Alberto Pascual García
Joe Biden cumple un año en la Casa Blanca y su lucha contra los ciberataques sigue en auge. El sector privado ampara las medidas del presidente estadounidense, que ahora refuerza su Departamento de Defensa.
Biden lo ha tenido muy claro desde que estrenó su cargo en enero de 2021: uno de sus principales propósitos era proteger la nación de posibles amenazas cibernéticas y lo está consiguiendo. Consciente de que este tipo de ciberataques pueden afectar a los estadounidenses en todos sus ámbitos, ya sean empresas, particulares o incluso en su propia administración, su compromiso ha sido desde el primer momento fortalecer las infraestructuras tecnológicas del país.
Ya en mayo de 2021, el presidente de EEUU emitió una orden ejecutiva para aumentar el gasto en este ámbito y modernizar toda la tecnología a su alcance para que los ciudadanos se sintieran más seguros. El pasado mes de agosto, Biden se reunió con los principales líderes de 26 compañías estratégicas, entre ellas, Apple, Google, IBM y Microsoft para transmitirles un mensaje: “Tenéis el poder, la capacidad y la responsabilidad de elevar el listón en ciberseguridad”.
Ante el temor del Gobierno estadounidense de afrontar este desafío sin apoyo, esta reunión sirvió para concienciar al sector privado sobre los ataques cibernéticos. Entre los principales compromisos adquiridos por las empresas se encuentran:
- Apple espera mejorar los métodos de autenticación con su sistema de proveedores tecnológicos, instruir a trabajadores y usuarios sobre la importancia de la ciberseguridad y ofrecer una respuesta rápida ante posibles incidentes.
- Google anunció que invertiría unos 10.000 millones de dólares en los próximos cinco años en programas conocidos como “Zero Trust” (Confianza Cero), con los que promocionar la seguridad en la red y asegurar la cadena de suministro de
- IBM, por su parte, apuesta por la formación de hasta 150.000 personas en ciberseguridad hasta 2025.
- En el caso de Microsoft, la inversión es de hasta 20.000 millones de dólares para los próximos cinco años. Con este dinero esperan acelerar el proceso de integración de la ciberseguridad en todos sus sistemas. Además, ya ofreció al servicio técnico de los diferentes gobiernos de Estados Unidos (federal, estatal y local) una ayuda de 150 millones de dólares para mejorar sus sistemas de seguridad informática.
Ya en octubre, más de 150 empresas de servicios públicos que atienden a más de 90 millones de estadounidenses se comprometieron a desarrollar tecnologías de ciberseguridad y a invertir en formación. La implicación del Gobierno norteamericano en este asunto está dejando huella y ya no solo en el país, sino también fuera de sus fronteras.
Apoyo clave internacional contra la ciberdelincuencia
La batalla sigue y aliarse internacionalmente es imprescindible. Por ello, la Casa Blanca anunció en noviembre que firmaría el Acuerdo de París (algo a lo que se negó el expresidente Trump) y que implica un mayor compromiso en materia de ciberseguridad en todo el mundo.
Este acuerdo, firmado junto a otros 80 países y cientos de empresas tecnológicas, implica entre otros puntos y, tal y como anunció el Ejecutivo de Biden:
- Que el G7 responsabilice a las naciones que albergan a ciberdelincuentes.
- Apoyar la actualización de la política cibernética de la OTAN por primera vez en siete años.
- Luchar contra el ransomware (programa dañino que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema operativo infectado y pide un rescate a cambio). La idea es hacerlo junto a más de 30 países de todo el mundo para acelerar la cooperación internacional.
Por otro lado, EEUU también puso en marcha una especie de G30 con los países más involucrados con cuestiones de seguridad. Una reunión online en la que España no estuvo incluida a pesar de ser una de las naciones más comprometidas en este sentido. A pesar de ello, desde el Ministerio de Exteriores español se espera que cuando se hagan otras reuniones más adelante podamos estar presentes.
Más herramientas en defensa de la información sensible
A la espera de la puesta en marcha de una oficina para el ciberespacio y la política digital que supervise las tecnologías que puedan suponer un problema de ciberseguridad, Washington sigue luchando por construir un gran muro de defensa, pero en este caso, para evitar ataques en sus agencias gubernamentales más delicadas, es decir, aquellas que manejan información clasificada como la CIA o el Pentágono.
En los próximos meses, sus empleados se verán obligados, entre otras acciones, a usar sistemas de autenticación de múltiples factores y encriptación aprobada por la Agencia Nacional de Seguridad. Así que no solo les requerirán un nombre de usuario y una contraseña para acceder a datos, sino que también deberán verificar su identidad por otras vías, como códigos enviados a sus terminales móviles o reconocimiento facial.
Y no solo se centra en el Departamento de Defensa del país, sino que también se verán involucradas todas las agencias de inteligencia del Gobierno que usen los conocidos como Sistemas de Seguridad Nacional, así como las empresas externas que les ofrezcan sus servicios. Este paso es importante porque, hasta ahora, solo se habían reforzado los sistemas de información federal, algo que se hizo el pasado mes de mayo.
Fórmate en ciberseguridad, aquí y ahora
Todos estos datos confirman la necesidad de más profesionales dedicados a esta materia. Con este proyecto en marcha, tanto la Casa Blanca como el sector privado calculan que será necesario cubrir medio millón de puestos relacionados con la seguridad informática solo en Estados Unidos.
Una necesidad que crece año tras año. Según un estudio del consorcio internacional (ISC)2, en 2021 aumentó el número de especialistas en ciberseguridad en unos 700.000 hasta llegar a los 4,2 millones. Y se estima, que para poder defender de manera eficaz los activos críticos de las organizaciones, sería necesario un impulso de al menos un 65%. Solo en España, la necesidad llegaría hasta las 29.000 plazas.
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