UNIR Revista
Las compañías han de someterse a todo un proceso de revisión y recopilación de información a la hora de elaborar un informe de responsabilidad social empresarial.
Las relaciones que establecen las organizaciones con sus partes interesadas han cambiado, de forma que sus estrategias de gestión empresarial, no pueden centrarse únicamente en la parte económica, sino que deben integrar aspectos sociales y medioambientales. Por ello, el informe de responsabilidad social empresarial es determinante en el posicionamiento de cualquier compañía.
En 1997 nacía la Global Reporting Initiative (GRI), una institución independiente cuya función es promover la elaboración de informes de responsabilidad social. Desde entonces ofrece un estándar internacional para este tipo de memorias que puede ser utilizado por cualquier organización, independientemente de cúal sea el sector en el que desarrolle su actividad o su tamaño. En su modelo describe toda la información que debe ser incluida, tanto la de carácter general como la más específica, a la hora de elaborar estos informes.
Según la GRI, un informe de responsabilidad social empresarial es un documento elaborado por una compañía en el que se refleja el impacto que tiene su actividad tanto a nivel económico como ambiental y social. Implica realizar cálculos y analizar información para comprobar el grado de implantación de las políticas de sostenibilidad en la estrategia de la organización y permite establecer nuevos retos o promover los cambios necesarios.
Es necesario aclarar que no todas las empresas tienen la obligación de presentar este informe, pero cada vez son más las que lo hacen de manera voluntaria demostrando su compromiso con el desarrollo sostenible. No se trata de una declaración de intenciones, sino de reflejar con datos reales y objetivos ese compromiso en un documento público en el que la empresa rinde cuentas sobre su modelo de gestión. Deben incluir siempre una descripción detallada sobre la empresa y su actividad, líneas de negocio, países en los que opera, inversores y enlazar al sitio web corporativo, ofreciendo la posibilidad a la persona que lea de que pueda ampliar información.
Elaborar un informe de responsabilidad social implica para la empresa un ejercicio de transparencia. Por una parte, le permite cuantificar la huella que dejan sus actividades y determinar si se están consiguiendo los objetivos marcados o si por el contrario es necesario implementar nuevas estrategias para mejorar esos resultados. Al mismo tiempo, le sirve de vía de comunicación externa para manifestar cuál es su postura con respecto al desempeño de la organización bajo criterios económicos, sociales y ambientales.
Ventajas de los informes de responsabilidad social empresarial
Estos informes aportan una serie de beneficios y ventajas que vienen a demostrar su eficacia:
- Al elaborar el informe, la empresa se enfrenta a una serie de datos a partir de cuya lectura se pueden identificar oportunidades y posibles conflictos y, por lo tanto, reducir riesgos. Manejar toda esa información permite tener un mayor conocimiento de la realidad de la organización.
- La responsabilidad social corporativa contribuye a mejorar la imagen de la marca, influyendo directamente en la reputación de esta ya que este tipo de documento refleja las aportaciones de la empresa en el ámbito de la sostenibilidad.
- Aumenta la fidelización de clientes y usuarios, que no solo valoran la calidad del producto sino que también prestan especial atención a ese grado de compromiso social que adquiere la empresa.
- Refuerza la comunicación entre departamentos. Áreas de una misma empresa que habitualmente no interactúan entre sí deben establecer un diálogo a la hora de redactar esta memoria. Esa mejora de la comunicación interna deriva en una mejora de resultados.
- También se establece una mayor conexión entre la empresa y sus clientes o incluso, inversores, al valorar positivamente la transparencia que exige un informe de responsabilidad social. A mayor compromiso con el desarrollo sostenible, mayor grado de confianza entre los consumidores.
- Ayudan a fijar nuevos objetivos internos y externos y mejorar la competitividad.
- Contribuyen a fijar trabajadores al aumentar su motivación introduciendo nuevas metas.
Normativa legal de responsabilidad social empresarial
La Ley 11/2018 de Información no financiera y diversidad en España establece la obligatoriedad para las empresas con más de 250 trabajadores o para aquellas con partidas de activos superiores a 20 millones de euros o importes netos anuales de 40 millones, a hacer público un informe sobre su situación en el que se recojan sus resultados y el impacto de su actividad. El plazo establecido es de tres meses a partir del cierre del ejercicio.
Entre los cambios introducidos con respecto a anteriores normativas, esta ley determina que las organizaciones deben incluir datos sobre “cuestiones medioambientales, cuestiones sociales y relativas al personal, el respeto de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y el soborno e información sobre la sociedad”. En este sentido, debe especificar cuál es su impacto en el desarrollo del medio local en el que está ubicada.
La publicación de un informe de responsabilidad social empresarial no está exenta de riesgos. Si la empresa decide no incluir cuestiones críticas o resultados negativos y el público objetivo los descubre, esta perderá su credibilidad y por lo tanto, la confianza de los clientes. La responsabilidad social corporativa puede condicionar la viabilidad de un proyecto empresarial; estos informes son un medio de comunicación que la compañía puede utilizar para hacer llegar a una parte externa interesada en su estrategia con respecto a la economía sostenible y representan una ventaja competitiva.
Por todo esto, es importante contar con personal especialmente cualificado en la gestión de la calidad y la responsabilidad social corporativa dentro de una compañía mediante posgrados como el Máster en Sistemas Integrados de Gestión de UNIR. Este personal estará centrado en la elaboración de este tipo de informes de responsabilidad social empresarial de forma efectiva que, a su vez, servirán como herramienta de control y supervisión con la que comprobar si se cumplen los compromisos adquiridos.
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