabricar productos duraderos, que puedan ser reparados y reciclados fácilmente: este es uno de los principales desafíos a los que la Unión Europea quiere dar respuesta con el Plan de Acción para la Economía Circular. Por ello, el ecodiseño se presenta como la principal herramienta para hacer que los productos de una compañía cumplan los criterios requeridos de eficiencia, sostenibilidad, socialmente responsables y competitivamente diferenciados. Por si no conocíais el término, se trata de la incorporación de criterios ambientales en la fase de concepción, diseño, desarrollo, transporte y reciclaje de cada producto, tratando de adoptar las medidas y decisiones necesarias con el fin de disminuir el impacto ambiental que pueda ocasionar cada una de las diferentes fases de su ciclo de vida.
El Plan de Acción con el que la Unión Europea quiere dejar atrás la economía lineal, marcada por la máxima de “usar y tirar”, y facilitar la transición hacia una economía en la que los desechos sean reducidos al mínimo y concebidos como recursos de utilidad. Este propósito se ha traducido en las Directivas europeas Marco de Residuos y la conocida como Directiva SUP relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, que se aprobaron a nivel comunitario en 2018 y 2019, respectivamente. En ellas se plantean algunos objetivos claros, como que en 2030 todos los envases de plástico comercializados en la UE deberán ser reutilizables o tendrán que poder reciclarse de un modo rentable.
La nueva legislación y el packaging
Parte de estos objetivos quedan reflejados en el Anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados que se aprobó el pasado 2 de junio por el Consejo de Ministros y que se adoptará, previsiblemente, durante el segundo semestre de 2021, con las variaciones que se introduzcan tras la consulta pública realizada y en debate parlamentario.
Este texto normativo que sustituirá a la actual Ley 22/2011, y el nuevo Real Decreto que regulará a los envases y embalajes específicamente, sustituyendo al vigente, para dar respuesta a la nueva Directiva marco de envases, pasarán a constituir la nueva legislación estatal básica en materia de residuos para cumplir los objetivos marcados por Europa. Y también para atender a una preocupación creciente en el consumidor, que cada vez se fija más en los productos que compra y también en los envases que lo acompañan, valorando aquellas marcas preocupadas por ofrecer soluciones más sostenibles.
Algunas de las cuestiones contempladas en este Anteproyecto de Ley afectan directamente a las empresas productoras y distribuidoras de envases, y en algunos aspectos, están centradas específicamente en el ecodiseño del packaging:
Mayor responsabilidad de los productores de envases
Sobre todo, en la gestión de sus residuos, asumiendo los costes totales para cumplir los objetivos de reciclado y otros que la Ley y sus Reglamentos fijen. Por ejemplo, que las contribuciones de los productores a los SCRAPs (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) deben estar moduladas en función de la durabilidad, reparabilidad, reutilización, reciclabilidad y peligrosidad de los productos, o nuevas obligaciones ligadas a actividades de gestión de residuos como la de la recogida de basura dispersa para determinados productos de plástico de un solo uso contemplados en su directiva europea correspondiente (Directiva SUP).
Calendario para reducir el peso de los residuos generados
Un 10% en 2020, un 13% en 2025, y un 15% en 2030, en todos los casos respecto a los generados en 2010. Estas indicaciones no solo incluyen a los envases, también a otros flujos como los biorresiduos o los textiles.
Reducción de la comercialización de productos de plástico de un solo uso
Como vasos para bebidas, sus tapas o tapones y determinados recipientes para alimentos para el 2022, del 50% para el año 2026 y del 70% para 2030. Además, se prohíbe la distribución gratuita de estos productos a partir del 1 de enero de 2023.
Sufragar costes adicionales
Los recipientes para alimentos, así como envases y envoltorios fabricados con un material flexible destinados a un consumo inmediato sin ninguna otra preparación posterior, los recipientes para bebidas de hasta tres litros de capacidad, los vasos para bebidas y las bolsas de plástico ligeras deberán encargarse de gastos que puedan surgir: en medidas de concienciación, por la recogida de los residuos de los productos desechados en los sistemas públicos de recogida, incluida la infraestructura y su funcionamiento, y el posterior transporte y tratamiento de los residuos; y de la limpieza de ‘basuraleza’.
Impuesto social para envases de plástico no reutilizables
Entraría en vigor el 1 de julio de 2021. Es un tributo de naturaleza indirecta que recae sobre la fabricación, importación o adquisición intracomunitaria de estos envases que vayan a ser objeto de introducción en el mercado español.
El ecodiseño, de vital importancia
La incorporación del factor ambiental nos lleva hasta esta metodología, que considera criterios ambientales desde la temprana etapa del diseño, repensando aspectos como las materias primas a utilizar, los procesos de fabricación, el transporte y la comercialización, su uso, y especialmente, la gestión del residuo al final de la vida útil.
De ahí que se trate de una especialidad cada vez más demandada por las empresas. Una necesidad que ya han detectado las universidades que, como la UNIR, ofrecen formación específica en este ámbito como el Curso Experto en Packaging y Ecodiseño Circular de Ecoembes para formar a estos profesionales.
Las compañías requieren perfiles que posean conocimientos sobre toda la cadena de valor del envase, tengan la capacidad de analizar las diferentes perspectivas y alternativas, sepan defender soluciones viables para la empresa y poner en el mercado envases sostenibles acordes a su estrategia ambiental.
- Experto Universitario en Packaging y Ecodiseño digital
