Alberto Pascual García
Juan Antonio Pérez es director del Máster en Full Stack Developer, la nueva titulación de UNIR con la que dominar los ámbitos de desarrollo 'front-end' y 'back-end'. Descubre más sobre esta profesión.
Apuntaba maneras para dedicarse a la medicina, pero la nota de corte frustró ese futuro. Lo intentó en industriales, porque le gustaban los coches, pero no acabaron de entusiasmarle los estudios. No fue hasta que comenzó con la informática cuando supo que ese era su mundo. Lo que parecía una mera afición acabó convirtiéndose en profesión. La programación pasó a ser su vocación, se formó con todo tipo de materias y trabajó en diversos entornos laborales para dominar las diferentes facetas del juego.
Así es como encaminó su carrera el nuevo director del Máster en Full Stack Developer de UNIR, Juan Antonio Pérez, que afronta ahora este nuevo reto educativo: formar alumnos en un perfil con gran demanda en el mercado. Y es que estos profesionales se desenvuelven con soltura en el desarrollo de productos web en sus dos capas: front-end (la interfaz con la que interactúa el usuario), y back-end (el servidor y base de datos).
Ser profesor no es nuevo para él, lleva 12 años dedicándose a la formación. Es su vía de escape, su momento zen: estimular a otros alumnos que no encuentran la motivación necesaria para saber qué estudiar. Actualmente, compagina dos facetas, la empresarial en su compañía Estudio Clandestino, y la docente en diferentes centros de España. Ahora que llega a UNIR, desgranamos con él la importancia del título que imparte.
¿En qué consiste la profesión de Full Stack Developer?
Quizás no la conociéramos por ese nombre, pero se trata de un perfil multidisciplinar bastante común dentro de las empresas. Puede acometer cualquier parte del desarrollo de un proyecto tecnológico, es decir, sacar adelante con solvencia una base de datos, el back-end (aplicativo que gestiona los datos y los sirve) o el front-end (entorno visual en el que interactúa el usuario final y pinta los datos que sirve el back-end).
Un punto a tener en cuenta es que no es especialista en ninguna de las partes, así que no elimina la necesidad de tener profesionales de cada área. Es un puesto muy versátil dependiendo de las exigencias del proyecto. Eso sí, hasta ahora para ser considerado full-stack hace falta mucho tiempo de desarrollo personal que te permita acumular el conocimiento y las tecnologías necesarias para ejercer este trabajo. Y, solo los desarrolladores con más experiencia podían optar a estos puestos.
¿Por qué se ha producido un boom ahora con este perfil profesional?
Las empresas tecnológicas han invertido mucho tiempo y dinero en evolucionar su I+D+i, que en los últimos 10 años ha experimentado un crecimiento exponencial y sin precedentes en el sector. Que otros sectores, como el de la banca, con tecnologías de hace 20 años, estén dando el salto y planteándose cambiar su ecosistema de desarrollo (stack tecnológico) es sinónimo de que vivimos un momento especial y de que este tipo de profesionales está siendo y será muy demandado en el futuro.
¿Cómo explica el éxito de estos profesionales en el mercado?
Quizás, lo más interesante es que en este momento ya no solo es un puesto que esté destinado para perfiles muy senior con muchos años de experiencia y conocimientos, sino que los más junior también pueden formar parte de este nicho de mercado y ser también solventes.
Las tecnologías permiten ahora que con un solo lenguaje podamos abarcar el desarrollo de productos web, dispositivos móviles e incluso aplicaciones de escritorio. Por lo tanto, el tiempo de aprendizaje se reduce drásticamente y, aunque el bagaje sigue siendo importante, ahora mismo un perfil junior podría realizar un desarrollo web completo.
Entiendo, entonces, que juega un papel decisivo dentro de una empresa.
El mercado de la programación y el desarrollo informático ha crecido en los últimos años de manera superlativa y la previsión es que lo siga haciendo, de ahí el boom por formarse en este tipo de profesiones. El carácter multidisciplinar del perfil full-stack y su gran poder de adaptación y su polivalencia en un proyecto supone un valor clave para muchas compañías, ya que es fácil destinarlo a una parte u otra de la empresa dependiendo de las necesidades.
Además, la tendencia en las empresas es trabajar cada vez más de forma descentralizada, lo que implica muchísimo desarrollo tecnológico. Tras el confinamiento por la COVID-19, muchas empresas no quieren que les vuelvan a pillar con la guardia baja y van a seguir invirtiendo en tecnología. En mayor o menor medida, tenemos que intentar que el mercado se acostumbre a este tipo de perfiles, porque van a oír hablar mucho de ellos.
¿Qué conocimientos aprenden los estudiantes que cursan esta titulación?
Si te quieres formar en esta profesión, debes entender que todo lo que aprendas hoy puede quedar obsoleto mañana, por lo tanto, tienes que adquirir las bases solidas que te permitan cambiar de tecnología fácilmente. Es decir, aprender no solo a hacer las cosas, sino entender lo que hacen otras personas, y eso solo se consigue adquiriendo una buena base de programación.
A partir de aquí, consiste en coger soltura y aprender estructuras de trabajo, y los frameworks (marcos de trabajo) y las librerías juegan un papel fundamental. Una vez que cuentas con una buena base, tener herramientas que te faciliten el trabajo es vital para ser resolutivo.
