UNIR Revista
La inadecuada iluminación en el trabajo constituye un riesgo para la salud de los empleados debido a la apreciación errónea de la posición, forma o velocidad de un objeto.
El ser humano tiene gran capacidad para adaptarse a las diferentes calidades lumínicas, pero una deficiencia en la iluminación del puesto de trabajo puede provocar errores y accidentes debido a la falta de visibilidad y deslumbramiento, además de provocar la aparición de fatiga y trastornos visuales. En UNIR, abordamos la importancia de una correcta iluminación en el trabajo, qué debemos tener en cuenta y cuáles son los niveles de iluminación adecuados.
Es importante un acondicionamiento lumínico acorde a cada puesto de trabajo, realizar un análisis de las características de las que deben disponer los diferentes sistemas, adaptar las tareas a realizar y tener en cuenta las características individuales. La iluminancia o nivel de la iluminación se define como el flujo luminoso que incide sobre una superficie y su unidad de medida es el lux.
La normativa de iluminación en oficinas y lugares de trabajo en España viene determinada por el Real Decreto 486/1997, del 14 de abril de 1997. Esta legislación hace referencia a los niveles mínimos de iluminación en los lugares de trabajo, concretamente en el anexo IV de dicha normativa. Los niveles de iluminación deben distribuirse de manera uniforme y se establecen unos valores mínimos que varían en función del lugar y las exigencias visuales de las tareas desarrolladas. Por otro lado, las características de la iluminación deben evitar variaciones bruscas de iluminancia en la zona de operación.
Consecuencias de una iluminación inadecuada en el trabajo
La inadecuada iluminación puede causar numerosos riesgos para la salud de los trabajadores; entre ellos:
- Molestias oculares, pesadez en los ojos y trastornos visuales.
- Fatiga visual.
- Fatiga mental.
- Fatiga muscular por mantener posturas incómodas.
- Cefaleas, vértigos y ansiedad.
- Deslumbramientos.
- Efectos anímicos, como falta de concentración, productividad, baja atención y desánimo.
Para poder prevenir estos problemas es importante adoptar medidas preventivas:
- Incrementar la luz natural si es posible, ya que posee mejores cualidades que la artificial.
- Usar colores claros para las paredes y techos cuando se requiera mayor nivel de iluminación.
- Iluminar escaleras, zonas de paso, rampas, pasillos y áreas comunes.
- Eliminar las superficies brillantes, el deslumbramiento directo y evitar que la luz solar se proyecte directamente sobre las superficies de trabajo.
- Emplear iluminación artificial cuando no sea posible la natural y para complementar el nivel de iluminación insuficiente proporcionado por la luz diurna.
- Realizar un mantenimiento periódico de las luminarias: limpieza de estas y sustitución de las lámparas fuera de servicio.
- Emplear persianas, estores, cortinas o toldos destinados a controlar la radiación solar directa.
¿Cuáles son los niveles adecuados de luz?
Para desarrollar una actividad laboral en condiciones óptimas de salubridad es necesario tener en cuenta tanto la luz como la visión pero, ¿cómo saber cuáles son esos niveles para determinar si son deficientes o no? Uno de los métodos más precisos para hacerlo es utilizando un luxómetro. Se trata de un instrumento para medir el nivel de iluminación real de un ambiente (a veces la percepción subjetiva no se corresponde con la realidad). El luxómetro mide la intensidad de la luz por luxes (lx), la unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades para la iluminancia o nivel de iluminación.
Por supuesto, no existe un nivel de iluminación universal, sino que este nivel dependerá del tipo de estancia y trabajo. Así, por ejemplo, los niveles mínimos de iluminación artificial quedan reflejados en la Guía Técnica de Eficiencia Energética en Iluminación de Oficinas del Comité Español de Iluminación (CEI) que recomienda, en el caso del alumbrado general, que la relación de iluminancia mínima media debe ser mayor que 0,8, solo en el área concerniente a la tarea. En los casos de alumbrado general localizado o alumbrado general local, el nivel de iluminancia media en las zonas en las que se trabaja puede ser el 50 % del nivel de las zonas de trabajo, con un valor mínimo en torno a 350 lux.
Los niveles mínimos de iluminación de los lugares de trabajo están incluidos en el apartado ‘Iluminación de los lugares de trabajo’ del anexo IV del Real Decreto mencionado arriba.
Según el puesto de trabajo:
- Puestos de bajas exigencias visuales: 100 lux mínimos.
- Puestos con exigencias visuales moderadas: 200 lux mínimos.
- Puestos con exigencias visuales altas: 500 lux mínimos.
- Puestos con exigencias visuales muy altas: 1.000 lux mínimos.
En conclusión, la iluminación es un elemento clave en el trabajo, ya que incide directamente en nuestra actividad, rendimiento y salud. Por lo que unas condiciones lumínicas adecuadas reducirán los accidentes, molestias y problemas de salud de los trabajadores. Así pues, una buena iluminación en el lugar de trabajo es esencial para el bienestar de los trabajadores, la seguridad laboral y la integridad ambiental, aspectos fundamentales que se estudian en el Máster en SIG online de UNIR.
- Máster Universitario en Sistemas Integrados de Gestión (SIG)