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Las enfermedades profesionales suponen todavía unas 2,4 millones de muertes en todo el mundo cada año, de las cuales 200.000 se producen en Europa.
Una enfermedad profesional es una patología médica o un daño sufrido a consecuencia del trabajo que una persona realiza por cuenta ajena. Se trata de un concepto recogido en la Ley General de la Seguridad Social y, como indica la norma, para que una patología tenga la consideración de enfermedad profesional será necesario que el elemento o sustancia que lo haya causado esté recogido en la normativa que desarrolla esta ley.
Estos requisitos legales son la frontera entre la enfermedad profesional y la enfermedad común, que es aquella que una persona contrae, pero no tiene relación con su trabajo o con los elementos o sustancias que manipula para cumplir su tarea. Por ejemplo, una persona que trabaja en una oficina se contagia de gripe, una enfermedad infecciosa muy habitual cada invierno. No está relacionada con su trabajo, por lo que, aunque le impida trabajar y su médico tramite una baja, la enfermedad será considerada común. En tanto, una persona que trabaje expuesta a agentes carcinogénicos como el amianto y desarrolle alguno de los tipos de cáncer relacionados con esta sustancia, podrá ser considerada como enfermedad profesional.
Mientras que las medidas de prevención y la formación de los trabajadores han logrado reducir el número de accidentes laborales en un 25 % en la última década, las enfermedades profesionales suponen todavía unas 2,4 millones de muertes en todo el mundo cada año, de las cuales 200.000 se producen en Europa, según los datos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).
Entre las enfermedades profesionales más habituales figuran:
- Cáncer de pulmón y mesotelioma.
- Trastornos músculo-esqueléticos causados por la manipulación de cargas, los movimientos repetitivos o el manejo de maquinaria que produce vibración continuada, por ejemplo.
- Enfermedades de la piel como las dermatitis, cánceres por exposición química, enfermedades infecciosas o traumatismos derivados de lesiones (por frío, por calor, por radiación, etc.).
El Real Decreto 1299/2016 es la norma que recoge el listado de enfermedades profesionales, clasificadas en seis grupos y, dentro de cada grupo, el agente o elemento que podría causar la enfermedad para que sea declarada profesional. El listado hace un inventario de los agentes y sustancias que es posible originen un perjuicio para la salud del trabajador, no un listado de las enfermedades concretas. Así, las enfermedades profesionales podrían ser por:
- Agentes químicos: metales, metaloides, ácidos orgánicos, amoniaco, cetonas, etc.
- Agentes físicos: sordera como consecuencia del ruido, enfermedades por vibraciones mecánicas, enfermedades por posturas forzadas y movimientos repetitivos, etc.
- Agentes biológicos: enfermedades infecciosas causadas por virus, hongos, bacterias… o parasitarias transmitidas al hombre por animales o sus desechos.
- Inhalación de sustancias y agentes no incluidos en los grupos anteriores: polvo de carbón, polvo de amianto o de otros minerales como el talco u otros silicatos.
- Enfermedades de la piel causadas por sustancias y agentes no incluidos en los grupos anteriores: agentes infecciosos, fabricación de pinturas, plásticos y gomas, entre otros.
- Causadas por agentes carcinogénicos: amianto, aminas aromáticas, benceno, cadmio, etc.
La importancia de expertos en prevención de riesgos laborales
Para las empresas, la prevención de las situaciones y exposición a agentes o sustancias que puedan causar algún daño en sus trabajadores es una prioridad. La normativa para la prevención de riesgos laborales es rigurosa y, por eso, contar con un profesional capaz de asumir este desafío es de gran relevancia para una compañía. Esta es la labor de los técnicos o expertos en Prevención de Riesgos Laborales (PRL), una profesión muy ligada a la gestión de los recursos humanos y que tiene una alta demanda tanto en mutuas como en empresas públicas y privadas de cualquier sector.
Los titulados universitarios de áreas como la ingeniería, arquitectura, ciencias de la salud o ciencias jurídicas, entre otras ramas de conocimiento, pueden orientar su carrera hacia la PRL con el Máster en Prevención de Riesgos Laborales online de UNIR.