En el caso particular de esta titulación, estamos enfocados al desarrollo web y aprenderemos el lenguaje JavaScript, que nos hará tener una expectativa de crecimiento muy alta por la evolución que esta teniendo el propio lenguaje. Es un imprescindible que nos permite trabajar con aplicaciones tanto en la parte de front-end como de back-end. De esta forma, no solo estamos enseñando las bases de una profesión, sino también las herramientas para que nuestros alumnos puedan elegir si en un futuro quieren dedicarse a otros ámbitos dentro del desarrollo informático.
Además de JavaScript, ¿qué otras tecnologías se estudian en el máster?
Vamos a trabajar con las bases de datos MongoDB y MySQL, con las que aprenderemos conceptos para saber crearlas y consultarlas tanto en un modelo relacional como no relacional. También veremos uno de los mejores marcos de trabajo del mercado en el ámbito del front-end, Angular, en el que empresas como Google basan sus desarrollos y cuya base por componentes es uno de los puntos que más están evolucionando el área del desarrollo web.
Posteriormente, nos introduciremos en la parte del back-end a través de Node (un motor de ejecución de JavaScript fuera del navegador) y Express, una librería que nos permitirá crear un servidor y hacer consultas a nuestras bases de datos para servirlos al front-end, a través de un servicio API-REST.
Resumiendo, para los no iniciados en la materia, lo que vamos a trabajar a través de un único lenguaje es la posibilidad de tener datos guardados en una base de datos y poder leerlos para después pintarlos en una web para su visualización.
UNIR se caracteriza por ofrecer una formación eminentemente práctica. ¿Cómo pretenden desarrollar esta parte dentro del máster?
El leitmotiv de este máster es una frase que llevamos utilizando mucho tiempo en nuestras formaciones: ‘A programar se aprende programando’. Usaremos lo que llamamos el aula invertida, un concepto innovador. Facilitaremos al alumno unos conocimientos teóricos previos explicados en vídeo y texto, que vamos a reforzar con las clases de nuestro claustro, que también pondrá en práctica lo que el alumno previamente ha recibido con la teoría.
Durante el desarrollo de los módulos, tendremos diferentes prácticas que permitan evaluar el avance del estudiante en el curso. Además, cuando acabe el máster, realizará un proyecto conjunto que permitirá desarrollar una aplicación full-stack completa.
¿Con qué claustro cuenta el máster?
Todavía no puedo anunciarlo porque no lo tengo cerrado totalmente, pero no solo serán buenísimos profesionales sino también personas que llevan tiempo formando y que saben empatizar con los alumnos. Trabajarán de forma conjunta para dar una educación de calidad a nuestros estudiantes, les apoyarán en la consecución de sus objetivos y serán exigentes para sacarles de su zona de confort.
¿En qué medida podrán mejorar los estudiantes sus posibilidades de encontrar trabajo?
Sinceramente, creo que no me embarcaría en este proyecto si no creyese que el alumno puede tener éxito. Eso sí, el Máster en Full Stack Developer no será un camino fácil, ya que recibes mucho contenido en poco tiempo y, en la mayoría de los casos, se compatibiliza con otras profesiones.
Eso sí, después del esfuerzo, los resultados serán muy prometedores. Para que nos hagamos una idea, el índice de empleabilidad de este tipo de formaciones en los últimos años está en torno al 80-90%. Es un trozo de tarta demasiado grande para que el alumno no se dé cuenta de que aquí hay trabajo.
¿Qué tipo de perfil esperáis encontrar? ¿Se necesitan conocimientos previos para acceder?
Se trata de un curso enfocado a gente que no tiene conocimientos de programación, pero que trabaja en el sector tecnológico y le llama la atención este mundo o ha trabajado con este tipo de perfiles. Si es una persona curiosa y siempre le ha llamado la atención cómo funcionan las cosas, creo que esta formación le va a gustar, pero también le va a tener que echar muchísimas ganas. Los conocimientos previos nunca sobran y, si se tienen, serán bienvenidos, aunque no son necesarios.
Estamos abiertos a cualquier perfil. El curso pretende llegar a un nivel muy alto que te permita desarrollar aplicaciones completas, así que a alguien que lleve tiempo trabajando en lenguaje PHP y programe bien, por ejemplo, también puede serle interesante este tipo de formación.
¿Cómo conseguirás que los alumnos de UNIR marquen la diferencia con respecto a otros centros?
Para mí, la respuesta no es que los alumnos que estudien en UNIR se diferencien del resto, sino que el nexo UNIR-alumnos-profesores logre que el profesional que salga de este máster pueda ser diferente del resto y, sobre todo, entre en el mercado laboral de forma exitosa. Es un trabajo de todos, un tándem perfecto para trabajar a gusto, resolver los problemas que surjan, dar una formación siempre actualizada y que resuelva las necesidades del mercado en cada momento.
Este máster debe ser y es un producto vivo, que se adapte y mejore permanentemente. En definitiva, queremos ofrecer elementos nuevos cada convocatoria para que la experiencia que tenga el alumno de UNIR sea lo más satisfactoria posible.