Alberto Pascual García
Entrevista con Elisa Alises, en la que conoceremos de cerca su experiencia estudiando el Grado en Ingeniería Informática en la UNIR.
Desde que Elisa era pequeña sintió siempre mucha curiosidad por el mundo de las tecnologías. Con 15 años ya supo que quería estudiar el Grado de Ingeniería Informática y aunque muchos quisieron hacerle dudar sobre su valía al final salió adelante: “No sabía lo que era programar, ni tan si quiera cuál era el contenido de la carrera, pero mi duda era si realmente me gustaría tanto como creía. Hoy puedo afirmar que me gusta incluso más”.
Su primer año de carrera fue en una universidad pública, pero la experiencia no fue tan bien como esperaba, disfrutaba con la materia, pero no conectaba con el funcionamiento del centro. Ante una primera decepción, resurgió de sus cenizas y encontró una alternativa, la UNIR: “Que fuera a distancia me causaba temor, porque no estaba acostumbrada a estudiar de esta forma y no sabía si me resultaría aún más difícil. Lo pensé bastante, llamé varias veces hasta que lo intenté. Fue la mejor decisión, estoy encantada. He aprendido tanto en dos años, que siento que he crecido como persona”.
Vamos a aprovechar unos minutos con Elisa, madrileña de 23 años, para saber hasta qué punto le está llenando este reto.
¿Cuáles fueron esas primeras dudas que te surgieron hasta que elegiste la UNIR?
Después de mi experiencia en una universidad pública, pensé en cambiar a otra, pero no quería que me ocurriese lo mismo, porque suponía perder un año más de mi vida. Surgió la opción online y vi que podría facilitarme compaginarlo con mi situación personal. Así que recabé información sobre centros y opiniones personales.
Mis temores giraban en torno a si sería capaz de adquirir los conocimientos necesarios, como aclarar dudas, la organización del tiempo… con profesores en línea, y más siendo una carrera técnica. Otras cuestiones que me preocupaban eran si las clases semanales y la evaluación continua serían suficientes, la organización de los exámenes…
Al final, de todo lo que vi, la que más me convenció con diferencia fue la UNIR. Las dudas las aclaré directamente con ellos y el resto lo resolví con la experiencia de otros alumnos indagando por internet. En cuanto a los exámenes, el funcionamiento es perfecto y es el único contacto presencial que tenemos con el personal de UNIR. Además, la convocatoria extraordinaria es en septiembre, lo que facilita la compatibilidad personal y laboral.
Hasta el momento, ¿qué es lo que más te ha gustado del programa?
La combinación de asignaturas. Están muy bien estructuradas y vinculadas unas con otras. A medida que va avanzando el curso, vas relacionando conocimientos entre materias totalmente diferentes. Otra cosa que me encanta son los trabajos de la evaluación continua. Me parecen una opción muy útil para ir investigando y afianzando conocimientos a medida que estudias.
Los laboratorios virtuales son también una gran idea. A parte de ser divertidos, me resultan muy interesantes y prácticos. He aprendido mucho con ellos, muchos programas que ni si quiera sabía que existían.
¿Con qué herramientas estáis trabajando en el grado?
Empecé sin conocimientos de informática, ni tan si quiera un lenguaje de programación. En estos dos años he aprendido muchos diferentes como Java, C, R, SQL o ensamblador, entre otros. Y, por otro lado, programas con multitud de utilidades: Eclipse, Wireshark, Dev-C++, Weka, SQLDeveloper…
Los profesores son grandes personas, transmiten mucha alegría y ganas de aprender.
Si tuvieras que destacar a algún profesor en especial, ¿con cuál te quedarías?
En realidad, podría destacar a varios. He tenido muchos profesores realmente buenos, algunos excepcionales. Resaltaría a Íñigo Sarría Martínez de Mendivily a Alberto Corbi Bellot. Además de ser grandes profesores, son grandes personas. Aprendí muchísimo de ellos. Son capaces de transmitir mucha alegría y aportan ganas de aprender y motivación personal.
De Íñigo me sorprendió la capacidad que tiene de explicar cualquier concepto en tan solo unos minutos, resolviendo cualquier tipo de duda, y de Alberto las ganas que te transmite por aprender cosas nuevas, explicándonos muchísimos programas realmente útiles y quitándonos el miedo por crecer.
¿Qué es lo que está siendo más difícil en el grado?
La dificultad es progresiva, pero está bien estructurado. Cada año son nuevas asignaturas, nuevos lenguajes de programación, nuevos programas, nuevos retos… Por lo que los trabajos de la evaluación continua me llevan bastante tiempo hasta que los entiendo, pero… ¡Nada que no se pueda conseguir con esfuerzo!
Una vez que te gradúes, ¿cuáles crees que serán tus retos profesionales?
El mundo de la informática tiene muchas ramas diferentes y me apasionan todas ellas, aunque si tengo que decantarme por alguna, elegiría la ciberseguridad. Quiero terminar el grado y cursar el Máster de Seguridad Informática, también en la UNIR. Después, me encantaría poder encontrar un trabajo que me haga poner en práctica y disfrutar con todo lo aprendido. Y, por su puesto, seguir aprendiendo: es muy importante seguir formándote y más en este mundo, donde los cambios son continuos y muy rápidos.
La figura del tutor es excepcional, sería interesante que todas las universidades contaran con una figura similar.
Experiencia UNIR
¿Recomendarías esta universidad?
Sin duda. De hecho, se la he recomendado a miembros de mi familia. Por un lado, mi hermano, que acaba de terminar bachillerato y dudaba qué grado estudiar. Yo le recomendé UNIR sin pensarlo y va a estudiar el Grado de Ingeniería Informática. Por otro, mi primo, que es Ingeniero en Telecomunicaciones, con años de experiencia y desea cursar un máster y compatibilizarlo con la vida laboral.
¿Te ha ayudado la metodología de UNIR a poder compatibilizar tus estudios y tu vida profesional y personal?
Sí, actualmente tengo una vida personal complicada y con tiempo muy reducido, por lo que la metodología a distancia es la única solución para poder completar mis estudios. El tiempo del que dispongo puedo dedicarlo a formarme sin tener que depender de desplazamientos, horarios rígidos…
Me facilita el no tener que ver las clases en directo y poderlas ver todas cuantas veces sea necesario si algo no te queda claro, y si aún así no lo entiendes, puedes preguntar al profesor, a otros compañeros… a través del foro o través del tutor.
Precisamente, ¿cómo te está ayudando tu tutor personal durante el programa?
Lo destacaría como algo excepcional, sería interesante que todas las universidades contaran con una figura similar, y sobre todo el primer año. Los dos que he tenido en estos dos años Amaia y Alberto, además de ser totalmente asequibles, encantadores y cercanos, han supuesto un gran apoyo para mí y un vínculo directo y rápido con la universidad.
Puedes ponerte en contacto con el tutor en cualquier momento, aunque ellos también lo hacen conmigo muy a menudo, están pendientes del ritmo de aprendizaje de cada alumno, las dudas y dificultades, gestionan cualquier duda, trámite… Hemos compartido alegrías y han sabido animarme y motivarme en todo momento.
De aquí a 5 años, ¿dónde te ves?
Me veo aprendiendo y a su vez aportando mis conocimientos y aprendizajes en una gran empresa del sector informático. Pienso que estudiar este grado me está acercando mucho a mi meta o, por lo menos, a mis objetivos iniciales.